De una entrevista al arquitecto estadounidense Peter Eisenman publicada en El País el sábado 11 de septiembre de 2010.
P. ¿Todavía cree que los Gobiernos conservadores son mejores para la arquitectura que los de izquierdas?
R. Alto y claro: sí. El consenso no construye nada bueno. Y a los Gobiernos de derechas les preocupa menos el consenso. Todo lo que hemos construido que tiene algún valor lo hemos levantado bajo gobiernos conservadores: Ohio, Arizona, Alemania, Italia, Galicia... Los Gobiernos conservadores son conscientes del valor financiero de la arquitectura y están dispuestos a correr riesgos porque no se sienten obligados a justificarse ante la ciudadanía. Ésa, creo, es la diferencia entre derecha e izquierda: ante quién te sientes responsable de lo que haces.
Huelgan comentarios.
miércoles, 29 de septiembre de 2010
domingo, 26 de septiembre de 2010
Martí Serra Trio + Sergi Sirvent, BCN, 26-IX-2010: un comentario de barra
He estado viendo el trío de Martí Serra (con Rai Ferrer y Xavi Maureta), acompañados para la ocasión del pianista Sergi Sirvent. Ha sido en la plaza Rius i Taulet de Gràcia, en Barcelona, dentro del ciclo "L'hora del jazz", que ya va por su vigésima edición.
El concierto no me ha gustado, y no me ha gustado básicamente por Martí Serra. No es que lo haya escuchado muchas veces, pero siempre que lo escucho tengo la misma impresión, y es que se trata de un saxofonista demasiado literal para mi gusto. Tiene una gran técnica pero me resulta previsible y esquemático (dentro de lo espectacular, pero esquemático a fin de cuentas, pues es algo que no tiene que ver con la capacidad sino con la lectura; y en este caso es esquemático por literal, no por sintético). Me resulta demasiado apegado a las líneas de los temas: echo en falta elipsis, tomar la melodía y sentir más excitación por ella, amarla y traicionarla más (es trágico, pero hay que serlo); echo en falta, también, una mayor verbalidad, un quehacer que me haga sentir un modo concreto y particular de hablar, de pensar. Me gusta apreciar siempre a una persona, sobre todo y especialmente en el jazz. El jazz escrito, su apoyo, tiene una relación con el directo parecida a la que tiene el texto literario con la forma de hablar. Existe una zona muerta, o más bien oscura, que representa la muerte de la idea expresada de una forma escrita y lo que queda, esa idea o ese concepto desnudo, pelado; para, desde ahí, expresarla de nuevo verbalmente (en vivo). Y cada uno tiene la suya -forma de hablar-, o al menos eso es lo que siempre espero de alguien que se nos presenta como una nueva y valiosa voz del jazz. Resumiendo, no veo en él una imaginación poética.
Respecto a los temas en sí, a la música que finalmente suena y que está sujeta a rasgos estilísticos o genéricos determinados, creo que tratándose de jazz cada vez es una cuestión más secundaria (que no sin importancia). Y me parece que llevamos ya años viendo que esto es así en producciones despachadas a lo largo y ancho de este mundo (es decir, Estados Unidos y Europa). De todos modos, el repertorio de Serra sigue basándose en ese neobop no demasiado original, con todas sus colateralidades y contaminaciones típicas que conlleva la forma.
En cuanto a los acompañantes, la sección de ritmo con la que ha grabado el disco (el contrabajista Rai Ferrer y el baterista Xavi Maureta), los noté replegados, fijados en posiciones y gestos de poca relevancia -tratándose de dos buenos músicos como son ellos-, y que sin duda eran fruto de lo que les estaba expresando el líder con su manera de hacer. Esto, lo admito, es subjetivo pero es lo que me pareció. Aunque, dicho esto, también hay que admitir que resulta lógico: el tipo de composición que tocaron y sobre todo su interpretación se basan en el presupuesto de que el saxo tenor es el centro absoluto, y que por tanto el espacio de la sección de ritmo ha de quedar limitado al medio arco posterior. Es una opción como cualquier otra, pero en el hotel no la compartimos. (Y en esto, naturalmente, no hay que contar con los consabidos solos puntuales, pues al ser solos lo están y quedan fuera del engranaje y la mecánica del trío).
Por otra parte, también estaba Sirvent, que comenzó el concierto un tanto escorado, pero que poco a poco, improvisando ante las partituras, fue obteniendo el terreno que necesitaba para desenvolver su toque dúctil, reflexivo y su alucinante manera de desmenuzar el tiempo; proponiendo casi siempre lo más insospechado (por todos). Ojalá podamos verle cada vez más en proyectos no convencionales, mostrando esas cosas especiales que siempre adivinamos lleva dentro.
El concierto no me ha gustado, y no me ha gustado básicamente por Martí Serra. No es que lo haya escuchado muchas veces, pero siempre que lo escucho tengo la misma impresión, y es que se trata de un saxofonista demasiado literal para mi gusto. Tiene una gran técnica pero me resulta previsible y esquemático (dentro de lo espectacular, pero esquemático a fin de cuentas, pues es algo que no tiene que ver con la capacidad sino con la lectura; y en este caso es esquemático por literal, no por sintético). Me resulta demasiado apegado a las líneas de los temas: echo en falta elipsis, tomar la melodía y sentir más excitación por ella, amarla y traicionarla más (es trágico, pero hay que serlo); echo en falta, también, una mayor verbalidad, un quehacer que me haga sentir un modo concreto y particular de hablar, de pensar. Me gusta apreciar siempre a una persona, sobre todo y especialmente en el jazz. El jazz escrito, su apoyo, tiene una relación con el directo parecida a la que tiene el texto literario con la forma de hablar. Existe una zona muerta, o más bien oscura, que representa la muerte de la idea expresada de una forma escrita y lo que queda, esa idea o ese concepto desnudo, pelado; para, desde ahí, expresarla de nuevo verbalmente (en vivo). Y cada uno tiene la suya -forma de hablar-, o al menos eso es lo que siempre espero de alguien que se nos presenta como una nueva y valiosa voz del jazz. Resumiendo, no veo en él una imaginación poética.
Respecto a los temas en sí, a la música que finalmente suena y que está sujeta a rasgos estilísticos o genéricos determinados, creo que tratándose de jazz cada vez es una cuestión más secundaria (que no sin importancia). Y me parece que llevamos ya años viendo que esto es así en producciones despachadas a lo largo y ancho de este mundo (es decir, Estados Unidos y Europa). De todos modos, el repertorio de Serra sigue basándose en ese neobop no demasiado original, con todas sus colateralidades y contaminaciones típicas que conlleva la forma.
En cuanto a los acompañantes, la sección de ritmo con la que ha grabado el disco (el contrabajista Rai Ferrer y el baterista Xavi Maureta), los noté replegados, fijados en posiciones y gestos de poca relevancia -tratándose de dos buenos músicos como son ellos-, y que sin duda eran fruto de lo que les estaba expresando el líder con su manera de hacer. Esto, lo admito, es subjetivo pero es lo que me pareció. Aunque, dicho esto, también hay que admitir que resulta lógico: el tipo de composición que tocaron y sobre todo su interpretación se basan en el presupuesto de que el saxo tenor es el centro absoluto, y que por tanto el espacio de la sección de ritmo ha de quedar limitado al medio arco posterior. Es una opción como cualquier otra, pero en el hotel no la compartimos. (Y en esto, naturalmente, no hay que contar con los consabidos solos puntuales, pues al ser solos lo están y quedan fuera del engranaje y la mecánica del trío).
Por otra parte, también estaba Sirvent, que comenzó el concierto un tanto escorado, pero que poco a poco, improvisando ante las partituras, fue obteniendo el terreno que necesitaba para desenvolver su toque dúctil, reflexivo y su alucinante manera de desmenuzar el tiempo; proponiendo casi siempre lo más insospechado (por todos). Ojalá podamos verle cada vez más en proyectos no convencionales, mostrando esas cosas especiales que siempre adivinamos lleva dentro.
Most Infamous Saxophone Players (MISP), first issue: Tom Chant
Barcelona, 28 de julio de 2010
Saxo soprano Selmer
Boquilla, Riffault R4
Caña, Vandoren V16 3½
Tom Chant (Dublin, 8 de marzo de 1975)
Otras cañas: saxo tenor, clarinete bajo
Escena: Barcelona, Londres
En la red: tomchant.com
Bebida alcohólica preferida (para Lloyd): bloody mary (in the morning), pastis (early afternoon), dry martini (early evening), whisky sour (night)
Proyectos: The Man with a Hyena, Banda de Improvisadores de Barcelona (BIB), IED8, Decentred, Marseille Figs, The Cinematic Orchestra
Discografía seleccionada: Touch (Eddie Prévost Trio; Matchless Recordings, 1997), Cloister (Tom Chant/Sharif Sehnaoui; Al Maslakh, 2006), Decentred (Tom Chant, Angharad Davies, Benedict Drew y John Edwards; Another Timbre, 2009)
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sábado, 25 de septiembre de 2010
Los Perucho's (III): peut-être
Siempre nos estamos preguntando "qué hubiera sido si...". La trascendencia de la cuestión varia según se trate de un amor imposible, un trabajo perdido, un raro aguardiente no probado, o un tren no cogido... Obviamente, siempre con ese componente negativo que nos hace especular sobre cómo de bien hubieran ido las cosas y partiendo de la base -dudosa- de que todo podría mejorarse; pues normalmente nadie se hace la pregunta tratando de dilucidar cuán peor podían haber sido (aunque hay de todo, claro).
Para no ser menos, aquí vamos a hacernos una pregunta de esas con un tema que nos preocupa aunque, ciertamente, no tenga la menor trascendencia. ¿Qué hubiera sido de los Perucho's de haber seguido tocando?
De entrada, es poco probable que hubieran seguido tocando. Dos de sus miembros -ya muertos- habrían tenido que abandonar más tarde o más temprano, caso del guitaferrista Jordi Graells y del alto Albert Subirats. Respecto a los otros dos, Ginger se apartó o dejó la música en un segundo plano una vez disuelto el grupo, y sólo Oriol Perucho siguió y ha seguido en activo hasta ahora. Primero, en los ochenta, involucrándose en tres de las formaciones más interesantes que hubo por aquel entonces en Barcelona: Tropopausa (con un estupendo disco homónimo en Zeleste/Edigsa), Koniec (con quiénes grabaría el primer disco, Senza parole) y Moisés Moisés (que tuvieron que autoeditarse una maqueta al no encontrar sello); luego, en los noventa, grabando una serie de imaginativos e inclasificables trabajos a su nombre y, ahora, formando parte del conjunto Les Anciens.
Pero, quedémonos en los años 90. Oriol Perucho grabó entonces tres CD en los que colaborarían muchos miembros de la escena barcelonesa, bien locales bien gente que andaba de paso y que se instalaría en la ciudad durante más o menos tiempo. Los discos fueron, Insultó, le multaron y dejó de comer (G3G, 1992), Zapping CD (G3G, 1994) y Así pasan 45 minutos (Hazard Records, 1998; que se puede descargar aquí).
En el primero de ellos, Insultó..., había un tema de buñueliano título en el que Perucho y Ginger volvían a reunirse, musicalmente hablando, después de bastantes años, interpretando y componiendo dicho tema, "Un atuendo diabólicamente clerical". Además de Ginger, al alto y ordenador, y Oriol, a las percusiones, les acompañan Néstor Munt, a la trompeta y fiscornio, Xavier Boixader, a los trombones, Pako Corbella, a la armónica, y Pere Boada, al bajo.
Seguro que es imposible saber qué hubieran hecho de haber seguido juntos, pero me parece adivinar en este tema algunas pistas de ello.
Para no ser menos, aquí vamos a hacernos una pregunta de esas con un tema que nos preocupa aunque, ciertamente, no tenga la menor trascendencia. ¿Qué hubiera sido de los Perucho's de haber seguido tocando?
De entrada, es poco probable que hubieran seguido tocando. Dos de sus miembros -ya muertos- habrían tenido que abandonar más tarde o más temprano, caso del guitaferrista Jordi Graells y del alto Albert Subirats. Respecto a los otros dos, Ginger se apartó o dejó la música en un segundo plano una vez disuelto el grupo, y sólo Oriol Perucho siguió y ha seguido en activo hasta ahora. Primero, en los ochenta, involucrándose en tres de las formaciones más interesantes que hubo por aquel entonces en Barcelona: Tropopausa (con un estupendo disco homónimo en Zeleste/Edigsa), Koniec (con quiénes grabaría el primer disco, Senza parole) y Moisés Moisés (que tuvieron que autoeditarse una maqueta al no encontrar sello); luego, en los noventa, grabando una serie de imaginativos e inclasificables trabajos a su nombre y, ahora, formando parte del conjunto Les Anciens.
Pero, quedémonos en los años 90. Oriol Perucho grabó entonces tres CD en los que colaborarían muchos miembros de la escena barcelonesa, bien locales bien gente que andaba de paso y que se instalaría en la ciudad durante más o menos tiempo. Los discos fueron, Insultó, le multaron y dejó de comer (G3G, 1992), Zapping CD (G3G, 1994) y Así pasan 45 minutos (Hazard Records, 1998; que se puede descargar aquí).
En el primero de ellos, Insultó..., había un tema de buñueliano título en el que Perucho y Ginger volvían a reunirse, musicalmente hablando, después de bastantes años, interpretando y componiendo dicho tema, "Un atuendo diabólicamente clerical". Además de Ginger, al alto y ordenador, y Oriol, a las percusiones, les acompañan Néstor Munt, a la trompeta y fiscornio, Xavier Boixader, a los trombones, Pako Corbella, a la armónica, y Pere Boada, al bajo.
Seguro que es imposible saber qué hubieran hecho de haber seguido juntos, pero me parece adivinar en este tema algunas pistas de ello.
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domingo, 19 de septiembre de 2010
Most Infamous Saxophone Players (MISP), first issue: Albert Cirera
Barcelona, 22 de julio de 2010
Saxo tenor Buescher
Boquilla, Bob Ackerman 9
Caña, Gonzalez 2 ¾
Albert Cirera (Igualada, 17 de julio de 1980)
Otras cañas: saxos soprano y alto, tenora
Escena: Barcelona
En la red: myspace.com/duoduot
Bebida alcohólica preferida (para Lloyd): cerveza (invierno), gin tonic (verano)
Proyectos: Duot, Triot, Seitons Tuff, Albert Cirera i camarilla, IED8
Discografía seleccionada: Vol. I Full Nelson (Nelson Project; New Mood Jazz, 2007), Apnea (Laia Cagigal; Fresh Sound New Talent, 2007), Duot (Albert Cirera y Ramon Prats; autoeditado, 2008)
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sábado, 18 de septiembre de 2010
Los Perucho's (II): La Morube, un tema del disco
En el anterior post sobre Perucho's, el sábado pasado, reproducíamos cómo alguien de la revista Star se preguntaba, a finales del 77 o principios del 78, si nunca llegaría a hacerse el disco de Perucho's. Pues, sí, ese día llegó unos dos años más tarde, aproximadamente.
Cuando grabaron este disco a finales de noviembre de 1979 el grupo estaba prácticamente disuelto. Jordi Graells, su aterrador guitarrista, hacía ya tiempo que no estaba con ellos. Los otros tres históricos miembros, sí: Oriol Pons de Vall, alias Ginger, al saxo soprano Selmer, Albert Subirats, al alto Yamaha, y Oriol Perucho, a la batería Pearl.
En una entrevista realizada por Pep Gorgas que apareció en el Disco Expres del 30 de mayo de 1978, cuando aún seguían funcionando como grupo (pero en la que ya anunciaban que dejarían de tocar en directo unos meses después), decían lo siguiente: "Nuestra música es actualmente mucho más estructurada que cuando empezamos, al principio era todo espontáneo, improvisado, nada estaba previsto y todo podía ocurrir, era totalmente "free". Ahora mezclamos la composición (muy trabajada), con la improvisación total. En medio de un tema puede aparecer lo más inesperado, incluso unos compases de Chopin."
Por otra parte, en esa misma entrevista y a continuación del extracto anterior, concretaban lo que ellos entendían como "free": "Enfocamos el "free" como si fuera rock o cualquier otra cosa, queremos decir que no tiene nada que ver con el jazz, o mejor dicho el free jazz, que es lo que cree la mayoría de la gente que nos escucha."
El tema que pondremos a continuación es bien representativo de este cambio de rumbo que se operó en la banda en su tramo final, con su estructura compuesta por una intro, el tema, una digresión libre, vuelta al tema y una brevísima coda. Se titula "La Morube" y fue escrito por Albert Subirats. Además de Ginger, Perucho y Subirats, tocan también Jordi Carbó (de La Propiedad), el saxo tenor, Víctor Nubla (de Macromassa), el clarinete, y Ramon Calduch, el bajo eléctrico.
Todo esto es importante también en tanto que deja entrever por dónde irán los tiros en la posterior trayectoria musical del único de ellos que siguió -y sigue- en activo, Oriol Perucho; en proyectos como Tropopausa (que se solapó con los últimos tiempos de Perucho's), los primeros Koniec, Moisés Moisés o, ahora, en Les Anciens, por no hablar de los discos a su nombre que hizo en los 90. Una trayectoria en la que Oriol ha creado un mundo musical propio, autosuficiente y fantasioso. "La Morube" expresa bien esa amplitud de registros (desde el rock al score cinematográgfico, pasando por el free jazz y la música experimental) con la que la banda trabajaba antes de desaparecer, y que Oriol ha hecho perdurar.
Y ahora sólo nos resta quedar a la espera de que en breve La Olla Expréss reedite en CD el pequeño disco rojo de Perucho's.
PS: no se emocionen, que no habrá más grabaciones inéditas... al menos por el momento.
Cuando grabaron este disco a finales de noviembre de 1979 el grupo estaba prácticamente disuelto. Jordi Graells, su aterrador guitarrista, hacía ya tiempo que no estaba con ellos. Los otros tres históricos miembros, sí: Oriol Pons de Vall, alias Ginger, al saxo soprano Selmer, Albert Subirats, al alto Yamaha, y Oriol Perucho, a la batería Pearl.
En una entrevista realizada por Pep Gorgas que apareció en el Disco Expres del 30 de mayo de 1978, cuando aún seguían funcionando como grupo (pero en la que ya anunciaban que dejarían de tocar en directo unos meses después), decían lo siguiente: "Nuestra música es actualmente mucho más estructurada que cuando empezamos, al principio era todo espontáneo, improvisado, nada estaba previsto y todo podía ocurrir, era totalmente "free". Ahora mezclamos la composición (muy trabajada), con la improvisación total. En medio de un tema puede aparecer lo más inesperado, incluso unos compases de Chopin."
Por otra parte, en esa misma entrevista y a continuación del extracto anterior, concretaban lo que ellos entendían como "free": "Enfocamos el "free" como si fuera rock o cualquier otra cosa, queremos decir que no tiene nada que ver con el jazz, o mejor dicho el free jazz, que es lo que cree la mayoría de la gente que nos escucha."
El tema que pondremos a continuación es bien representativo de este cambio de rumbo que se operó en la banda en su tramo final, con su estructura compuesta por una intro, el tema, una digresión libre, vuelta al tema y una brevísima coda. Se titula "La Morube" y fue escrito por Albert Subirats. Además de Ginger, Perucho y Subirats, tocan también Jordi Carbó (de La Propiedad), el saxo tenor, Víctor Nubla (de Macromassa), el clarinete, y Ramon Calduch, el bajo eléctrico.
Todo esto es importante también en tanto que deja entrever por dónde irán los tiros en la posterior trayectoria musical del único de ellos que siguió -y sigue- en activo, Oriol Perucho; en proyectos como Tropopausa (que se solapó con los últimos tiempos de Perucho's), los primeros Koniec, Moisés Moisés o, ahora, en Les Anciens, por no hablar de los discos a su nombre que hizo en los 90. Una trayectoria en la que Oriol ha creado un mundo musical propio, autosuficiente y fantasioso. "La Morube" expresa bien esa amplitud de registros (desde el rock al score cinematográgfico, pasando por el free jazz y la música experimental) con la que la banda trabajaba antes de desaparecer, y que Oriol ha hecho perdurar.
Y ahora sólo nos resta quedar a la espera de que en breve La Olla Expréss reedite en CD el pequeño disco rojo de Perucho's.
PS: no se emocionen, que no habrá más grabaciones inéditas... al menos por el momento.
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Víctor Nubla
Guitarrowing: Minor swing, de Django Reinhardt
Si observan con detenimiento esta fotografía, parece que el viejo Django está tocando la guitarra (y fumándose un pitillo) dentro de una caravana, tal vez la suya. Y, probablemente, la tendría aparcada en su Bélgica natal o bien en Francia. Pero, ahora, andar en caravana por Francia es mala cosa. Al menos si se es gitano y rumano -eso por el momento. El señor Sarkozy y su gobierno nos acaban de mostrar que aquel viejo fantasma que recorrió Europa aún vaga por ahí. Este personajillo que ahora dicta la política gala, y que si se fijan bien tiene el mismo perfil que un prefecto romano de las historietas de Astérix, lleva un tiempo promoviendo la expulsión de gitanos rumanos de Francia. Eso, expulsar a un colectivo determinado, es algo que va contra las leyes de la Unión Europea y contra la misma Constitución francesa. Algunos "colegas" del presidente francés, unos cuantos de por aquí, lo justifican porque eso se aplicará sólo a los que cometan delitos reiteradamente. Pero, ¿de verdad alguien cree eso, cuando en una pequeña administración provincial francesa se tramitaron 900 órdenes de expulsión de personas de este colectivo en un solo mes?
Lo más triste es que sólo una persona en la Comisión Europea le cantó la caña hace unos días a Sarkozy, pero luego hubo de retractarse. Del resto, nuestros electos gobernantes, ninguno ha dicho ni mu, cuando no lo han respaldado. En este sentido, no saben cómo me avergüenza el señor Zapatero, aunque no le haya votado nunca. Ahora son los gitanos rumanos pero, no olvidemos que cuando se empieza por un colectivo después se pasa a otro, luego a otro más y así hasta quedarse sólo con los amigos y afectos. Andémonos con ojo porque si se les deja paso a gente como esta acaban hasta con los que tocan la guitarra tumbados en un sofá, los que juegan a cartas, los que no tienen hipotecas ni consumen los mínimos o, simplemente, los que no llevan el pelo como a ellos les gusta.
lunes, 13 de septiembre de 2010
Most Infamous Saxophone Players (MISP), first issue: Agustí Martínez
L'Hospitalet de Llobregat, 6 de julio de 2010
Saxo alto Selmer
Boquilla, Claude Lakey 6*3
Caña, Java 2 ½
Agustí Martínez (Barcelona, 14 de noviembre de 1960)
Otras cañas: clarinete
Escena: L'Hospitalet de Llobregat, Barcelona
En la red: agustimartinez.com, myspace.com/agustimartinez
Bebida alcohólica preferida (para Lloyd): cerveza
Proyectos: cumplir los 50 y retomar música para grupo tras una larga temporada concentrado en las posibilidades del saxo alto solo
Discografía: Utopía u olvido (Tepekale, 2005); Are spirits what I hear? (Etude records, 2007); Doubts of the reason (autoeditado, 2010)
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sábado, 11 de septiembre de 2010
Los Perucho's (I): un directo de 1976
Historia larga la de este post, que debería haber colgado hace ya bastantes semanas, y que voy a entretenerme en contar, no por nada, sino porque me apetece.
Voy a empezar diciendo que esta entrada me ha dado más guerra que el copón. Hace unos meses, el amigo Roger Atrofe me pasaba unos registros de conciertos de los años 70 que, a su vez, a él le había pasado Víctor Nubla. Uno de ellos venía consignado como el concierto que Perucho's dieron en las Jornadas Libertarias de 1977. Pueden imaginar cómo me quedé al leerlo.
Pero, tratándose de Perucho's las cosas no iban a ser tan fáciles, ni mucho menos. Al oírlo de entrada, algo no cuadraba. No había batería y la grabación había sido tomada en un interior, cuando los conciertos de las Jornadas Libertarias se hicieron en la plaza del Parc Güell. Llegué a pensar que quizá la actuación podía haber tenido lugar en el Saló Diana, que era el segundo emplazamiento de las Jornadas, donde se hicieron algunas actividades, esencialmente los debates pero también alguna actuación. De todos modos, seguía sin cuadrar lo de la batería: era julio de 1977 y Oriol Perucho, el baterista, estuvo en toda esa campaña que ese verano les llevaría a actuar en Canet (con Pau Riba en su "Astarot Universdherba"), en el camping de Cunit, en Palafolls... En cambio, quién no estaba ese verano, pues se hallaba cumpliendo el servicio militar, era el saxofonista alto Albert Subirats, que sí suena en la grabación.
Tiempo después, Oriol Perucho me descartaba categóricamente que esa grabación fuera de las Jornadas Libertarias. Y, finalmente, unos días más tarde, en una nueva reunión con Oriol y además con Ginger, el saxo soprano (de hecho, los dos únicos supervivientes de la banda), éste iba a datar exactamente el registro: había tenido lugar en los Caputxins de Sarrià, Barcelona, el año 1976. (Un concierto doble en el que también actuaría el grupo Viejas aceras).
Todo cobraba sentido: las características de la grabación y la falta de batería pues, en 1976, Oriol Perucho era el que estaba haciendo la mili. (Este hecho, lo de la mili, tristemente normal en la época, tenía una peculiaridad al tratarse de Perucho's. Mientras la mayoría -por no decir la totalidad- de los grupos reemplazaban al llamado a filas de una forma u otra pero siempre con rapidez, ellos ni siquiera se lo planteaban: nadie podía entrar en su pequeña sociedad cerrada. De los cuatro miembros, sólo uno se salvó, el guitaferrista Jordi Graells. Se daba la particularidad de que debido a lo escalonado de sus edades, hubo un período de unos tres años y pico en el que al menos siempre faltó un miembro, pues cuando uno llegaba de la mili, al poco tiempo se marchaba otro).
Tras ese segundo encuentro, Ginger me dijo que tenía otra grabación del mismo concierto y que me la enviaría para que decidiera cuál de las dos estaba mejor. Esto me dio bastante trabajo, pues no es lo mío y ciertamente había diferencias sensibles entre las dos grabaciones. En realidad se trata de la misma cinta y lo que varia es su digitalización. Finalmente, me he decidido por la primera que está algo más alta de volumen.
Me contaba Oriol Perucho que se planteaban cada concierto de un modo distinto. Durante un tiempo, sus intervenciones se iniciaban como una serie de solos concatenados que, a veces, se iban convirtiendo en diálogos o triálogos. En el número 36 de la revista Star (que sería de finales del 77 o principios del 78), había una breve referencia a un concierto de Perucho's en La Orquídea. Estaba dentro de la sección Prensa Marginal, que era firmada colectivamente, aunque sospecho que el autor en este caso debía ser Juan Bufill, que era el que normalmente seguía y escribía sobre las cuitas de la gente del "fri" de Barcelona, como Perucho's, La propiedad es un robo, Psicópatas del norte...
"El primer día tocaron Peruchos y Psicópatas. Los primeros ya llevan tiempo haciendo un rollo parecido (diálogos entre instrumentos, etc), y ahora necesitan dinero para grabar su primer disco. En mi opinión les falta garra, aunque en ocasiones (Jornadas Libertarias...) me han sorprendido con momentos absolutamente esquizofrénicos. Si el disco les sale marchoso, valdrá la pena. Pero, ¿se llegará a grabar?."
Bueno, una anotación interesante de la época, ¿no les parece? No entiendo lo de la falta de garra, pero en fin. De todos modos, quería apuntar una última cosa acerca de lo de los diálogos: escuchando la grabación, tengo la sensación de que realmente se trata más de soliloquios superpuestos.
No me extiendo más. Como ya verán, no es free jazz, ni tampoco rock, y muestra una forma muy peculiar de improvisar. Además, hay una querencia por el ruido (noise) sorprendente en aquellos años y aquí. Es "some kind of caña". El maestro de ceremonias que los presenta es Jaume Martín, el de la Propiedad. Y, atentos a la primera intervención de Graells a la guitarra: es absolutamente demencial.
Aunque este post es urbi et orbi -y de todo corazón-, se lo queremos dedicar de forma especial a alguien: el Dr. Melis. ¡Va por usted!
Con todos ustedes, Los Perucho's (Ginger, Albert Subirats y Jordi Graells) en Els Caputxins de Sarrià, Barcelona, el sábado 27 de marzo de 1976.
Gracias a Roger y a Víctor, por suministrarme la primera cinta. Gracias a Oriol y Ginger por darme su aquiescencia. Agradecimientos, también, a Martí Sans que guardaba el cartel -como tantas otras cosas- de la actuación de Els Caputxins.
Si alguien lo quiere descargar, lo tienen en Internet Archive en MP3 o AIFF.
Voy a empezar diciendo que esta entrada me ha dado más guerra que el copón. Hace unos meses, el amigo Roger Atrofe me pasaba unos registros de conciertos de los años 70 que, a su vez, a él le había pasado Víctor Nubla. Uno de ellos venía consignado como el concierto que Perucho's dieron en las Jornadas Libertarias de 1977. Pueden imaginar cómo me quedé al leerlo.
Pero, tratándose de Perucho's las cosas no iban a ser tan fáciles, ni mucho menos. Al oírlo de entrada, algo no cuadraba. No había batería y la grabación había sido tomada en un interior, cuando los conciertos de las Jornadas Libertarias se hicieron en la plaza del Parc Güell. Llegué a pensar que quizá la actuación podía haber tenido lugar en el Saló Diana, que era el segundo emplazamiento de las Jornadas, donde se hicieron algunas actividades, esencialmente los debates pero también alguna actuación. De todos modos, seguía sin cuadrar lo de la batería: era julio de 1977 y Oriol Perucho, el baterista, estuvo en toda esa campaña que ese verano les llevaría a actuar en Canet (con Pau Riba en su "Astarot Universdherba"), en el camping de Cunit, en Palafolls... En cambio, quién no estaba ese verano, pues se hallaba cumpliendo el servicio militar, era el saxofonista alto Albert Subirats, que sí suena en la grabación.
Tiempo después, Oriol Perucho me descartaba categóricamente que esa grabación fuera de las Jornadas Libertarias. Y, finalmente, unos días más tarde, en una nueva reunión con Oriol y además con Ginger, el saxo soprano (de hecho, los dos únicos supervivientes de la banda), éste iba a datar exactamente el registro: había tenido lugar en los Caputxins de Sarrià, Barcelona, el año 1976. (Un concierto doble en el que también actuaría el grupo Viejas aceras).
Todo cobraba sentido: las características de la grabación y la falta de batería pues, en 1976, Oriol Perucho era el que estaba haciendo la mili. (Este hecho, lo de la mili, tristemente normal en la época, tenía una peculiaridad al tratarse de Perucho's. Mientras la mayoría -por no decir la totalidad- de los grupos reemplazaban al llamado a filas de una forma u otra pero siempre con rapidez, ellos ni siquiera se lo planteaban: nadie podía entrar en su pequeña sociedad cerrada. De los cuatro miembros, sólo uno se salvó, el guitaferrista Jordi Graells. Se daba la particularidad de que debido a lo escalonado de sus edades, hubo un período de unos tres años y pico en el que al menos siempre faltó un miembro, pues cuando uno llegaba de la mili, al poco tiempo se marchaba otro).
Tras ese segundo encuentro, Ginger me dijo que tenía otra grabación del mismo concierto y que me la enviaría para que decidiera cuál de las dos estaba mejor. Esto me dio bastante trabajo, pues no es lo mío y ciertamente había diferencias sensibles entre las dos grabaciones. En realidad se trata de la misma cinta y lo que varia es su digitalización. Finalmente, me he decidido por la primera que está algo más alta de volumen.
Me contaba Oriol Perucho que se planteaban cada concierto de un modo distinto. Durante un tiempo, sus intervenciones se iniciaban como una serie de solos concatenados que, a veces, se iban convirtiendo en diálogos o triálogos. En el número 36 de la revista Star (que sería de finales del 77 o principios del 78), había una breve referencia a un concierto de Perucho's en La Orquídea. Estaba dentro de la sección Prensa Marginal, que era firmada colectivamente, aunque sospecho que el autor en este caso debía ser Juan Bufill, que era el que normalmente seguía y escribía sobre las cuitas de la gente del "fri" de Barcelona, como Perucho's, La propiedad es un robo, Psicópatas del norte...
"El primer día tocaron Peruchos y Psicópatas. Los primeros ya llevan tiempo haciendo un rollo parecido (diálogos entre instrumentos, etc), y ahora necesitan dinero para grabar su primer disco. En mi opinión les falta garra, aunque en ocasiones (Jornadas Libertarias...) me han sorprendido con momentos absolutamente esquizofrénicos. Si el disco les sale marchoso, valdrá la pena. Pero, ¿se llegará a grabar?."
Bueno, una anotación interesante de la época, ¿no les parece? No entiendo lo de la falta de garra, pero en fin. De todos modos, quería apuntar una última cosa acerca de lo de los diálogos: escuchando la grabación, tengo la sensación de que realmente se trata más de soliloquios superpuestos.
No me extiendo más. Como ya verán, no es free jazz, ni tampoco rock, y muestra una forma muy peculiar de improvisar. Además, hay una querencia por el ruido (noise) sorprendente en aquellos años y aquí. Es "some kind of caña". El maestro de ceremonias que los presenta es Jaume Martín, el de la Propiedad. Y, atentos a la primera intervención de Graells a la guitarra: es absolutamente demencial.
Aunque este post es urbi et orbi -y de todo corazón-, se lo queremos dedicar de forma especial a alguien: el Dr. Melis. ¡Va por usted!
Con todos ustedes, Los Perucho's (Ginger, Albert Subirats y Jordi Graells) en Els Caputxins de Sarrià, Barcelona, el sábado 27 de marzo de 1976.
Gracias a Roger y a Víctor, por suministrarme la primera cinta. Gracias a Oriol y Ginger por darme su aquiescencia. Agradecimientos, también, a Martí Sans que guardaba el cartel -como tantas otras cosas- de la actuación de Els Caputxins.
Si alguien lo quiere descargar, lo tienen en Internet Archive en MP3 o AIFF.
jueves, 9 de septiembre de 2010
Guitarrowing: Little Niles, por John Renbourn
"Little Niles", el tema de Randy Weston, en un arreglo particular, llevándolo a su mundo, del guitarrista inglés John Renbourn.
El tema pertenece al disco Wheel of Fortune, un directo que grabaron Renbourn y Robin Williamson en 1993 y que editó dos años más tarde el sello Castle Records. Estas dos leyendas del folk británico (el primero, fundador de Pentangle; el segundo, de la Incredible String Band), se juntaron ese año de 1993 para hacer una gira mano a mano bajo el cachondo nombre de Impenetrable String Tangle. Ay, estos viejos hippies, siempre bromeando.
El disco es estupendo de cabo a rabo, al menos para los que gusten del palo este, pero hemos escogido este "Little Niles" para Guitarrowing, aparte de porque nos gusta, porque es bonito escuchar a alguien como Renbourn haciendo su lectura personal e intransferible de un tema de jazz que exulta blues. El mundo del jazz no ha dejado de apropiarse de canciones para convertirlas en otra cosa y nunca nadie ha dicho nada; en justiprecio, cuando desde fuera de él se toma algo para hacer lo propio, muchos deberían callar. Como mínimo, por aquello del "café para todos" (y que nadie piense que esta frase es de Fraga, porque no).
El tema pertenece al disco Wheel of Fortune, un directo que grabaron Renbourn y Robin Williamson en 1993 y que editó dos años más tarde el sello Castle Records. Estas dos leyendas del folk británico (el primero, fundador de Pentangle; el segundo, de la Incredible String Band), se juntaron ese año de 1993 para hacer una gira mano a mano bajo el cachondo nombre de Impenetrable String Tangle. Ay, estos viejos hippies, siempre bromeando.
El disco es estupendo de cabo a rabo, al menos para los que gusten del palo este, pero hemos escogido este "Little Niles" para Guitarrowing, aparte de porque nos gusta, porque es bonito escuchar a alguien como Renbourn haciendo su lectura personal e intransferible de un tema de jazz que exulta blues. El mundo del jazz no ha dejado de apropiarse de canciones para convertirlas en otra cosa y nunca nadie ha dicho nada; en justiprecio, cuando desde fuera de él se toma algo para hacer lo propio, muchos deberían callar. Como mínimo, por aquello del "café para todos" (y que nadie piense que esta frase es de Fraga, porque no).
martes, 7 de septiembre de 2010
Fantasmas antes del desayuno
Hace unos días, nuestro amigo Josep Maria Ripoll nos preguntaba si conocíamos una vieja peliculita experimental llamada Vormittagsspuk, del alemán Hans Richter. Y, además, nos sugería que, como de vez en cuando incluíamos clips de films, éste podía ser ideal para el hotel.
¡Claro que lo conocemos! ¡Es un gran film Dadá! ¡Y por supuesto que vamos a hacer una entrada con él, porque tiene razón nuestro amigo y aquí quedará de cojones!
Hans Richter dirigió este pequeño ejercicio de subversión surreal en 1928. Richter ya había realizado antes unos cuantos apreciables cortometrajes de corte más abstracto, como la serie Rhytmus (1921-1935) o Filmstudie (1926), en la línea de las investigaciones formales de otros cineastas contemporáneos suyos, como Vicking Eggeling o Walter Ruttman: ensayos con la luz, pintura en movimiento, música visual... preocupaciones del pintor que era por aquel entonces.
En 1926, Richter tuvo su primer contacto con el surrealismo, y Vormittagsspuk (Ghosts Before Breakfast) sería su primer trabajo en el que se muestra plenamente bajo el influjo del movimiento. Vormittagsspuk se convirtió desde el primer momento en un clásico del cine dadá y surrealista, como Entr’acte, Ballet mecanique, Anemic cinema, los cortos de Man Ray, Un chien andalou o Le sang d’un poète.
Paul Hindemith, el de la mejor época, le puso música. Unos años después, los nazis “catalogaron” el film como Arte Degenerado, destruyendo sus únicas versiones sonoras. Se pudo salvar la cinta muda, y para el clip que se ve a continuación la música no original es de Donald Sosin. (Ni idea de si al menos queda por ahí alguna partitura de Hindemith para la película, aunque sería bueno averiguarlo).
Fantasmas antes del desayuno, un film de objetos, rebelión y danza:
Tras la guerra, ya ciudadano de Estados Unidos, dirigió el largometraje de episodios Dreams That Money Can Buy (1947) y el mediometraje Dadascope (1961), ambos siguiendo la estela surrealista, aunque, a mi juicio, sin la explosiva fuerza juvenil de los films de los 20. En 1965 escribió una interesantísima Historia del dadaísmo.
En esta web (UbuWeb) pueden visionar algunos de sus otros films de la década de los años 20, casi siempre con nuevas sonorizaciones.
A Josep Maria.
¡Claro que lo conocemos! ¡Es un gran film Dadá! ¡Y por supuesto que vamos a hacer una entrada con él, porque tiene razón nuestro amigo y aquí quedará de cojones!
Hans Richter dirigió este pequeño ejercicio de subversión surreal en 1928. Richter ya había realizado antes unos cuantos apreciables cortometrajes de corte más abstracto, como la serie Rhytmus (1921-1935) o Filmstudie (1926), en la línea de las investigaciones formales de otros cineastas contemporáneos suyos, como Vicking Eggeling o Walter Ruttman: ensayos con la luz, pintura en movimiento, música visual... preocupaciones del pintor que era por aquel entonces.
En 1926, Richter tuvo su primer contacto con el surrealismo, y Vormittagsspuk (Ghosts Before Breakfast) sería su primer trabajo en el que se muestra plenamente bajo el influjo del movimiento. Vormittagsspuk se convirtió desde el primer momento en un clásico del cine dadá y surrealista, como Entr’acte, Ballet mecanique, Anemic cinema, los cortos de Man Ray, Un chien andalou o Le sang d’un poète.
Paul Hindemith, el de la mejor época, le puso música. Unos años después, los nazis “catalogaron” el film como Arte Degenerado, destruyendo sus únicas versiones sonoras. Se pudo salvar la cinta muda, y para el clip que se ve a continuación la música no original es de Donald Sosin. (Ni idea de si al menos queda por ahí alguna partitura de Hindemith para la película, aunque sería bueno averiguarlo).
Fantasmas antes del desayuno, un film de objetos, rebelión y danza:
Tras la guerra, ya ciudadano de Estados Unidos, dirigió el largometraje de episodios Dreams That Money Can Buy (1947) y el mediometraje Dadascope (1961), ambos siguiendo la estela surrealista, aunque, a mi juicio, sin la explosiva fuerza juvenil de los films de los 20. En 1965 escribió una interesantísima Historia del dadaísmo.
En esta web (UbuWeb) pueden visionar algunos de sus otros films de la década de los años 20, casi siempre con nuevas sonorizaciones.
A Josep Maria.
lunes, 6 de septiembre de 2010
domingo, 5 de septiembre de 2010
Noah Howard (1943-2010)
El viernes pasado falleció el saxofonista alto Noah Howard. Perteneció a la segunda "ola" del free, la que irrumpe a mediados de los 60, como su colega Frank Wright. Pensaba no hacer más obituarios, porque es el cuento de nunca acabar, pero en el caso de Howard no he podido resistirme. Tal vez no fuera uno de los grandes, eso en el hotel no importa demasiado, lo que ocurre es que siento una debilidad especial por él. Uno de los primeros discos que compré de free jazz, aún en vinilo y de segunda mano, fue The Black Ark, de 1969, y siempre me pareció -me lo sigue pareciendo- un disco fuerte y a la vez hermoso.
Aunque sea para recordarle brevemente, vamos a poner un tema suyo. Podríamos haber elegido una de esas odas descarnadas, como las de sus primeros discos, o alguno de esos temas basados en líneas de lirismo quebrado y algo ingenuo que tanto le caracterizaban, pero vamos a optar por una versión de "Lift every voice and sing", el "Himno Negro". Solemne y elegíaco -y sencillo y ayleriano-, ideal para despedirlo. Pertenece al disco Live in Europe Vol. 1, que se grabó en 1975. El resto del cuarteto en este tema lo completaban el pianista Takashi Kako, el contrabajista Ken Carter y el baterista Muhammad Ali.
Descanse en paz.
Aunque sea para recordarle brevemente, vamos a poner un tema suyo. Podríamos haber elegido una de esas odas descarnadas, como las de sus primeros discos, o alguno de esos temas basados en líneas de lirismo quebrado y algo ingenuo que tanto le caracterizaban, pero vamos a optar por una versión de "Lift every voice and sing", el "Himno Negro". Solemne y elegíaco -y sencillo y ayleriano-, ideal para despedirlo. Pertenece al disco Live in Europe Vol. 1, que se grabó en 1975. El resto del cuarteto en este tema lo completaban el pianista Takashi Kako, el contrabajista Ken Carter y el baterista Muhammad Ali.
Descanse en paz.
sábado, 4 de septiembre de 2010
Una notable aportación praguense al arte de la política
En la historia política de Praga se cuentan al menos dos defenestraciones importantes, relacionadas en los dos casos con las tensiones entre católicos y husitas (protestantes checos).
La Primera Defenestración tuvo lugar en 1419 y se produjo en el marco del surgimiento del movimiento reformista de la Iglesia que promovió en Praga el teólogo Jan Hus. Condenado por herejía, Hus fue quemado en la hoguera en 1415, lo que provocó una rebelión en Bohemia liderada por el predicador husita Jan Želivský. El 30 de julio de 1419, un grupo de husitas exaltados entraron en el Novomĕstska radnice (el Ayuntamiento de Nové Mĕsto) y arrojaron desde las ventanas de la Sala de Justicia, en la torre (no sé exactamente el piso), a siete concejales católicos que morirían debido a la caída. Este hecho sería uno de los factores determinantes para que se desataran las guerras husitas (1419-1436).
La Segunda Defenestración de Praga tendría lugar dos siglos más tarde en el Antiguo Palacio Real, sito dentro del recinto del Castillo de la ciudad. El 23 de mayo de 1618, los nobles protestantes que se habían revelado contra los Estados bohemios y el emperador Habsburgo, lanzaron a dos de sus gobernadores y a un escriba del castillo por las ventanas de la segunda de las salas de la Cancillería de Bohemia, junto al gran Salón Vladislav. En este caso, los tres sobrevivieron debido a que la caída fue amortiguada por el estiércol que llenaba el foso. No obstante, las consecuencias de esta segunda defenestración fueron inmensas, pues desencadenaron uno de los grandes conflictos europeos de la Historia moderna, la Guerra de los Treinta Años, que asoló Centroeuropa hasta 1648.
En ambos casos, la trascendencia de los actos terminó por dar un significado político a la palabra “defenestración”. “Defenestrar” es arrojar a alguien por la ventana y, también, destituir o expulsar a alguien de su puesto o cargo.
Habría aún un posible tercer caso de defenestración, aunque no hay un testimonio definitivo que lo confirme como tal. El 10 de marzo de 1948, el Ministro de asuntos exteriores Jan Masaryk (hijo de uno de los fundadores y presidente de la primera República de Checoslovaquia en 1918, Tomáš G. Masaryk) murió al caer de una de las ventanas de los pisos superiores del Palacio Černin, en Hradčany (el barrio del Castillo), que a la sazón era el Ministerio de Asuntos Exteriores. Masaryk era el único miembro no comunista del gobierno surgido tras el “Febrero victorioso”, una especie de golpe de estado “blando” que instauró el régimen prosoviético en Checoslovaquia. Aunque nunca se ha sabido si cayó o fue arrojado, las circunstancias del caso, así como la propia tradición de la ciudad, permiten albergar fundadas dudas al respecto.
Dicho llanamente, cuando no se está de acuerdo con alguien, se coge, se le tira por la ventana, y sanseacabó. Es un método más económico y sostenible que el fusilamiento, querido Artal.
El primer tema era "Podivuhodný mandarin" y este segundo "Dvacet", ambos de los checos The Plastic People of the Universe (letras del poeta Egon Bondy, música del bajista y cantante Milan Hlavsa). Fueron grabados en directo en diciembre de 1974 y pertenecen al disco Egon Bondy's Happy Hearts Club Banned. (El grabado del principio reperesenta una escena de la segunda defenestración).
Bueno, pues con este cerramos esta pequeña serie de český-posts.
Fotos, por los Torrance (excepto la del Palacio Černin).
PS: por ejemplo, en Hangmen also die!, el prisionero de la resistencia prefiere saltar por la ventana antes que hablar.
viernes, 3 de septiembre de 2010
Órganos de tubos
Denle al reproductor.
Una mañana, en Praga, bastante pronto para lo que suele ser el horario familiar veraniego, nos dirigíamos a la Staromĕstské námĕstí, en Staré Mĕsto (es la plaza del Ayuntamiento de la Ciudad Vieja). Nos hallábamos cerca de allí cuando dije de parar en la iglesia de San Jaime (Malá Štupartská 6, Staré Mĕsto). Había leído que el sonido de su órgano de tubos era especialmente bueno. Se trata de una iglesia gótica del s. XIV con un ábside muy largo. La fachada, obviamente, fue remozada en un estilo barroco en el s. XVIII –aunque, esta vez, discretamente dentro de lo que cabe, todo hay que decirlo.
Una vez dentro, cual fue nuestra sorpresa al oir que alguien estaba tocando el órgano. La iglesia estaba prácticamente vacía. Eran las 10 y poco. Había leído que se hacían conciertos gratuitos (costumbre que no se prodiga en las iglesias de Praga que los ofrecen) los domingos, pero ese día era martes. Nos quedamos sentados, escuchando. Detrás nuestro, una pareja también. Reconocí alguna pieza de Bach, pero más bien parecía un estudiante practicando, pues algunos fragmentos se interrumpían. Con todo, nos quedamos unos 15 minutos a escuchar. Fue como tocar el cielo. Una ascensión. Salimos relajados, revitalizados. Los miembros ya no nos pesaban.
A continuación, cuatro imágenes de San Jaime, el exterior, el interior, dos del órgano (observad en la segunda de ellas, el plano más corto, la luz que hay a la derecha que era la que iluminaba a quien fuera que estuviera tocando), y una fotografía del organista y profesor checo Jiří Ropek que había en un panel dentro de la iglesia.
No fueron las primeras fotos que hicimos de un órgano de tubos. Unos días antes, en la imponente iglesia barroca de San Nicolás (Malostranská námĕstí 38), en la Malá Strana, habíamos tomado imágenes de los órganos que alberga. Terminado en 1755, este edifificio es una de las joyas del barroco europeo. En su techo puede contemplarse un espectacular fresco que se funde con la arquitectura gracias a un ingenioso trampantojo.
Su órgano de 2500 tubos data de 1746. En 1787, el propio Mozart tocó en él. Y también en él, y dentro de la iglesia, se interpretaron postumamente fragmentos de su inacabado Réquiem con motivo de una misa celebrada el 10 de diciembre de 1791 por el fallecimiento del músico austriaco. Además de este suntuoso órgano, nuestra sorpresa fue descubrir que había dos más. En la parte izquierda de la galería superior, sobre la capilla de San Miguel, había un órgano manual doble mucho más pequeño, con un secreto de dimensiones abarcables. Abajo, en la nave, a la derecha del presbiterio, aún había otro órgano portátil.
Iglesia de San Nicolás, situada en una manzana en medio de la plaza: exterior, interior y carteles anunciadores de conciertos que tienen lugar en ella.
A continuación, el gran órgano,
el mediano,
y el "portátil" de San Nicolás, en Malá Strana.
Un día antes, en la Catedral de San Vito, que está situada dentro del Castillo de Praga, habíamos podido contemplar su órgano de 6500 tubos.
Y, justo enfrente, al otro lado del tercer patio del Castillo de Praga, este pequeño órgano de la Capilla de Todos los Santos, anexa al alucinante Salón Vladislav del Antiguo Palacio Real (estancia en la que se celebraban torneos y a la que los caballeros llegaban montados a caballo subiendo unas grandes escaleras que ya no existen).
Y, para finalizar, la iglesia de San Gil (Husova esquina con Zlatá), en Staré Mĕsto, a la que calificaría de un poquito más comercial. Tiene un órgano de tubos también y se realizan muchos conciertos (de pago) en ella, que anuncian inundando la ciudad de propaganda (hoteles incluidos). Como había oficio, el capellán nos dijo que no hiciéramos más fotos.
Y antes de despedirnos, dos imágenes de dos iglesias que no pudimos visitar pero en las que también hay órganos. La primera, la magnífica iglesia de Nuestra Señora delante de Týn, enclavada entre la Staromĕstské námĕstí y la Týnský Dvůr, en Staré Mĕsto, y cuya entrada queda en un pasaje en la parte posterior de los dos edificios que obstruyen parcialmente su visión. No se abre para turistas (y hacen bien). La otra, que estaba cerrada, es la pequeña iglesia de la Asunción de la Virgen María, situada dentro del Monasterio de Strahov, en Hradčany (el barrio del Castillo). Al parecer, su órgano también lo tocó Mozart.
Al final de Hangmen Also Die!, en la muerte en la calle del indeseable Emil Czaka, éste cae cerca de una iglesia abierta, de la que emana luz y un sonido de órgano. Malherido, Czaka se levanta y trata de acercarse a la puerta, pero muere antes de llegar a entrar.
Praga, una ciudad llena de órganos de tubos.
Fotos de D. Torrance.
Mark Charig (corneta) y Keith Tippett (órgano), un extracto del tema "Bellaphon", del disco Pipedream (Ogun Records, 1977), reeditado este mismo año.
Una mañana, en Praga, bastante pronto para lo que suele ser el horario familiar veraniego, nos dirigíamos a la Staromĕstské námĕstí, en Staré Mĕsto (es la plaza del Ayuntamiento de la Ciudad Vieja). Nos hallábamos cerca de allí cuando dije de parar en la iglesia de San Jaime (Malá Štupartská 6, Staré Mĕsto). Había leído que el sonido de su órgano de tubos era especialmente bueno. Se trata de una iglesia gótica del s. XIV con un ábside muy largo. La fachada, obviamente, fue remozada en un estilo barroco en el s. XVIII –aunque, esta vez, discretamente dentro de lo que cabe, todo hay que decirlo.
Una vez dentro, cual fue nuestra sorpresa al oir que alguien estaba tocando el órgano. La iglesia estaba prácticamente vacía. Eran las 10 y poco. Había leído que se hacían conciertos gratuitos (costumbre que no se prodiga en las iglesias de Praga que los ofrecen) los domingos, pero ese día era martes. Nos quedamos sentados, escuchando. Detrás nuestro, una pareja también. Reconocí alguna pieza de Bach, pero más bien parecía un estudiante practicando, pues algunos fragmentos se interrumpían. Con todo, nos quedamos unos 15 minutos a escuchar. Fue como tocar el cielo. Una ascensión. Salimos relajados, revitalizados. Los miembros ya no nos pesaban.
A continuación, cuatro imágenes de San Jaime, el exterior, el interior, dos del órgano (observad en la segunda de ellas, el plano más corto, la luz que hay a la derecha que era la que iluminaba a quien fuera que estuviera tocando), y una fotografía del organista y profesor checo Jiří Ropek que había en un panel dentro de la iglesia.
No fueron las primeras fotos que hicimos de un órgano de tubos. Unos días antes, en la imponente iglesia barroca de San Nicolás (Malostranská námĕstí 38), en la Malá Strana, habíamos tomado imágenes de los órganos que alberga. Terminado en 1755, este edifificio es una de las joyas del barroco europeo. En su techo puede contemplarse un espectacular fresco que se funde con la arquitectura gracias a un ingenioso trampantojo.
Su órgano de 2500 tubos data de 1746. En 1787, el propio Mozart tocó en él. Y también en él, y dentro de la iglesia, se interpretaron postumamente fragmentos de su inacabado Réquiem con motivo de una misa celebrada el 10 de diciembre de 1791 por el fallecimiento del músico austriaco. Además de este suntuoso órgano, nuestra sorpresa fue descubrir que había dos más. En la parte izquierda de la galería superior, sobre la capilla de San Miguel, había un órgano manual doble mucho más pequeño, con un secreto de dimensiones abarcables. Abajo, en la nave, a la derecha del presbiterio, aún había otro órgano portátil.
Iglesia de San Nicolás, situada en una manzana en medio de la plaza: exterior, interior y carteles anunciadores de conciertos que tienen lugar en ella.
A continuación, el gran órgano,
el mediano,
y el "portátil" de San Nicolás, en Malá Strana.
Un día antes, en la Catedral de San Vito, que está situada dentro del Castillo de Praga, habíamos podido contemplar su órgano de 6500 tubos.
Y, justo enfrente, al otro lado del tercer patio del Castillo de Praga, este pequeño órgano de la Capilla de Todos los Santos, anexa al alucinante Salón Vladislav del Antiguo Palacio Real (estancia en la que se celebraban torneos y a la que los caballeros llegaban montados a caballo subiendo unas grandes escaleras que ya no existen).
Y, para finalizar, la iglesia de San Gil (Husova esquina con Zlatá), en Staré Mĕsto, a la que calificaría de un poquito más comercial. Tiene un órgano de tubos también y se realizan muchos conciertos (de pago) en ella, que anuncian inundando la ciudad de propaganda (hoteles incluidos). Como había oficio, el capellán nos dijo que no hiciéramos más fotos.
Y antes de despedirnos, dos imágenes de dos iglesias que no pudimos visitar pero en las que también hay órganos. La primera, la magnífica iglesia de Nuestra Señora delante de Týn, enclavada entre la Staromĕstské námĕstí y la Týnský Dvůr, en Staré Mĕsto, y cuya entrada queda en un pasaje en la parte posterior de los dos edificios que obstruyen parcialmente su visión. No se abre para turistas (y hacen bien). La otra, que estaba cerrada, es la pequeña iglesia de la Asunción de la Virgen María, situada dentro del Monasterio de Strahov, en Hradčany (el barrio del Castillo). Al parecer, su órgano también lo tocó Mozart.
Al final de Hangmen Also Die!, en la muerte en la calle del indeseable Emil Czaka, éste cae cerca de una iglesia abierta, de la que emana luz y un sonido de órgano. Malherido, Czaka se levanta y trata de acercarse a la puerta, pero muere antes de llegar a entrar.
Praga, una ciudad llena de órganos de tubos.
Fotos de D. Torrance.
Mark Charig (corneta) y Keith Tippett (órgano), un extracto del tema "Bellaphon", del disco Pipedream (Ogun Records, 1977), reeditado este mismo año.
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