lunes, 31 de enero de 2011

John Barry (1933-2011)


John Barry se ha ido con su auto a otra parte. Que le vaya bien y esté bien acompañado.



En su recuerdo hemos elegido "Fun City" de la banda sonora de Midnight Cowboy, ya que nunca hemos puesto nada de la misma.

viernes, 28 de enero de 2011

Mark Charig en Barcelona

Hoy nos hemos enterado de la programación del próximo Hurta Cordel Barcelona, que se celebra ya mismo, entre el 9 y el 12 de febrero. Cuatro conciertos interesantes y, sobre todo, un personaje por el que sentimos debilidad, el cornetista inglés Mark Charig (que actuará en dúo con el violinista alemán Christoph Irmer).

Hace justo un año, Charig tocaba así con un trío en Alemania (junto a Georg Wolf, contrabajo, y Jörg Fischer, batería)



Pero, recordemos...



... exacto, tocaba la corneta en "Islands" de King Crimson (como tantas otras cosas buenas que hizo en aquellos años, entre otras su disco Pipedream). "Islands", un tema inolvidable. El crepúsculo hecho música. No nos importaría morir si está sonando esta canción. Es cierto que no sólo está él, acompañaron también a Crimson en este tema nada menos que Keith Tippett, Robin Miller y Harry Miller; pero Charig ahí vuela.

See you soon, Mark

Programaciones:
II Hurta Cordel Barcelona
XV Hurta Cordel Madrid

Miradas a cámara

Cuando a uno se le viene un porrón de curro encima, no hay como los 60 para afrontarlo.

"Season of the Witch", de Donovan, por Julie Driscoll, Brian Auger & the Trinity



"The Letter", de Alex Chilton, por The Box Tops



Como ha cambiado la actitud ante una cámara, de la gente en general y de los músicos en particular. Es un tópico decirlo, pero es que en verdad era distinta esa actitud, por ejemplo, en los 60 a como es ahora. Con todo, hay matices y variaciones. A la Julie, que era actriz, y al Brian se les ve más o menos metidos en el papel que se supone han de hacer, por absurdo que éste sea o nos parezca que es. En cambio, Chilton y los cebollos que le acompañan, o me lo parece a mí o se chotean de mala manera del playback.

miércoles, 26 de enero de 2011

Gong en Montserrat, en la web sense nom


Hace unos años, un amigo me prestaba un dvd titulado Gong @ Montserrat 1973 and other stories. Se trataba de una recopilación de material diverso relacionado con Daevid Allen, en el que además de filmaciones de Soft Machine, Gong y otras posteriores, la perla era el fragmento tiulado "Gong @ Montserrat 73", que documentaba la alucinante aparición de Gong en el monasterio de Montserrat en 1973.

Hace unas semanas, los de la web sense nom se descolgaban con dos artículos de resonancias igualmente alucinógenas: "Gong a Montserrat" y "Gong en Terrassa". O sea que, por si no había sido suficiente, los Gong no sólo actuaron en Montserrat sino que también lo hicieron unos días más tarde en el Parc de Sant Jordi de Terrassa. Y todo ello en 1973, no lo olvidemos.

La cantidad de comentarios que generaron ambas páginas fue bestial, y lo cierto es que era un placer irlos leyendo, como un serial, a medida que iban apareciendo: comentarios de todo tipo, puntualizaciones, nuevos comentarios, exclamaciones de sorpresa, más puntualizaciones... Hasta que, finalmente, el otro día el Brother Francis, personaje clave para que pudiera darse tal anomalía astrológica (que Gong actuara en tales lugares), explicaba la versión definitiva, completando y corrigiendo algunos detalles del texto que el propio Allen había escrito sobre la experiencia de Montserrat en el libreto del dvd.

Todo en conjunto, una gozada. Si tienen tiempo, entretenganse en mirarlo. Es de esa clase de historias que en el hotel nos gustan mucho.

Ahí van los enlaces:
Gong a Montserrat: www.lwsn.net/article/gong-a-montserrat
Gong en Terrassa: www.lwsn.net/article/gong-en-terrassa
GONGSERRAT, per Francesc Bofill: www.lwsn.net/article/gongserrat-per-francesc-bofill

domingo, 23 de enero de 2011

Guitarrowing: To de re per a mandolina i clarinet, por Rafael Zaragoza 'Zarita'

El primer disco de la Orquestra Mirasol, Salsa catalana (1975), se abría con un tema de Xavier Batllés que, a la postre, ha quedado como el más representativo de la formación, el "To de re per a mandolina i clarinet". Al año siguiente, la Orquestra grababa su segundo y último disco como tal antes de convertirse en Mirasol-Colores, que ya era otra historia. Ese doble álbum, D'oca a oca i tira que et toca (1976), se cerraba también con el "To de re", esta vez en una versión para guitarra encargada ex profeso, arreglada e interpretada por Rafael Zaragoza 'Zarita'.

Mientras en la primera versión la mandolina y el clarinete ejecutaban la melodía sobre una base de piano, bajo y percusión, en la segunda, más breve, sólo había una guitarra acústica. El tema en sí ya es sensacional, pero esta versión es una auténtica delicia. Una vez le preguntamos a Rafa sobre ella. "Me costó un huevo sacar el arreglo", respondió. Hoy, por mail, nos ha dado una explicación más extensa.

"Estaba practicando la afinación de guitarra en Re abierto (Re, La, Re, Fa#, La, Re). Me puse como ejercicio el tema, "To de re", porque me gustaba mucho y era una forma de zambullirse en la técnica, un poco a lo bestia. Entre tú y yo, esta versión no acaba de gustarme mucho, porque yo la había trabajado con mi acústica Epiphone, muy manejable, y la bordaba. Pero Batllés y Ammann pensaron que sería mejor que la grabase con una acústica Martin, una jumbo de caja grande que, bien tocada, puede recordar al piano. Como sólo conocíamos a Martí Soler que tuviera una, se la pedimos y la trajo al estudio. No tuve tiempo de hacerme con el instrumento; dicho de otra forma, yo ya estaba sentado con el micro delante cuando llegó Martí Soler con su Martin. No me sentí muy cómodo, el mueble era muy profundo y las cuerdas de tensión fuerte. Creo que de las dos tomas se usó la segunda. El tema fue grabado en la sala grande de los antiguos estudios Gema 1. Sólo la toqué tres o cuatro veces en directo, con SLO-BLO en Zeleste y creo que en el Col.legi d'Enginyers. Y alguna otra vez en una fiesta privada”.



Nos encantan esos cuatro rasgueos finales.

viernes, 21 de enero de 2011

Air raid

En pleno verano de 1943, durante un largo período de calor, la Royal Air Force, apoyada por la Octava Flota Aérea de los Estados Unidos, realizó una serie de ataques aéreos contra Hamburgo. El objetivo de esa empresa, llamada «Operation Gomorrah», era la aniquilación y reducción a cenizas más completa posible de la ciudad. En el raid de la noche del 28 de julio, que comenzó a la una de la madrugada, se descargaron diez toneladas de bombas explosivas e incendiarias sobre la zona residencial densamente poblada situada al este del Elba, que abarcaba los barrios de Hammerbrook, Hamm Norte y Sur, y Bilwerder Ausschlag, así como partes de St. Georg, Eilbek, Barmbek y Wandsbek. Siguiendo un método ya experimentado, todas las ventanas y puertas quedaron rotas y arrancadas de sus marcos mediante bombas explosivas de cuatro mil libras; luego, con bombas incendiarias ligeras, se prendió fuego a los tejados, mientras bombas incendiarias de hasta quince kilos penetraban hasta las plantas más bajas. En pocos minutos, enormes fuegos ardían por todas partes en el área del ataque, de unos veinte kilómetros cuadrados, y se unieron tan rápidamente que, ya un cuarto de hora después de la caída de las primeras bombas, todo el espacio aéreo, hasta donde alcanzaba la vista, era un solo mar de llamas. Y al cabo de otros cinco minutos, a la una y veinte, se levantó una tormenta de fuego de una intensidad como nadie hubiera creído posible hasta entonces. El fuego, que ahora se alzaba dos mil metros hacia el cielo, atrajo con tanta violencia el oxígeno que las corrientes de aire alcanzaron una fuerza de huracán y retumbaron como poderosos órganos en los que se hubieran accionado todos los registros a la vez. Ese fuego duró tres horas. En su punto culminante, la tormenta se llevó frontones y tejados, hizo girar vigas y vallas publicitarias por el aire, arrancó árboles de cuajo y arrastró a personas convertidas en antorchas vivientes. Tras las fachadas que se derrumbaban, las llamas se levantaban a la altura de las casas, recorrían las calles como una inundación, a una velocidad de más de 150 kilómetros por hora, y daban vueltas como apisonadoras de fuego, con extraños ritmos, en los lugares abiertos. En algunos canales el agua ardía. En los vagones del tranvía se fundieron los cristales de las ventanas, y las existencias de azúcar hirvieron en los sótanos de las panaderías. Los que huían de sus refugios subterráneos se hundían con grotescas contorsiones en el asfalto fundido, del que brotaban gruesas burbujas. Nadie sabe realmente cuántos perdieron la vida aquella noche ni cuántos se volvieron locos antes de que la muerte los alcanzara. Cuando despuntó el día, la luz de verano no pudo atravesar la oscuridad plomiza que reinaba sobre la ciudad. Hasta una altura de ocho mil metros había ascendido el humo, extendiéndose allí como un cumulonimbo en forma de yunque. Un calor centelleante, que según informaron los pilotos de los bombarderos ellos habían sentido a través de las paredes de sus aparatos, siguió ascendiendo durante mucho tiempo de los rescoldos humeantes de las montañas de cascotes. Zonas residenciales cuyas fachadas sumaban doscientos kilómetros en total quedaron completamente destruidas. Por todas partes yacían cadáveres aterradoramente deformados. En algunos seguían titilando llamitas de fósforo azuladas, otros se habían quemado hasta volverse pardos o purpúreos, o se habían reducido a un tercio de su tamaño natural. Yacían retorcidos en un charco de su propia grasa, en parte ya enfriada. En la zona de muerte, declarada ya en los días siguientes zona prohibida, cuando a mediados de agosto, después de enfriarse las ruinas, brigadas de castigo y prisioneros de campos de concentración comenzaron a despejar el terreno, encontraron personas que, sorprendidas por el monóxido de carbono, estaban sentadas aún a la mesa o apoyadas en la pared, y en otras partes, pedazos de carne y huesos, o montañas enteras de cuerpos cocidos por el agua hirviente que había brotado de las calderas de calefacción reventadas. Otros estaban tan carbonizados y reducidos a cenizas por las ascuas, cuya temperatura había alcanzado mil grados o más, que los restos de familias enteras podían transportarse en un solo cesto para la ropa.

(Sobre la historia natural de la destrucción, W.G. Sebald, 1999,
traducción de Miguel Sáenz, editorial Anagrama, 2003)

miércoles, 19 de enero de 2011

Sobre Baf, por Ramon Solé

A raíz de la entrada sobre Baf en San Sebastián, hablamos con Ramon Solé y surgió la posibilidad de que él escribiera un artículo a partir de un par de ideas. La primera, puntualizar la información que se daba en la nota de prensa de la "Onda galaico-pirenaica" de 1976, y que aparecía en la anterior entrada. La segunda idea era, sencillamente, la de hablar de su amigo Josep Franco. Para el hotel es un honor poder publicar este bonito y esclarecedor texto.

A continuación, la nota de prensa completa, que reprodujo el Rock Comix sobre el "Rock català" en 1976 y que ocupaba una doble página. Después, el texto de Ramon Solé.

(Pinchar en la imagen para ampliar)


Sobre Baf


No hace mucho tiempo que el incansable Jack Torrance escribió un artículo sobre la actuación de Baf en el Festival de Jazz de San Sebastián en el año 1973. A modo de ilustración aparecía una nota de prensa fechada en 1976 de otra actuación que se realizó en Zeleste. Si alguien lee lo que manifiesta el texto de dicha nota y se fija en la lista de músicos llegará a la conclusión que se trata una formación completamente distinta a la del Baf de San Sebastián. Así es y así pasó. Pero al releer la nota de prensa me dí cuenta que alguien podría llegar a pensar que esto fue fruto de una ruptura entre antiguos miembros personalizada por Josep Franco de una parte y por mí de la otra. De hecho el principal motivo por el cual Franco no tocó en San Sebastián fue por que estaba en la mili, así de prosaico. La mili interrumpió miles de iniciativas durante mucho tiempo, desde grupos ye-yé hasta cuartetos de cuerda. Nosotros no fuimos una excepción. El Baf de Zeleste del 76 se gestó cuando a un servidor le tocó el turno de prestar el servicio a la patria. Sé que no es un asunto tan importante como para componer un desmentido público. Yo lo que quiero es hablar de Josep Franco.

La primera vez que vi con mis propios ojos una guitarra eléctrica en mi vida (una Burns roja como un chile) fue cuando Franco me llevó a ver los ensayos de un grupo en un local del Raval de Barcelona. En aquel entonces se decía “conjunto” y “distrito quinto”. Yo tocaba un poco y con Franco conocí a un tío que sabía tocar la escala de blues en La. Pentatónica, por supuesto. Empecé a conocer gente, a hablar de marcas y tipos de guitarra, a mirar escaparates de instrumentos, a ensayar y practicar en las habitaciones de los amigos comiendo las galletas que nos traían las correspondientes madres. Pronto llegarían los primeros intentos de formar un grupo mientras devorábamos vinilos que llegaban del extranjero. Franco, en cierto modo, tutelaba parte de este proceso seguramente llevado por su temperamento alfa. Franco era de esta clase de personas que siempre defendía al grupo en las comparaciones con los otros. Nosotros éramos los más enrollados, teníamos al guitarrista más rápido, sonábamos mejor ...

Franco quizá no era tan amante del free como parecía. Pero sí era muy amante del grupo que lo tocaba, de su grupo. En el tiempo que toqué con él yo me dedicaba a volar sobre sus líneas de bajo, yo y los demás. Nos costaba encontrar baterías que encajasen o que, simplemente, quisieran tocar con nosotros. Este es el motivo por el cual Martí Soler, un guitarrista, tocó la percusión en San Sebastián. En una actuación en una discoteca donde nos infiltramos como concursantes en un festival pop, Riqui Sabatés, otro guitarrista, tocó la batería. Los temas, que eran más esquemas que otra cosa, llegaban a ser kilométricos. Nuestros detractores nos decían unitonales y era verdad. Pero por algún motivo y en algún momento a mí me parecía que sí éramos un poco más mágicos que los que chuleaban de saber más, tener mejor tempo.

Lo de onda galaico-pirenaica era una crítica paródica de la constante reivindicación de lo mediterráneo que empezó a vivirse. La redacción de la nota de prensa contó con la colaboración de Gato Pérez, según me contó Franco. El Gato sintonizaba bien con Franco, de alfa a alfa. El objetivo de la nota de prensa era contextualizar a Baf como un grupo histórico pero borrando la imagen de un grupo extremo de free total. Se pretendía movilizar a los comentaristas musicales que odiaban los conceptos abstractos. Franco se disculpó que en el texto apareciese este distanciamiento respecto a lo que habíamos hecho anteriormente con o sin él. A mí no me importó por que, entre otras cosas, los tiempos ya empezaban a cambiar. A muchos músicos les interesaba más profundizar en las raíces que irse por las ramas. Aunque se lograron trabajos interesantes, la llegada de lo latino y su manual de instrucciones tuvo efectos fumigantes sobre la creatividad. Los que no comulgaron con el catecismo sabrosón empezaron a desfilar hacia las estepas freakies. Me cuesta explicar lo que pasó pero, a mi entender, la música se territorializó. Aparecieron diferentes estrategias buscando la profesionalización como fin primordial. Ahora parece que lo tuviera claro pero para mí fueron tiempos de una gran confusión.

Con la formación del 76 recuerdo que llegué a tocar en plan invitado en un festival colectivo que se hizo dentro de la programación del Grec. Fue la última vez que tocamos juntos. Llegaron tiempos más duros y fríos. A Josep Franco la gran serpiente que mordió a tantos músicos en Barcelona le inoculó el fatal veneno. Finalmente el bajista que me ayudó a comprar mi primera guitarra, una Guild X-500, a pesar de mi reparo (me parecía una guitarra rarísima), el amigo que me enseñó que era mejor ser un gilipollas auténtico que un auténtico gilipollas, el que me mostró la música como un ascensor para huir de la humedad de la calle desapareció. Yo, en muchas ocasiones, aún me considero su guitarrista.

Ramon Solé, enero de 2011

domingo, 16 de enero de 2011

BAF en el VIII Festival de Jazz de San Sebastián, 1973

Los catalanes BAF fueron uno de los grupos que, ya a principios de los 70, se presentaban como free en Barcelona. De hecho, ellos y Perucho's fueron los pioneros en esto. El grupo tuvo diversas formaciones y encarnaciones, así que lo mejor, por el momento, será recurrir a un documento de la época, una nota de prensa redactada por el grupo a raíz de unos conciertos que debían ofrecer en la sala Zeleste en mayo de 1976, y que fue recogida ese mismo año en el Rock Comix dedicado al "Rock Català" (el rock català de entonces, claro está).

(Pinchar en la imagen para ampliar)

En 1973, BAF presentó una cinta al concurso abierto que promovía el Festival de Jazz de San Sebastián para tocar en él. Al parecer, la grabación que hicieron para el festival se superpuso accidentalmente con otros sonidos que había grabados en la misma cinta, pero, aún así la enviaron. Nos contaba Enric Cervera que en aquella época el free tenía una cierta presencia en el festival. Esto es algo que puede constatarse en la programación que exhibieron ese año, por ejemplo. En los cuatro días que duró el festival, entre el 21 y el 25 de julio de 1973, actuaron al menos cuatro fromaciones adscribibles a esta tendencia. Así es que, todo y el episodio de la cinta, BAF serían invitados a participar ese mismo año en la que sería la octava edición del certamen. La formación de BAF que actuó en la plaza de la Trinidad el día 23 de julio, fue la siguiente: Julio Llorens (cornetín de pistones), Jordi Martí (flauta), Ramon Solé (guitarra eléctrica), Enric Cervera (contrabajo) y Martí Soler (percusión). A continuación, el registro sonoro de la actuación.





La perla que nos ha decidido a reunir todo este material es un reportaje del festival que José María Aguirre publicó en La Voz de España, el 29 de julio de 1973. Auténtica crítica de jazz de tintorro y cazuelita de cantimpalos. Torrencial y sincopada. Vamos a transcribir la parte dedicada al concierto de BAF tal cual, sin tocar ni añadir una coma. Tras encabezar un párrafo con el subtítulo "BAFF SENSACIONAL CONJUNTO ESPAÑOL" y referirse a otro grupo que habían actuado ese mismo día, se inicia el segundo párrafo dedicado a BAF:

"Baff free español está pululando por allí tradicionalísimamente vestidos, como el auditorio que les escucha por supuesto, casi han desaparecido los hippies, algún sombrero de paja, alguna maxifalda con listas amarillas despampanantes, como se atreve esa con lo gorda que está, por lo que parece han empezado, son dos vientos en primer término, flauta y trompeta, un percusionista detrás con dos platillos y diversos objetos sacarruidos en el suelo, un guitarra vuelto de espaldas al respetable, y un contrabajo forman Baff, enteramente sensacional para mi gusto, más música concreta que jazz, pequeños quejidos y rapidísimas escalas acompañadas de notas largas de cuerda, como suspendido el alucinado enloquecimiento de los dos vientos de los largos calderones de las cuerdas, climas sonoros en definitiva más que melodías como de pigmeos que estuvieran zahiriendo con sus agujas el cuerpo del gigante, tictictictictic y luego cmuácmuácmuácmuá, de verdadera altura y belleza, luego decae el ritmo y el entusiasmo y por ende el interés, el trompeta hace un poco los típicos pizicatos de Miles Davis, cada uno está a los suyo, no se miran, están vueltos, encorvados sobre sus respectivos instrumentos, no es jazz hay que repetir sino música abstracta al gusto de hoy y magnífica, parece mentira como podemos comulgar con esta estética teniendo tan escaso conocimiento de la misma, ¿quién hace o quién es el responsable de la programación musical de la ciudad, que tan alejados nos tiene de ésta nuestra música de hoy?, el percusionista está frotando un palillo en uno de los platillos de abajo arriba, es decir en sentido contrario, al final resulta todo muy monótono sin saberse bien por qué, «os estáis pasando muchachos» dice uno de mi grada, la gente se impacienta y silba, ya hay casi media entrada o sin casi, creo con todo que tienen una estupenda calidad, pero se hacen pesados, tendrían que estudiar no sólo la obra en sí sino la obra en escena, es decir el espectador, escasos aplausos y en fin silbidos y sarcásticos otraotraotra despiden al excelente conjunto español de música concreta."


Como pueden ver, una pieza arqueológica de gran valor, un solo de verdadero periodismo musical gonzo a la española. Puede pensar el lector que la crítica de lo de BAF está hecha en consonancia -no sin cierta ambivalencia- con lo que el concierto reportó al periodista, pero si se lee todo el artículo podrá apreciarse que más bien forma parte de un estilo bien definido y asumido. Es cierto que en la columna de entrada, todo y sus traqueteos, aún se mantienen unas ciertas formas que, llegado lo de BAF, se van al garete, arremolinadas por la intensa fuerza del maelstrom mental del crítico en ese momento.

(Pinchar en la imagen para ampliar)





Tanto la grabación del concierto de San Sebastián como las fotos del mismo pertenecen a Gedeon, un CD-r manufacturado por Enric Cervera que reunía grabaciones de distintos años de BAF, Eix de Baf y otros proyectos limítrofes. Hay que apuntar que la grabación está extraída de una cinta de cassette, así que la calidad es la que es. Que nadie crea, inducido por esos micros de RNE que aparecen en las fotos, que la grabación procede de la radio. No obstante, esto nos da pie a pensar en el ingente fondo que deben tener los de RNE, que esperemos algún día vayan reflotando de un modo democrático.

En cuanto al recorte de prensa, me lo facilitó Ginger, de Perucho's. ¡Gracias!


Para descargar el concierto en internet archive.

sábado, 15 de enero de 2011

Zodiac

Esta semana hemos vuelto a ver Zodiac (2007), de David Fincher, película que se basa en las circunstancias que rodearon el caso del asesino del Zodiaco. Ya la habíamos visto cuando se estrenó, y nos gustó. Esta vez nos ha gustado más. En parte por el modelo que toma como referente expreso, Todos los hombres del presidente (1976) de Alan J. Pakula (también me recuerda en cosas a Klute, del mismo Pakula, o La conversación, de Coppola), pero también por méritos propios. Por ejemplo, por huir de esa estúpida fascinación por los serial killers que encontramos en el cine reciente, y de la que en buena parte es culpable una anterior película de Fincher, Seven. Dice el director en los extras del DVD que no le interesaba mostrar al asesino en su casa afilando los cuchillos, sino ver cómo había afectado el caso a una serie de personajes que lo siguieron de cerca, de lo que podría desprenderse que esta Zodiac vendría a ser como una especie de expiación por haber hecho Seven.

Como en todos los films de Fincher, la fotografía y la ambientación son extraordinarias y muy meticulosas. En este caso, a nosotros nos gusta mucho más que otras películas suyas simplemente porque el objeto de atención en Zodiac nos interesa más también: el San Francisco de finales de los 60 y principios de los 70, entre Bullit y Harry, el sucio (cuyo asesino de ficción Scorpio estaba inspirado vagamente en el asesino del Zodiaco).

Otra de las cosas a destacar de Zodiac es su empleo de la pantalla panorámica (en este caso, un 2.40:1), que nos atreveríamos a calificar de primoroso. Desde que ha ido desapareciendo el formato 1.33:1, el del cine de toda la vida, equivalente al 4:3 televisivo, se ha ido poniendo de relieve la incompetencia y la futilidad de los realizadores. Ya se lo dijo Fritz Lang a Bogdanovich en el libro-entrevista de este último, "el scope sólo sirve para filmar serpientes"; aunque creeemos que el maestro alemán, más que despreciar el panorámico lo que estaba haciendo es advertir a los cineastas del futuro sobre su gran dificultad. En efecto, distribuir las cosas de cualquier forma dentro de un encuadre panorámico lo puede hacer cualquiera; ahora bien, hacerlo de un modo cabal, con intencionalidad, ya sea expresiva o no, etc., eso ya es harina de otro costal. Destacaríamos en Zodiac los planos combinados, con varios personajes dentro del cuadro, algo que con frecuencia obliga a replantear por completo la planificación de cualquier secuencia. Solucionar eso tal vez sea lo más difícil de un formato tan panorámico. Y si no que se lo pregunten a Nicholas Ray.



La banda sonora, como es inevitable desde hace 20 o 30 años, está repleta de canciones, lo que en el hotel pensamos que no siempre es bueno, ni siquiera en Zodiac. Al menos, muchos de los temas que suenan aquí sí son buenos: "Soul Sacrifice" de Santana, "I Want to Take You Higher" de Sly and the Family Stone, "Inner City Blues" de Marvin Gaye, "Hyperbolicsyllabicsesquedalymistic" de Isaac Hayes, "Deacon Blues" de Steely Dan...

Finalmente, es curiosa la historia de este asesino que se hacía llamar Zodiac, que enviaba cartas y criptogramas a los medios de comunicación y a la policía, estaba obsesionado con la película El malvado Zaroff de 1932 (The Most Dangerous Game, para entenderla en su versión original) y que habiendo evidencias de que no debía ser un tipo con muchas luces, hizo ir de culo a los cuerpos policiales de toda la Bay Area durante casi una década. La cosa es que no lo han pillado ni saben quién fue a ciencia cierta. Robert Graysmith, un caricaturista del San Francisco Chronicle, uno de los periódicos a los que Zodiac enviaba misivas, se decidió a recopilar en un libro (en el que se basa la película) toda la información sobre el asesino procedente tanto de los medios de comunicación como de los distintos departamentos de policía con jurisdicción sobre cada crimen. Esto y otras cosas parecidas, son uno de uno de los alicientes que ofrece la película, comprobar hasta que punto ha cambiado el mundo en tan sólo 40 años. La forma de comunicarse entonces, sin la informática, que convertía en proeza cualquier intento de cruzar datos. El peso -que ahora se nos antoja ridiculo- que llegaban a tener algunas disciplinas en la doctrina policial antes de las pruebas de ADN. O la importancia y manera en que se elaboraban los titulares en los periódicos de la época. Todo eso que, como dice Fincher en los extras, le interesa y que ahora es secundario (ahora preferimos ver como se peina el asesino en su casa, insisto). De hecho, y para rematar con Lang, Zodiac sería, por qué no, una digna continuadora de M, el vampiro de Düsseldorf (1931).

Hemos leído por ahí que si la película está bien pero se hace larga, etc, etc. Bobadas. No hagan caso. Permitan que se den las condiciones de posibilidad para disfrutarla en casa: desconecten teléfonos, apaguen la luz, envíen a la cama a los seres molestos, y disfruten. No es una obra maestra pero es una buena película. Y eso, en los tiempos que corren, es mucho. (Ah, y nos olvidábamos de los estupendos actores que intervienen en ella, Jake Gyllenhaal, Robert Downey Jr., Elias Koteas, Anthony Edwards, Brian Cox, John Carroll Lynch, Philip Baker Hall, Chloë Sevigny, Dermot Mulroney, y Mark Ruffalo, que está fabuloso).















El tema es "Hurdy Gurdy Man", de Donovan. No es el primer tema que aparece, que es "Easy to Be Hard" de Three Dog Night, pero es el que está sonando durante el primer asesinato que sale en pantalla, el del aparcamiento de Blue Rock Springs (Vallejo), la noche del 4 de julio de 1969.

viernes, 14 de enero de 2011

más FX

La Vanguardia, miércoles, 12 de enero de 2011...





Charles Tournemire (1870-1939): "Consummatum est", de Sept corals-Poèmes d'orgue, pour les sept paroles du Christ, op. 67. Interpretado por George DelVallée en el gran órgano Haerpfer-Erman de la Colegiata de Saint-Quentin (Francia).

Agradecimiento a Víctor por pasarnos esta grabación.

domingo, 9 de enero de 2011

Pronósticos del tiempo

Ayer fuímos a ver la última película del australiano Peter Weir, Camino a la libertad, sobre unos presos que se fugan de un gulag. Una pena, porque la anterior Master and Commander nos había gustado lo suyo. Pero esta resulta larga y aunque tiene buenas intenciones, las mejores cosas se las lleva esa manera hollywoodiense de hacer que vuelve roma cualquier idea, por afilada que ésta sea. Le diríamos a Weir que volviera a Australia, donde hizo películas que tanto nos gustan aquí, en el hotel: Los coches que devoraron París (The Cars that Ate Paris, 1974), Picnic en Hanging Rock (Picnic at Hanging Rock, 1975) o La última ola (The Last Wave, 1977).

Pronóstico para hoy: nublado, con algunos intervalos de sol a medida que avance el día. Puede haber alguna precipitación, muy débil. Temperatura: moderada, 15º máx. 6º mín. Humedad del 82%. Viento del noroeste, 15 km/h. El sol saldrá a las 8:16 y se pondrá a las 17:40.

Del sur de Estados Unidos, la tradicional "Midnight Special" en dos versiones, la de Lead Belly (la histórica grabada por Alan Lomax en 1934 en la Penitenciaría Estatal de Louisiana, conocida como Angola) y la de Creedence Clearwater Revival (1969, arreglada y publicada como "The Midnight Special"). Blues testimonial y rock en su esencia.





"Midnight Special" en wikipedia y en songfacts

jueves, 6 de enero de 2011

Xmas posts: Barcelona, grand hotel



Lo que rimaría, por decirlo de alguna forma, con aquel "Barcelona, ciudad de ferias y congresos" del alcade franquista Jose María de Porcioles (del que la wikipedia dice: "su mandato se caracterizó por un fuerte desarrollismo urbano y una notable proyección de la ciudad como sede de ferias y congresos.")


Este edificio lo fotografié el verano pasado, mientras paseaba por mi barrio (Gracia) para ver como habían decorado las calles durante la Festa Major. Me refiero al de la cafetería, la planta baja con esa especie de caja de zapatos encima. Está situado en una calle muy transitada, entre uno de los dos mercados del barrio (a sólo 50 metros) y el metro más próximo y los autobuses que conducen al centro.

A finales de los 80 vivía muy cerca de ahí, y para ir a trabajar o simplemente cuando tenía que tomar algún transporte, siempre me paraba a tomar un café con alguna pasta o, dependiendo del tiempo que tuviera, algo más consistente, como un bocadillo, una cerveza y el café. El bar era distinto: no tenía esos carteles en el exterior y el cubículo de arriba lo usaban como almacen. Ahora, por lo que se aprecia en la foto -esas lamparitas que sugieren estar sobre sendas mesas-, por fin lo han habilitado para clientes. Que yo recuerde, siempre ha sido un bar o algo parecido. Y por su situación, siempre de batalla; de los que abren muy pronto y a las 8 de la tarde ya han cerrado. Y eso ha sido así hubiera los dueños que hubiera (y he conocido varios).

Cuando hice la foto sólo pensé en que me gustaba que estuvieran utilizando ese altillo. En aquel momento no había nadie, pero imaginé que podía haber alguien fumando un cigarrillo (ahora ya no) y mirando por la ventana. O dos personas hablando, una frente a la otra en una de esas mesas sobre las que están situadas las lámparas.

Al volcar las fotos de ese día en el ordenador, me quedé un buen rato mirándola. La cálida sensación que sentí cuando tomé la foto se fue tornando sombría. Un presagio no de algo que va a pasar sino de algo que sin duda puede pasar.

En mi ciudad, este tipo de edificios sobran. El gobierno municipal les tiene alergia porque no permiten una adecuada explotación del metro cuadrado y tampoco dan la imagen que quieren proyectar. Es cierto, el edificio no tiene ningún valor arquitectónico pero, cumple una función urbana al tiempo que esponja un territorio con bastante densidad de población. Además, y eso lo descubrí el día que hice la foto, mirarlo produce una cierta tranquilidad, un sentimiento confortable. Y creo que eso también es necesario en las ciudades.

No, en mi ciudad lo que se estila es esto otro


El espacio público, que todos compartimos y que por tanto para todos debe ser pensado, está en Barcelona permanentemente distorsionado por la inclusión de FX, con el mismo efecto debilitador que con frecuencia éstos tienen en las películas. Veremos si este año se pueden cumplir algunos de los deseos que uno alberga sobre estas cosas. Aunque lo dudo. Han vuelto los convergentes, volvió el Papa, y los del ayuntamiento no han de volver porque no se han ido nunca (y cuando digo nunca, es nunca).

Afortunadamente de vez en cuando se hacen cosas que valen la pena en ella, como esta canción de Sisa, "El comptador d'estrelles"


miércoles, 5 de enero de 2011

Xmas posts: noche de fantasmas

La noche de reyes puede tomarse como una noche de fantasmas.
Nadie debe despertar, pero,
por entre el quicio de la puerta cerrada se cuelan ruidos
que se acercan como bichos de un delirium tremens.
Y no hay manera de conciliar el sueño.




El tema es una versión que el pianista francés Stéphan Oliva realizó sobre la música que Bernard Herrmann compuso para la película Hermanas (Sisters, 1973), de Brian de Palma. La interpretó en directo en Barcelona el 18 de octubre de 2008, dentro de la temporada Arco y Flecha. La grabación es cortesía del blog rest in bits (ahí también pueden descargar el concierto entero).

martes, 4 de enero de 2011

Dani Álvarez y Sergi Sirvent, BCN, 30-XII-2010

Tras el concierto de Duot y Marc Egea, en la misma sala 23 Robadors, se presentaban el dúo formado por el cantante Dani Álvarez y el pianista Sergi Sirvent, dedicado básicamente a la interpretación de boleros, aunque también hicieron una versión de Nirvana ("Lithium"), un tema de Miquel Gil y Enric Casasses, e incluso un tema cantado e interpretado por Sirvent solo (que me suena mucho pero no consigo adivinar qué es).

Pensaba ver sólo el comienzo pero al final me lo tragué casi entero. Manera especial de interpretar los boleros, y en general el resto de temas que hicieron. En un primer momento, la voz de Álvarez podía resultar extraña en el contexto del bolero pero, poco a poco, se iba entrando, comprendiendo porque cantaba con ese acento tan normal, sin asomo de impostura. El toque de Sirvent, entrecortado y con sus particulares digresiones, completó el conjunto de esta velada de boleros heterodoxos. Quién sabe si para ellos "Lithium" no representa el espíritu moderno del viejo bolero -en un sentido figurado, al menos.





Duot + Marc Egea, BCN, 30-XII-2010

30 de diciembre de 2010. Sala 23 Robadors (c/ Robadors, 23, Barcelona). Duot, Albert Cirera (saxos soprano y tenor) y Ramon Prats (batería), invita a Marc Egea (zanfona y tarogato) a tocar con ellos. El pasado diciembre, y durante este mes de enero, el Duot estará tocando todos los jueves a las 19 horas aproximadamente, por la voluntad (al acabar se pasa una hucha y los asistentes echan lo que pueden o lo que quieren). Realmente, un chollo. La idea que tienen es la de grabar toda esta serie de conciertos con la mente puesta en editar un segundo disco. Normalmente actuarán solos, pero algunos días tienen pensado invitar a otros músicos para que los acompañen (además de Marc Egea estuvo anteriormente el guitarrista Dani Pérez).

Valió mucha la pena. Hicieron una primera improvisación de media hora larga (disculpen pero hay algún corte por en medio) y un bis de 7 minutos. Les salió un sonido muy telúrico, de colores arcaicos. Musicalmente hablando, fue una excelente despedida del 2010.



El bis, en el que Egea cambió su bonita zanfona por el tarogato

lunes, 3 de enero de 2011

Voces distantes


Hoy me he enterado de la muerte del genial actor inglés Pete Postlethwaite y he recordado la triste y deliciosa película en la que lo descubrí encarnando a un tiránico y violento padre, Voces distantes (Distant Voices, Still Lives, 1988) de Terence Davies. Una pequeña obra maestra que recomiendo a todos los amantes de la música, pues ésta es uno de los ejes sobre los que se construye la historia y se comprende a los personajes. Ambientada en Liverpool entre finales de los años 30 y principios de los 40, toda la película está llena de música, que suena por la radio, o que cantan los personajes en toda clase de situaciones y lugares, en la cocina, la calle, el pub, en un refugio antiaéreo, en una boda o en un funeral. Los actores que interpretaron este bello (de una belleza espectral) e implacable film cantan de maravilla, pero no como estrellas de un musical sino como miembros de un pueblo en el que cantar era una forma de sobreponerse a las peores circunstancias.

domingo, 2 de enero de 2011

Whitehouse por Zeitkratzer


Gracias al amigo Pachi Tapiz, en una entrada en su blog nos enteramos de que por fin ha aparecido el disco que Zeitkratzer ha dedicado a Whitehouse dentro de su serie Electronics, en la que ponen el foco en la música electrónica ruidista actual (previamente ya habían editado trabajos sobre Keiji Haino, Terre Thaemlitz o Carsten Nicolai, y aunque fuera de la serie, es de destacar también en esta misma línea sus colaboraciones con Merzbow, John Duncan, Zbigniew Karkowski, o la personal actualización que hicieron del Metal Machine Music de Lou Reed).

Para el disco sobre Whitehouse, que se compone de temas de los últimos 4 discos de los británicos (Cruise, 2001; Bird Seed, 2003; Asceticists, 2006; Racket, 2007), contaron con la colaboración de William Bennett, el factótum de Whitehouse, que estuvo presente tanto en los ensayos previos como en la mezcla final. El disco fue grabado en directo en el Festival Les Musiques GMEM de Marsella, el 14 de mayo de 2009. Para la ocasión, la formacion de Zeitkratzer se compuso de: Reinhold Friedl, piano y dirección; Frank Gratkowski, clarinetes; Matt Davis, trompeta; Hilary Jeffery, trombón; Rhodri Davies, arpa; Maurice de Martin, batería y percusión; Burkhard Schlothauer, violín; Anton Lukoszevieze, violoncello; Ulrich Phillipp, contrabajo; y Ralf Meinz, a cargo del sonido.

William Bennett formó Whitehouse en Londres en 1981 como respuesta al adocenamiento en el que a su entender estaban cayendo la mayoría de los músicos industriales, y muy concretamente Throbbing Gristle, que fue su principal fuente de inspiración pero también el motivo de su reacción. El primer concierto lo ofrecieron en el Whisky A Go Go de Londres el 8 de febrero de 1982, y le acompañaron entonces Steven Stapleton (de Nurse with Wound) y Andrew McKenzie. Desde entonces, y hasta principios de 1985, desfilarían muchos miembros por la banda, que en aquellos años siempre se presentó como trío. Tras disolverlos en 1985, Bennett abandonó el proyecto para retomarlo en 1990. Durante toda su carrera han publicado una treintena de discos, la mayoría como Whitehouse aunque algunos bajo otras denominaciones. En los últimos tiempos Whitehouse se suele presentar como dúo, acompañando a Bennett un antiguo miembro de la primera época, Philip Best.

A continuación dos versiones de "The Avalanche". La primera, correspondiente al disco de Zeitkratzer, y la segunda, la original de Whitehouse, perteneciente al disco Racket. Es alucinante ver la emulación que hacen Zeitkratzer con sus instrumentos acústicos del sonido electrónico duro y hosco de Whitehouse.





Unos enlaces:
Zeitkatzer-Whitehouse: http://www.zeitkratzer.de/
web Whitehouse-Susan Lawly: http://www.susanlawly.freeuk.com/
MySpace Whitehouse: http://www.myspace.com/susanlawly
Canal YouTube Susan Lawly: http://www.youtube.com/susanlawly

+ King Crimson

En gratitud a Rafa Zaragoza por el excelente comentario que nos ha hecho para el Guitarrowing de Easy Money, aquí va un enlace a un clip con la misma formación de King Crimson (Fripp, Wetton, Cross, Bruford y Muir) interpretando la primera parte de "Lark's Tongues in Aspic" en una actuación en Alemania en 1972 (atención a Muir, es un número)

http://www.youtube.com/watch?v=Jl1CoQS2yz8&feature=related

y ¡cómo no! una versión en directo de "Easy Money" sensiblemente distinta a la del disco, registrada en junio de 1973 en Nueva York con el grupo convertido ya en cuarteto (Fripp, Wetton, Cross y Bruford; Muir se había ido)