Esta imagen de Bessie Smith siempre me ha parecido misteriosa. Hay algo fantasmagórico en ella. La mirada al centro, los ojos bien abiertos. La boca que parece decir algo. O reír. En acto de avanzar hacia nosotros, surgiendo de entre un pesado telón (da la impresión de que es pesado). Aunque en realidad creo que está quieta, posando. Aparecida. Las posición de las manos, que mantienen entreabierto el telón, es extraña también. Los dedos índices extendidos, y parece que los meñiques también (o al menos el de su mano izquierda). Como si estuviera conjurando algo. En general, todas estas imágenes de los años 20 transmiten algo inquietante, tienen algo narcótico. Y especialmente las de algunos músicos de jazz (recuerdo ahora otras de Morton, King Oliver, Armstrong o Waller que también me producen una extraña sensación). Tal vez era porque se trataba de las primeras veces que la gente se ponía frente a una cámara, y esa ingenuidad nos resulta rara hoy.
Hay una cosa que siempre me ha gustado especialmente de Bessie Smith, y es que además de cantante de blues también era una artista de vodevil, con ese componente un poco pícaro, sucio, divertido. Teatralizaba un poco el blues y obtenía una perspectiva muy directa y actual (en la época). Podría salir de una obra de Brecht.
En todo caso, un homenaje a ella que sabía mucho de tiempos y situaciones difíciles, pero también sabía reírse.
Hará cosa de un año hice una reseña de una enésima recopilación de esta fabulosa dama (no entiendo por qué la llaman "diva", de diva no tiene nada; es una mujer, y como todas ellas, una dama). El tema que pondremos a continuación me ha acompañado durante todo este 2012: "Gimme a pigfoot and a bottle of beer" (1933)
'Up in Harlem every Saturday night
When the highbrows get together it's just so right
They all congregate at an all night hop
And what they do is Oo Bop Bee Dap
Oh Hannah Brown from way cross town
Gets full of coin and starts breaking 'em down
And at the break of day
You can hear ol' Hannah say
'Gimme a pigfoot and a bottle of beer.
Send me again, I don't care.
I feel just like I wanna clown.
Give the piano player a drink because he's bringing me down!
He's gotta rhyme, yeah! When he stomps his feet.
He sends me right off to sleep.
Check all your razors and your guns.
We gonna be arrested when the wagon comes.
I wanna pigfoot and a bottle of beer.
Send me cause I don't care.
Blame me cause I don't care.
Gimme a pigfoot and a bottle of beer.
Send me again, I don't care.
I feel just like I wanna clown.
Give the piano player a drink because he's bringing me down.
He's got rhyme, Yeah, when he stomps his feet.
He sends me right off to sleep.
Check all your razors and your guns.
Do the Shim-Sham Shimmy 'til the rising sun.
Give me a reaper and a gang of gin.
Play me cause I'm in my sin.
Blame me cause I'm full of gin.
Reseña en Tomajazz de la 'discordiana' noche que tuvo lugar el pasado 21 de diciembre en el CAT de Barcelona, organizada por el sello Discordian Records y por la promotora Arco y Flecha. Como viene siendo habitual en nuestras últimas entregas sobre conciertos, volvimos a contar con las excelentes imágenes que registra Joan Cortès. ¡De lujo! Nos vamos a tener que casar, jazzísticamente hablando, claro.
Jazz y gresca holandesa. Toda esta gente de la movida de por allí saben bien lo que se traen entre manos y además siempre son divertidos. A los 'talibanes' de ya saben qué no les gustan nada (por algo será).
"What happened at Conway Hall, 1938?", del disco Coconut (2012) de Eric Boeren Quartet:
Eric Boeren, trompeta; Michael Moore, saxos y clarinete; Wilbert de Joode, contrabajo; Han Bennink, caja.
Reseña en Cuadernos de Jazz.
Ha llegado la última entrega de la historia de Suck Electrònic Enciclopèdic que está publicando Juanjo S. en la web sense nom. Esta vez se ocupa de cerrar la trayectoria del grupo en los años 70. Además de hablar de las relaciones de Jordi García y otros miembros de SEE con gente de Rock in Opposition, también se detiene en los varios intentos que hizo la banda para grabar un disco (y que finalmente no prosperaron.)
Personalmente me ha gustado pues me ha traído a la memoria uno de los primeros conciertos a los que asistí, el de los andaluces Azahar y los franceses Etron Fou Leloublan en el Saló Diana el mes de enero de 1978 (que aunque también se anunció que estarían los galos de Heratius, finalmente sólo tocaron los dos grupos mencionados). Por cierto, que aún me acuerdo de ese "fuerte olor a elixir" que menciona Jordi Tardà en su crónica de Disco Express.
En el hotel hemos dado puntual cuenta de esta extraordinaria serie que está despachando Juanjo. Y, seguramente, muchos de ustedes se preguntarán, bien, pero, ¿cómo sonaban?
Hemos de decir que el propio Juanjo está preparando una edición con grabaciones de la época, grabaciones que son inéditas, naturalmente. Y, por otra parte, Jaime Gonzalo incluirá algún fragmento de Suck Electrònic Enciclopèdic en la recopilación que está preparando sobre la música subterránea y de vanguardia que se hizo en la Barcelona de los 70 y los 80.
Pero, entre tanto no nos llegan estos esperadísimos trabajos, tenemos la oportunidad de escuchar un breve extracto de un concierto de SEE.
Nuestro buen amigo Javier Hernando publicó el pasado mes de mayo una entrada sobre Suck en su excelente blog, Ojos de músico extraviado (pongánselo en favoritos porque lo vale). Bien, pues en esa entrada, además de hacerse eco de la serie de Juanjo S., tuvo a bien colgar un fragmento de una grabación de SEE que fue transmitida en la época por Radio Juventud.
El jueves pasado tuvo lugar la presentación del disco de Liba Villavecchia Saxophone Spirits. Es un disco especial y difícil, como lo son todos los de saxo sin acompañamiento. La presentación tuvo lugar en un sitio especial también, la sala polivalente de la biblioteca Vapor Vell. Una sala funcional y pequeña con una cristalera al fondo que nos mostraba la calle Joan Güell de Sants bañada con las luces navideñas. De alguna manera, el entorno, la geografía exterior se colaba dentro de lo que estábamos haciendo, aunque fuera como un diorama.
El propio Liba y el Director Wilkins, capo de la biblioteca, me habían pedido que hiciera una breve presentación en la que se hablara un poco de este formato, el saxo solo, y de su historia.
Para preparar algo, estuve mirando en algunos de los libros que tengo y por internet cosas que trataran específicamente sobre la improvisación de saxo en solitario. No encontré nada que me gustará, algo que ya me ha pasado otras veces a la hora de escribir sobre temas similares. Ojo, no quiero decir que no haya cosas de interés, y hasta buenas, sino que a mí no me apetecía hablar desde la perspectiva que me ofrecían. Mi perspectiva no sabía cuál era, pero en todo caso tenía más que ver con esas luces desenfocadas, un poco difuminadas, de la calle en la bella imagen de Joan que encabeza esta entrada.
De repente, di con un artículo de Bill Shoemaker publicado en junio del año 2000 en Jazztimes, que lleva por título "Solo Saxophone Flights". Bill Shoemaker es un periodista que siempre he admirado. Tengo la sensación de no perder el tiempo cuando leo algo suyo. Siempre ofrece ideas, y además está muy bien informado. Hace unos años, estuve en el festival lisboeta Jazz em Agosto. Dicho festival tiene lugar en la Fundación Gulbenkian, que está situada en un parque de la zona alta de la ciudad. Muy cerca de este parque hay un hotel (muy feo, por cierto) en el que se alojan los músicos, periodistas e invitados del festival. Bien, en esos días que pasé ahí, podía ver a Shoemaker hablando con uno, desayunando con otro, comiendo con el de más allá, siempre escuchando a sus interlocutores, y sin siquiera tener que apuntar nada. Casi casi como un periodista en zona de guerra, esperando en el hotel la llegada de noticias, o yendo al frente a buscarlas. Sabe lo que se trae entre manos. Pero lo mejor de todo es que cuando escribe apenas se nota ese esfuerzo. Él siempre trata de urdir algo que aporte una visión o una idea nuevas. Es más, creo que no debe escribir ni un texto hasta que no tiene una idea general que lo articule. Bueno, es una impresión.
Pero, vayamos a "Solo Saxophone Flights". El artículo no es muy largo y tiene una forma peculiar. Comienza con una introducción en la que dice que el solo o la improvisación de saxo sin acompañamiento supone un gran reto, tanto para el músico como para el oyente. Apunta algunos motivos al respecto y después repasa la breve historia de este formato en las primeras décadas del jazz, en las cuales sólo se registran un puñado de grabaciones (Hawkins, Rollins, Dolphy, y descubre algunas más oscuras de Gene Sedric y de Serge Chaloff.)
A continuación, comienza el grueso del artículo, que consiste en la edición de una serie de respuestas procedentes de distintas entrevistas que a lo largo de los años ha hecho a 4 saxofonistas bien distintos: Anthony Braxton, Steve Lacy, Jackie McLean y John Butcher. Dicha recopilación le sirve para apuntar dos grandes tendencias, o más bien dos modos posibles de aproximarse al formato. En uno, se conceptualiza la música en solo como un conducto entre el léxico improvisador del músico y un cuerpo de composiciones determinado (bien sean originales o standards). En la otra, se fusiona método y forma y, si no todas, sí buena parte de las decisiones concernientes tanto a la forma general como a detalles específicos se toman en el momento. En la primera tendencia, estarían Braxton y Lacy; en la segunda, McLean y Butcher (todo y presentar éstos tantas diferencias de estilo y demás entre ellos.)
Naturalmente, lo que queda en suspensión, y que parece dejarlo un poco a la imaginación del lector, es toda la gama que podemos encontrar entre estas dos formas muy genéricas de plantearse las cosas.
Y respecto a lo que hizo Liba la otra tarde, decir que se le podría situar en la segunda tendencia, aunque acercándose unos grados hacia el centro, hacia la otra. (Hablaremos de su disco en breve.)
Hoy hemos tenido un agradable vermutillo con dos músicos vecinos, Ivo Sans y Tito Juan. Es lo bueno de vivir en un lugar como Gracia, donde existen plazas en las que el tiempo parece que va un poco más lento. Han salido varios temas, algunos de los cuales trataremos próximamente, pero nos hemos quedado con uno.
Hemos hablado del rock y del jazz, de los músicos de uno y otro género, y de por qué aquí, en nuestro país, siempre ha habido como una barrera insalvable entre ellos.
Ivo y Tito han completaron parte de su formación en países como Bélgica y Holanda, así que conocen bien lo que pasa ahí. Y saben que en esos lugares las cosas son más naturales.
El tópico define al músico de rock por su actitud, mientras que es la técnica lo que definiría al de jazz. Pero, ¿es que son incompatibles?
Nosotros, francamente, creemos que no. Pero, en la práctica, aquello que debería ser un nexo, como un trasvase, se convierte en una barrera.
De la técnica ya hablaremos en otra ocasión, pero al llegar a casa no he podido evitar ponerme este tema de Creedence Clearwater Revival respecto de la actitud.
Habría mucho que decir sobre qué es actitud. ¿Actitud es haberse cargado a unos tíos en un tiroteo al tiempo que haces discos para las FM, o es ser algo más 'civilizado' pero facturar un hip hop realmente revolucionario? ¿Actitud la tiene un rockero comprometido que además sabe hacer mover los pies al personal, o bien la tiene uno de esos 'malditos' que riegan su leyenda de yonquis aunque aunque lo que digan luego sea insustancial?
En fin, que habría mucho que decir. Estamos un poco hartos de este tipo de generalizaciones o clasificaciones que se van extendiendo de una manera acrítica y que no resisten el más leve examen.
"Born on the Bayou" es un tema vibrante y poderoso. John Fogerty, cantante, guitarrista y compositor de la Creedence, tal vez no sea Metheny, pero Metheny tampoco podría dejar un legado como el de la banda californiana. Y además, es que ni uno ni el otro deben de hacerlo. Uno y otro han de concentrarse en lo que saben hacer. Y si traigo esta comparación aquí es para poner de manifiesto lo estúpido que es ver las cosas así (el "principio de adecuación" queridos lectores, recuerden.)
En "Born on the Bayou", como en cualquier otro tema de ese disco o de los siguientes, encontramos eso tan característico y único de esta banda. Es música popular, que invita a bailar, porque recordemos que hablamos de cosas como rock o blues, que nacieron entre la gente y no en ningún conservatorio. Y hay esa fidelidad de sus miembros a un sonido y unas raíces. Y está esa manera de cantar de John tan bestia, con tanta furia. Escúchenlo con detenimiento.
Se me ocurre que un buen ejercicio para saxofonistas de jazz sería el de tratar de emular el sonido, vibrato y modulaciones de Fogerty. De hecho, esto no sería tan raro, pues a muchos viejos saxofonistas de jazz les gustaba a veces 'imitar' las voces de cantantes que admiraban.
Para acabar, decir que Fogerty no iba de nada, ni de drogota o chuloputas, ni de tipo duro o perdonavidas. Era un tipo normal. Eso sí, algunos de los mensajes más hirientes contra el establishment y la estupidez del hombre medio de su país salieron de sus cuerdas vocales. (Ah, y por si alguien no los había escuchado antes -cosa que supongo difícil- y les extraña la tesitura tan áspera de su voz, decirles que el cantante es el chico de la derecha en la foto de abajo.)
Después de ver hace unas semanas un documental sobre el rap, el crack y todo ese rollo, en el hotel hemos recuperado viejas grabaciones de Public Enemy. ¡Impresionantes! La verdad es que preferimos 15 segundos de ellos que la totalidad del gangsta rap que se ha hecho después.
Política hecha ritmo. Una jungla de beats que se abaten sobre el oyente. Y si la banda sonora es apabullante, la de texto es un conglomerado de ideas, declaraciones, contradicciones, arbitrariedades, verdades, medias verdades y, una vez más, política. Todo con la vivacidad, fuerza y convicción que encontraríamos en una gran avenida o un túnel de transbordo.
... el mundo se ha acabado muchas veces, o al menos así ha sido para muchas personas.
"I come and stand at every door", palabras de Nazim Hikmet y música de The Byrds, un tema escalofriante de un grupo más bien luminoso y de buen karma...
Este próximo jueves se presentará el disco Saxophone Spirits de Liba Villavecchia. Es un disco de saxo sin acompañamiento, un género difícil y que no ha tenido mucha tradición entre nosotros, aunque en los últimos tiempos esto está cambiando (Agustí Martínez ha publicado en los últimos años un par de discos en este formato, Pelayo Arrizabalaga también había grabado sus cosas así, y más recientemente, Albert Cirera realiza de vez en cuando algún 'solot', un spin-off del Duot que consiste precisamente en Albert tocando en solitario.)
Bien, para la ocasión, nos han pedido que hagamos una escueta presentación previa al concierto que realizará el mismo Liba. Todo un honor.
Además, tendrá lugar en un emplazamiento que no es muy habitual para esta clase de cosas, como es la biblioteca Vapor Vell, en el barrio barcelonés de Sants.
Esto nos gusta especialmente, pues somos unos convencidos defensores de la cosa pública. En casa, todos los miembros de la familia tenemos carnet de la red de bibliotecas de la Diputació de Barcelona. Incluso también lo tenemos de la biblioteca del pueblo en el que veraneamos, y que pertenece a otra provincia. Y si nos parece importante es porque pensamos que hay que garantizar un acceso lo más democrático y transversal posible a la cultura, y las bibliotecas son una de las formas de hacerlo.
Bien, pues la persona de esta biblioteca que ha organizado esto, el Director Wilkins, que es miembro también de la Associació de Musictecaris, ha publicado el anuncio de la presentación en el blog de esta asociación, el AMPLI.
Es un blog que nos gusta mucho, y que de hecho está en los recomendados (aquí, justo a su derecha.)
Pero, ¿qué son los 'musictecarios'? Pues desde nuestro punto de vista son aquellos bibliotecarios que toman conciencia de la especificidad de su labor en lo tocante al hecho musical, ya sea en formato disco, visual, impreso. Han llegado a la conclusión de que la música tal vez requiera una forma particular de publicitarse dentro del ámbito bibliotecario. Es decir, es un grupo de gente que se constituyen de una determinada forma y con unos objetivos previamente fijados dentro de un colectivo profesional más amplio. La primera entrada que publicaron en su blog, en febrero de 2008, era un breve manifiesto en el que exponían sus líneas generales de actuación.
Pero vayamos a Saxophone Spirits, que naturalmente ya hemos oído. Es un gran trabajo, un verdadero tour de force. Al ver que se titulaba Saxophone Spirits, pensé enseguida en el primer cd de saxo solo de Agustí Martínez, que se llamaba Are Spirits What I Hear?. Pero, aparte del hecho de contener ambos títulos la palabra 'spirits' y de ser trabajos de saxo sin acompañamiento, las similitudes terminan ahí.
Ambas propuestas son estéticamente muy distintas -e igualmente muy válidas-, lo cual para mí viene a demostrar que el 'saxo solo' como género ofrece muchas posibilidades creativas reales. Trataremos de hablar de ello, por más que con brevedad.
La cosa será el jueves, 20 de diciembre, a las 19 horas,
en la biblioteca Vapor Vell,
passatge Vapor Vell, s/n.
Metro: Plaça de Sants (líneas I y V).
Esta extraña formación, nacida de la retorcida mente de El Pricto y radicada en su no menos raro sello, Discordian Records, estará mañana presentándose en la sala 23 Robadors, en Barcelona.
Hace poco publicaron un trabajo grabado en vivo en Cracovia (Polonia), en formato de sexteto, con Paulina Owczarec (saxos alto y barítono), El Pricto (saxo alto y conducción), Wiktor Krzak (fagot), Michal Dymny (guitarra eléctrica), Vasco Trilla (batería y percusión), Tomek Choloniewski (batería y percusión), y bajo el nombre esta vez de Pseudo-Devival I.
Mañana se presentarán en trío y como Pseudo-Devival II: Paulina Owczarec (saxos alto y barítono), El Pricto (piano) y Javier Carmona (batería y percusión).
Respecto al disco, pueden escucharlo aquí abajo, ir a la página del sello y descargarlo previo pago de 5 módicos euros, e incluso leer una crítica del mismo que salió hace unos días en el blog Polish Jazz.
Música nerviosa y en algunos momentos vitriólica. Podríamos decir que parten del jazz, como idea de conjunto y general (improvisación en grupo y lingua franca), para dirigirse después hacia otros territorios musicales en los que pueden apreciarse influencias de prog rock con sarpullidos metálicos, música contemporánea de accesos cacofónicos y disonancias agresivas y algunas cosas que suenan como a un folklore imaginario (y que seguramente se encuentran agazapadas dentro del 'yo' más primario de algunos de los miembros.)
Lo de mañana será como una previa de la gran noche discordiana del próximo viernes día 21 que ya anunciamos aquí hace unos días. Así que los que no puedan esperar tendrán la oportunidad de calmar su ansiedad.
Además, esto nos sirve para anunciar que después de un impasse de unos meses, los lunes de 23 Robadors volverán a estar dedicados a la música improvisada, el free jazz, el free a secas y otros ruidos afines, gracias a una programación de la que se encargan Juan Pablo Balcázar, Albert Cirera y Pablo Rega, repartiéndose tres de los cuatro lunes mensuales, y dejando el cuarto abierto a "cosas especiales... por si viene alguien de fuera o para algún proyecto se nos plantea", nos cuenta Albert. Así que si alguien se mueve dentro de esos parámetros y cae por la ciudad, ya sabe.
Por ejemplo, el pasado lunes hubo un dúo de Marco Mezquida con Masa Kamaguchi, que debió estar muy bien pero al que no pudimos asistir (la vida nos cose a responsabilidades y compromisos contractuales, je je je.)
Anyway, lo importante es que los aficionados a estas cosas más indómitas volvemos a tener esa cita de los lunes, una garantía de que podremos pasar un buen rato.
Como consecuencia de la entrada en que anunciaba lo del libro de órganos, hacía un comentario sobre la falta de tradición ën cuanto a hacer o interpretar música(s) contemporánea(s) en la organística de este país. En fin, que es un camino que hay que ir desbrozando y eso no se hace en dos días. Y por si alguien cree que esto no tiene base, les invito a ver el clip de vídeo que viene a continuación. Me lo ha enviado Marc Egea hoy mismo como feedback de lo del libro (Danke, Freund!). Se trata de unos extractos de "Volumina" (1961-1962, revisada en 1966), una de las pocas pero jugosas piezas que György Ligeti compuso para órgano.
Brutal, ¿no? Y es el organista capellán, atención al dato. Obviamente no es aquí, es en Alemania.
El clip es excelente: se puede ver bien la consola y los distintos movimientos del organista sobre los teclados manuales y de pedal (y esa "técnica extendida" con la toalla), así como insertos de los intestinos de la bestia.
Y aquí tienen la disposición de registros del órgano y una historia del mismo, por si entienden alemán (yo tampoco, tranquilos.)
"Cough", un tema del segundo trabajo (Optime/Fragile, una especie de e.p.) del proyecto Leibniz, que lidera el baterista italiano Nelide Bandello. Le acompañan Francesco Bigoni (clarinete y saxo tenor), Pasquale Mirra (vibráfono), Enrico Terragnoli (guitarra eléctrica y podophone) y Giulio Corini (contrabajo).
Edita Punto Rojo, subsello de El Gallo Rojo (¡cómo nos gusta todo lo que hacen en su pequeña factoría!).
Reseña en Cuadernos de Jazz.
Salvador Font 'Mantequilla', en el centro al saxo tenor, y Gerry Mulligan, el rubio de la derecha al barítono.
Una preciosa foto que nos ha descubierto Martí Farré (merci, noi!) y que él a su vez descubrió en la web Jazzin'Mallorca. Si pinchan en el enlace irán a una entrevista con el hijo de Mantequilla, el batería Salvador Font (de Música Urbana, entre otras cosas), en la que explica algunas cosas sobre su padre, además de otras muy interesantes, la verdad, más de lo que esperaba antes de empezar a leerla. En todo caso, siempre será mejor que ver las noticias, eso se lo aseguro, porque yo me agarro unos cabreos últimamente...
"Secuencia a Jorge" es una pieza que se incluye en el disco Proprio motu (María de Alvear World Edition, 2007) de Eduardo Polonio.
La instrumentación consta de 4 saxos sopranos, 1 saxo contralto (extraño bicho), 1 saxo tenor, 1 saxo baritono, 1 saxo bajo y electrónica.
Daniel Klentzy toca los saxos y el tema se grabó en su estudio parisino.
Es un homenaje a Jorge Peixinho. Polonio cuenta las circunstancias de esta composición:
"In 1990 I began the saga of homages to dear friends, people I admired. Esa ola de luz was the starting point, dedicated to Luigi Nono. After came Alan Turing, Pierre Schaeffer, Gabriel Brncic, Luigi Pestalozza, Juan-Eduardo Cirlot. Secuencia a Jorge is registered in the dear friends section. It is dedicated to him with all my heart."
Hace un año y medio largo, Gràcia Territori Sonor nos encomendó ocuparnos de la catalogación de los órganos que existían en Gracia, con el fin de introducir esa información en la base de datos "Guia de recursos musicals" que estaban haciendo por encargo del ayuntamiento del Distrito de Gracia (y que pueden consultar en la web de GTS, en una de las columnas a la derecha de esta página).
Hemos de admitir que nunca habíamos hecho nada parecido y que no teníamos ni la más remota idea de lo que se nos venía encima.
La primera fase de la catalogación fue bien. Ubicamos rápidamente los templos en los que aún había órgano e introdujimos en la base de datos las correspondientes fichas de cada uno, compuestas por la disposición de registros y una breve historia.
Pero el encargo tenía una segunda parte, que era la de confeccionar un librito con toda esa información y alguna otra de carácter más general. Aquí la cosa empezó a complicarse, sobre todo porque entonces me di cuenta de la complejidad que rodea al órgano, a su mera existencia. De hecho, las circunstancias de un órgano tienen una dimensión biográfica.
Pero esos breves relatos sobre cada instrumento había que completarlos con algo más. Y aquí surgió un problema grave, pues no estaba nada contento con buena parte de este otro contenido que estaba generando. Había demasiadas impresiones subjetivas que creo que no revestían mucho interés. El problema es que había que entregar, y lo cierto es que ahí me encontré en un cul-de-sac.
Por esa época conocí y entrevisté al organero Joan Carles Castro, que con el tiempo se convertiría en nuestro pigmalión orgánico. Él me contó unas historias sobre un par de organeros que habían tenido su taller en Gracia entre finales del siglo XIX y el primer tercio del XX. Pero eso sólo era la punta del iceberg, como suele decirse. Empezamos a escarbar y encontramos que no sólo había habido esos talleres, sino que Gracia en esa época albergó al menos 5 talleres importantes, además de un montón de artesanos que trabajaban por encargo de los organeros. Todo una pequeña constelación organológica en este pequeño territorio.
Claro, todo esto se iba del encargo inicial, así que lo comentamos con la gente de GTS y se acordó seguir investigando en esa línea. Hemos de decir que el retraso ya era notable, así que hay que agredecer a GTS que lo sostuvieran.
Además, la indagación en la organería local hizo que nos replanteáramos los currículums de los instrumentos: decidimos ir más atrás, buscar anteriores órganos que pudieran haber existido, e incluso hacerlo en parroquias que en un inicio no iban a ser tratadas. En fin, un lío.
Finalmente, quedaba la cuestión de encontrar una editorial. De eso se ocupó GTS que contactaron con Jordi Albertí y su pequeña editorial Gregal. Hubo la pertinente reunión, el acuerdo entre las partes (no había mucho que acordar tampoco, no crean), y la cosa tiró para delante...
... Y ya tenemos el libro. Y además se va a presentar la semana que viene, el martes día 18, a las 19 horas en la parroquia del Immaculat Cor de Maria (els Claretians), en la calle Sant Antoni Maria Claret, 45-47. Los que tengan a bien venir, decirles que han de ser muy puntuales, pues a las 20 horas han de oficiar una misa.
Decir que la presentación contará con un gran lujo, un pequeño concierto que nos ofrecerá la gran Montserrat Torrent, que es una de las protagonistas de nuestro librito. Además, el órgano de Claretians, neobarroco, es de nuestro buen amigo Joan Carles Castro, con lo que todo queda en casa.
Ahí va la invitación.
La verdad es que lo hemos pasado muy bien haciendo este libro. Tal vez porque ha sido como una especie de búsqueda que no acababa nunca (y de hecho aún no ha terminado, ya tenemos material para una futura actualización.)
Puede parecer que el libro es histórico o especializado, pero no. Nuestro objetivo siempre fue hacer algo eminentemente periodístico y divulgativo, por más que en algunas fases el trabajo era de índole esencialemnte histórica (o sea, visitar archivos, llenarse los dedos de polvo, y entrar en aquella dinámica de: te cercioras de una cosa al tiempo que se te abren dos nuevas incógnitas.)
Pero, en fin, es como nuestra manera de reivindicar la utilidad del periodismo si se hace bien (y no es que diga que lo hemos hecho bien, pero se ha intentado.)
Además, hemos mantenido una de las ideas iniciales que ya se observaba en la primera y muy distinta versión del libro, y era la de plantear el texto como una especie de "montaje documental", empleando los datos, declaraciones, citas, etc., etc., con un sentido lo más dinámico posible.
Como autor, ahora sólo me queda agradecer a todos aquellos que han colaborado en la relización del libro de un modo u otro, bien siendo entrevistados, prestando su tiempo, cediendo una imagen, dando el soplo de algo...
Y, naturalmente, agradecer a la gente de GTS (Víctor, Sebastià y Lucy) y de Gregal (Jordi), que han hecho posible que el libro exista.
Una última cosa, no se extrañen, lo hemos firmado con seudónimo: Germán Lázaro (la imaginación no daba para más.)
Por cierto, los que queráis comprarlo no tenéis más que ir aquí.
Me voy a despedir con una delicatessen y con una nueva apología del azar (cosa que acostumbramos hacer en este blog). Iba a hacer esta entrada el pasado fin de semana. Tenía tiempo para hacerlo pero al final, no sé muy bien por qué, pensé que ya lo haría otro día. Además, quería hacer una entrada puramente informativa, sin poner nada de música.
Pero, hoy todo ha cambiado. Por casualidad, por absoluta y mágica casualidad, el amigo João Pedro Viegas ha puesto en facebook un estupendo YouTube en el que podemos ver varios fragmentos de improvisaciones de Olivier Messiaen al órgano de la iglesia de Sainte-Trinité de París, del que fue organista titular durante más de seis décadas (desde 1931 hasta su muerte en 1992).
No añadiremos nada, simplemente escúchenlo.
El motivo de esta entrada es el de hacernos eco de que el programa radiofónico "Bad Music Jazz" llega hoy a su emisión número 50, y por tanto también aprovechar para felicitar a sus responsables.
Y felicitarlos porque en estos tiempos que corren, llenos de aventuras efímeras, Olga (Àbalos) y Martí (Farré) han logrado mantener sus objetivos a pesar de que en algún momento la cosa se les ha puesto difícil. Han perseverado y siguen ofreciendo semanalmente su espacio a todos aquellos que quieran escucharlo para proponerles nuevas cosas de esta música que tanto nos gusta. Lo hacen además con amplitud de miras, así que en él pueden recalar desde los aficionados a los sonidos más old timer hasta aquellos que prefieran lo más novedoso, poniendo especial atención en lo que se cuece por aquí.
Además, para celebrarlo han pedido a 50 músicos, críticos, programadores o amigos que seleccionen un tema, para con todos ellos elaborar una especie de lista de reproducción.
Como en este blog siempre encontramos alguna excusa para poner algo de música, vamos a obsequirales con un tema que nos gusta, que es de jazz hecho aquí, pero hecho hace muchos años (una manera de decir que ellos no hacen más que continuar una línea que ya viene de lejos).
El obsequio es una preciosa balada que se llama así, "Balada". El tema es de Salvador Font, interpretado por Mantequilla y su conjunto y grabado en septiembre de 1965. El grupo lo formaban Manolo Mercedes (trompeta), Salvador Font 'Mantequilla' (saxo tenor), Ricardo Miralles (piano), Enrique Ponsa (contrabajo) y José Farreras (batería).
La grabación precede del tercer volumen, "El jazz moderno", de Jazz en Barcelona 1920-1965, la recopilación hecha por Jordi Pujol Baulenas y publicada por Fresh Sound en 2006. Ahí va:
El próximo 21 de diciembre tendrá lugar en Barcelona la gala de presentación de la escudería Discordian Records, y organizado por Arco y Flecha. Se promete mucha y buena música. 21 músicos repartidos en 7 formaciones. Ahí van:
Sin Anestesia
Outerzone
Bruitage
Spiral Barred
bLow
Reptilian Mambo
Discordian Community Orchestra (dirigida por El Pricto)
Elenco artístico :
Sin Anestesia (11 saxos): Don Malfon - Agustí Martínez - Ferran Besalduch - Albert Cirera - Miguel "Pintxo" Villar - Lluís Vallés - Tom Chant - Liba Villavecchia - El Pricto - Pep Pascual - Xavier Díaz Herrera.
Outerzone: Pablo Selnik, flauta - Don Malfon, saxo barítono - Miguel Serna: bajo eléctrico - Vasco Trilla: batería.
Bruitage: Pablo Rega: guitarra eléctrica - Tom Chant: saxos - Javier Carmona: batería y percusión.
Spiral Barred: Don Malfon: saxo alto - Paulina Owczarec: saxo barítono - Eduard Altaba: contrabajo - Javier Carmona: batería y percusión.
bLOW: Ferran Besalduch: saxo bajo - Joan Palacio: trombón contrabajo - David Parras: tuba.
Reptilian Mambo: El Pricto: sintetizador - Don Malfon: saxo barítono - Pablo Rega: guitarra eléctrica - Joni Garlic: teclados - Javier Carmona: batería y percusión - Vasco Trilla: batería y percusión
Discordian Community Orchestra (dirigida por El Pricto): Don Malfon - Agustí Martínez - Ferran Besalduch - Albert Cirera - Miguel "Pintxo" Villar - Lluís Vallés - Tom Chant - Liba Villavecchia - El Pricto - Pep Pascual - Pablo Selnik - Miguel Serna - Vasco Trilla - Pablo Rega - Javier Carmona - Paulina Owczarec - Eduard Altaba - Joan Palacio - David Parras
Será el viernes 21/12/2012,
en el C.A.T. - Centre Artesà Tradicionàrius
(Travessia de Sant Antoni, 6-8, Gràcia),
a las 21:00h.
Entrada anticipada: 10 euros (para reservar, escribid a info@arcoyflecha.es).
El espectáculo "L’œil de l’éléphant" que se presentó en el Festival de Jazz de Barcelona. Proyección de las fabulosas imágenes del fotógrafo Guy Le Querrec con el acompañamiento de un cuarteto integrado por Michel Portal, Louis Sclavis, Henri Texier y Christophe Marguet. En Tomajazz, con inspiradoras fotos de Joan Cortès y crónica de un servidor.
Un año más, cosas vistas y oídas en el festival In-Edit a través de nuestra particular selección, que pasamos a enumerar:
- Planet Rock: The Story of Hip Hop and the Crack Generation (Richard Lowe y Martin Torgoff; EE. UU., 2011; 85’).
- Jimmy Rosenberg – the Father, the Son & the Talent (Jeroen Berkvens; Holanda, 2006, 78’).
- Tropicália (Marcelo Machado; Brasil, 2012, 87’).
- Ornette: Made in America (Shirley Clarke; EE.UU., 1985, 78’).
- On the Fly: Cecil Taylor (Elena Vilallonga; España, 2012, 37’).
- Under African Skies (Joe Berlinger; EE.UU., 2012, 102’).
Hemos tardado un poquito, pero...
Si lo desean, pueden leerlo en Tomajazz.
Hace unos días falleció el baterista y compositor Pete La Roca. Fue un tipo peculiar y con una extraña carrera. Apareció en la segunda mitad de la década de los 50 y rápidamente se convirtió en un batería muy solicitado por su toque imaginativo y terso, haciéndose una voz personal dentro de una generación de bateristas igualmente personales que explotaría ya en los 60.
Pero, todo y ser un instrumentista exquisito que grabó con Sonny Rollins, Jackie McLean, Booker Little, George Russell, Joe Henderson, Johnny Coles, Freddie Hubbard o Sonny Clark, y que además actuaría en diferentes momentos con grupos de Tony Scott, John Coltrane, Art Farmer, McCoy Tyner o Charles Lloyd, su verdadera leyenda se debe a dos únicos LP que grabó en esos años, Basra (Blue Note, 1965) y un disco que tiene dos nombres y varias portadas: se publicó primero como Turkish Women at the Bath (Douglas, 1967), y al año siguiente sería reeditado como Bliss! (Muse, 1968), y encima a nombre de Chick Corea, lo que es del todo falso, pues todas las composiciones y el estilo de las mismas es clarísimamente de La Roca. Supongo que se hizo porque en aquel año de 1968 Corea ya estaba en pleno despegue, y la segunda discográfica debió pensar que era más inteligente editarlo a su nombre. Yo, encima, tengo una edición en vinilo alemana de 1973 y del sello Happy Bird, con otra portada y con el título sin el signo de admiración, Bliss.
Normalmente siempre se destaca Basra por encima de este Bliss (o como quiera que se llame). Hace tiempo que no oigo Basra, y al tener Bliss en vinilo y no disponer de tocadiscos, también hace tiempo que no escucho Bliss, pero creo recordar que siempre me había gustado un poco más este segundo.
He encontrado un par de cortes en YouTube, el fabuloso tema homónimo, arriba, con ese piano tan tenso y amenazador que sirve de fondo, y aquí debajo "Dancing Girls", un tema más movido y lleno de fuego, e igualmente con una característica figura pianística por debajo, como un extraño e inesperado -en ese contexto- patrón minimalista.
Además de La Roca y Corea al piano, el cuarteto lo completaban el contrabajista Walter Booker y el genial saxo tenor de John Gilmore, en una de sus raras colaboraciones fuera de la Arkestra de Sun Ra.
Poco después de grabar Bliss, La Roca se retiró para dedicarse a la abogacía. Volvió a las baquetas a finales de los 70, e incluso llegó a grabar algún disco más, pero ya no era lo mismo.
Recordémosle como se merece.
Con el concierto de ayer, celebrado para conmemorar el día de Santa Cecilia, patrona de los músicos, concluía la 10ª edición de los "Concerts d'orgue a Santa Maria de Gràcia", que con tanto esfuerzo y tesón organiza y coordina Amaia Goñi, la organista titular de la parroquia. Una nueva ocasión para disfrutar de este órgano De Graaf al que no nos cansaremos de loar. El elegido ayer para estar frente a los teclados fue Ignacio Echevarrieta, organista vasco pero residente en Barcelona (es organista del Oratorio de Santa Maria de Bonaigua y de Sant Josep Oriol, ambos templos en la ciudad condal).
A diferencia de los dos conciertos anteriores, que cada uno a su manera habían propuesto un amplio abanico estilístico (el primero, muy subjetivo y buscando el contraste expresivo; el segundo, ponderado y estableciendo un recorrido histórico), el de ayer estuvo centrado en la música antigua para órgano y, sobre todo, en piezas del barroco alemán (el más profundo e íntimo, pero también el más elocuente), a las que se añadió un tiento del "Pange Lingua" de Joan Cabanilles, un anónimo del siglo XVII perteneciente al Manuscrito Camphuysen, y un bis fuera de programa que no reconocí.
El programa anotado que proponía Echevarrieta venía enmarcado entre dos 'cumbres' del órgano: Dietrich Buxtehude (1637-1707) y Johann Sebastian Bach (1685-1750). Exceptuando al propio Buxtehude, enclavado en el primer barroco, y la "Pavana Lachrimae" de Jan Pieterszoon Sweelink (1562-1621), que aunque holandés fue un músico importante en la eclosión del barroco alemán, todas las obras eran del período tardío, con nombres como, además de Bach, Johann Pachelbel (1653-1706), Johann Nicolaus Hanff (1665-1711/12), Johann Speth (1664-c. 1719) y Georg Böhm (1661-1733). Podríamos decir que el conjunto fue como una inmersión en uno de los momentos más fecundos de la historia de la música.
Abrir un concierto -o cualquier otra cosa- con Buxtehude es suficiente para dar la clave en la que se van a desarrollar las cosas. Su música, sutil y recogida, hizo que la velada empezará muy alto con la "Toccata en Fa Mayor". Con Buxtehude nos encontramos aún con un órgano primitivo, "limitado" si se me permite decirlo, y no obstante esto es un deleite apreciar el partido que este compositor supo extraer del instrumento.
Ya hemos dicho en anteriores ocasiones que Bach (que siempre fue un gran admirador de Buxtehude, por cierto) fue quién proyectó el órgano más allá de las fronteras físicas que en aquel momento lo aprisionaban. En este sentido, uno de los aciertos del programa seleccionado por Echevarrieta fue precisamente el estar concentrado en ese período determinado, lo que nos permitió contrastar ese relieve e importancia que tiene Bach. Sus dos piezas con las que concluyó el concierto, la breve "An Wasserflüssen Babylon" y la más larga "Passacaglia en do menor", sirvieron de forma excelente para ver aquello que es característico de su música orgánica: el empleo mucho más dinámico del teclado de pedal, la rica combinación de juegos, el equilibrio cromático.
El resto de piezas situadas entre estos dos puntales terminaron de dar una imagen por más que sintética bastante aproximada del barroco aleman, mostrando la variedad estilística y temática del período tratado. Destacaría las piezas de Pachelbel, "Von Himmel Hoch", y Böhm, "Vater unser in Himmelreich", aunque insisto en la completa organicidad del programa propuesto.
Sólo nos queda felicitar a Echevarrieta por su oportuna revisión del órgano barroco alemán, que además fue muy pertinente dada la fecha, Santa Cecilia, pues nos sugería una vuelta a los orígenes. Y felicitar también a Amaia Goñi por hacer posible este miniciclo de conciertos anuales.
Hasta el año próximo.
El organista Ignacio Echevarrieta con Amaia Goñi haciendo de asistente.
Reseña del concierto que ofreció Lucian Ban con su gran octeto (Ralph Alessi, Tony Malaby, Albrecht Maurer, Mat Maneri, Mark Helias, Gerald Cleaver y Badal Roy) en el Festival de Jazz de Barcelona presentando su proyecto sobre la música del compositor George Enescu, en Tomajazz.
Se ha hecho esperar, pero ya está disponible la quinta entrega de la historia de Suck Electrònic que Juanjo S. viene publicando en la web sense nom. Esta vez, con una cosa muy especial, el famoso songbook que les hizo el dibujante y diseñador Manel Rubiales en 1978 (una publicación que se ha convertido en una verdadera pieza de coleccionsimo).
"Important in Your Life", del primer disco de la segunda formación de Jonathan Richman & the Modern Lovers, cuando Jonathan Richman es más lunático, caprichoso e imprevisible. Un inesperado y genial giro respecto a los primeros y más eléctricos Modern Lovers. Idóneos para domingos (lluviosos y soleados.)
En las notas de la reedición en cd de este primer disco que abría su nueva etapa, Richman explica uno de los motivos de ese cambio de rumbo respecto a los Modern Lovers originales, y por qué fueron en esa dirección.
"When I was still with Ernie (Brooks), David (Robinson) and Jerry (Harrison), I had some time off while we were waiting to record. I called up hospitals because I wanted to do something. I entertained those retarded 'children' -they were aged eight to sixty- and I realised they understood me far better that the so-called unretarded people. If they liked you, you knew they liked you. And I realised that I wanted to get away from the direction my music was headed."
Entretenimiento y alivio juntos. Rock'n'roll paliativo y sanador, pues, y también, rock'n'roll como música sencillamente popular. En él podemos ver que antes que un negocio y un tinglado, antes también de ser un formato y una estética que permite toda clase de evoluciones, era una tradición, una simple y llana tradición popular.
Antes de irnos, "Abominable Snowman in the Market".
'Cara a cara' en una cadena privada de TV entre los dos candidatos de los partidos con menor representación en el Parlament de Catalunya de la actual legislatura, Alfons López Tena de Solidaritat Catalana y Albert Rivera de Ciutadans.
Un diálogo de besugos on top.
Lo peor no es que se interrumpieran y se interpelaran constantemente, lo que es necesario -hasta cierto punto- en los debates, sino que se apreciaba claramente que no tenían ganas de oírse el uno al otro (serían malos improvisadores).
Incluso huían de aquellos temas importantes en los que ambos han mantenido a veces una postura coincidente, como la denuncia de la corrupción.
Como diría mi abuela, con este par 'vamos apañaos' también.
Miting de tarde del candidato del PSC, Pere Navarro. Esta mañana el lamentable suicidio de una mujer en Barakaldo a la que iban a desahuciar.
Navarro dice que ayer por la tarde acordó con Pérez Rubalcaba que pedirían a las entidades bancarias que detengan los desahucios. Qué casualidad, ¿no?
Yo no me locreo, pero nunca lo sabremos, ¿verdad, Pere?
Inicio de camapaña para las elecciones al Parlament de Catalunya. Tras el miting de apertura de CiU, Oriol Pujol es entrevistado en la televisión. Dice algo así como -no recuerdo las palabras exactas- que Catalunya tiene algunas diferencias y ventajas con respecto a otros países del sur de Europa.
Pienso, 'pero qué huevos tiene', si él, un tipo mediocre, políticamente nulo, es la viva muestra de todo lo contrario, de que somos un país meridional sin faltarnos nada para ello. De otro modo, ¿dónde estaría él de no ser su padre quien es?
Kubic's Monk (ACT Music, 2012), apreciable acercamiento a Monk del trío del saxofonista francés Pierrick Pédron (convertido en cuarteto en tres temas).
Laurent de Wilde dice de él en las notas de la carpeta: "es un verdadero disco de jazz: a la antigua, pero de hoy."
Y en cierto modo tiene razón. Salvando las distancias, pero te deja un poso parecido al de los Root 70 de Nils Wogram: reflexiones del pasado en el presente.
El grupo lo forman: Pierrick Pédron, saxo alto; Thomas Bramerie, contrabajo; Franck Agulhon, batería; y cuando son cuarteto, se añade Ambrose Akinmusire, trompeta.
Dos ejemplos del disco: two kinds of Monk. La frágil "Ugly Beauty", en trío, y la movida "Who Knows", en cuarteto.
A veces hacemos para Cuadernos de Jazz un artículo del subgénero de 'cine y música'. Normalmente, otro colaborador se encarga del comentario sobre la película (esta vez es Alejandro Cifuentes), mientras que yo lo hago de la banda sonora (el apartado que se llama "una escucha"). El film esta vez es American Splendor, basado en unos cómics autobiográficos de Harvey Pekar, y tiene muy buena música. Aquí va el enlace y un tema de Paniots Nine, ese disco de Joe Maneri que le gustaba tanto a Pekar y que es fuente permanente de regocijo. El tema es "After Myself" y está basado en una danza griega (el kalamentiano).
La palabra interesante la solemos utilizar en exceso y con poca propiedad. Diría que sobre todo por pereza, por hacer un apaño rápido cuando hay que hacer o explicar algo para lo que no se cuenta con demasiado tiempo o, simplemente, cuando no se tienen ganas de explayarse demasiado y dejar fluir el ingenio. De tal modo, hemos acabado las más de las veces por desvirtuar su significado, su etimología (y que conste que me incluyo.) De entrada, no hay cosas interesantes per se, sino que el "interés" irá siempre en función de que se despierte en alguien o no.
El pasado jueves asistí a la habitual sesión que el Duot (Albert Cirera y Ramon Prats) realiza semanalmente en 23 Robadors. Esta vez les tocaba -como también es habitual una vez al mes- invitar a un músico para improvisar todos juntos. El invitado era Ferran Fages. No pensaba hacer ninguna crítica ni reseña (está bien descansar e ir a ver las cosas sin pensar, "tengo que escribir tal o cual cosa"). Y, de hecho, esto que viene a continuación tampoco va a serlo. Pero, al acabar el concierto, cuando regresaba a casa en el metro, estuve hablando con un amigo de algunas cosas que nos parecía habían pasado. Al llegar a casa las apunté rápidamente y creo que tienen un poco de interés (no mucho, tampoco.) Ahí van.
De entrada, quiero decir que la sesión de Duot + Ferran Fages no la calificaría ni de buena ni de mala, pero sí de interesante. Y voy a explicar por qué, mientras aprovecho para, por una vez, intentar hacer un buen uso de "interesante".
Una de las cosas que me motivó a bajar la otra tarde hasta el centro para ver la sesión de Duot fue la dispar combinación que se presentaba: el Duot son un dúo de free jazz total y aventurado, y Ferran Fages practica una improvisación electroacústica muy basada en el sonido. Lo que me atraía era ver hasta que punto podían ser coincidentes ambos territorios. Cómo podían interaccionar dos lenguajes (¿o mejor decir 'formas de hablar'?) que, en principio, están algo alejados entre sí o que, en todo caso, tienen una zona de intersección más bien reducida (al menos a priori; siempre a priori.)
Cuando áreas de trabajo quedan lejanas, como era el caso, el esfuerzo que habrá que hacer para confluir será más grande. Pero no hay otro remedio que hacerlo. A mí me fascina ver esta clase de esfuerzos y el trabajo que comportan. Personalmente siempre me han gustado esos documentales que ponen su atención en el trabajo de la gente, como la escuela documental británica. Ahí importa tanto la clase de actividad de la que se trate, explicándola lo mejor posible, como la manera en que los hombres y mujeres se aplican a ella. Por lo que a mí respecta, es un placer verlos.
Un poco con este espíritu me dirigí la otra noche a 23 Robadors, pensando en valorar el simple esfuerzo como espectador y sabiendo de antemano que iba a ser un trance dificultoso (o complicado) para todos.
La larga improvisación (que completaron con un breve bis) tuvo varios momentos. Era de esperar que los dos miembros de Duot estuvieran en sintonía desde el mismo inicio, aunque me pareció que en esos primeros minutos se mantuvieron un poco a la expectativa. Ferran Fages entró en un período dilatado de probaturas diversas, buscando su espacio, su lugar. Tras una larga primera parte muy especulativa, pareció que todo se acomodaba con la llegada de una sección en la que los tres músicos encontraban un camino practicable: con unos rasgueos duros de la guitarra y una correspondencia de la percusión armaron una pseudo rítmica. A partir de ese momento, y aunque obviamente abandonaron esa parte, siguieron trabajando en la búsqueda de nuevos momentos de "estabilidad". A veces lo lograban, otras lo intentaban. Pero cuando lo conseguían, casi siempre lo hacían de un modo parecido al de la sección mencionada. Y con tenacidad, mucha tenacidad. En el conciso bis, por ejemplo, entraron y salieron en la misma posición. Probablemente vieron o sintieron que centrándose en unas pocas cosas les iba a ir mejor. Tal vez todo consistía, la otra noche, en encontrar un cauce y aprovecharlo. Pero, ¿cómo saberlo de antemano?
Ya que el concierto era de la serie "Duot invita", me parece importante señalar una cosa de ellos, y es su generosidad. Más allá de si son o no buenos músicos, una cosa que vengo observando en ellos, sobre todo cuando invitan a alguien a unírseles, es su gran generosidad y un espíritu abierto que no son nada comunes. Me refiero a que se amoldan a todas las circunstancias, sena las que sean, y el otro día fue una buena prueba de ello. Y que conste que los los he visto tocar con músicos de lo más distinto. Creo que otros ni siquiera lo intentarían, pero ellos, su Duot, ese proyecto que nunca estará acabado porque siempre está en vías de hacerse, se enriquece con experiencias como la del otro día. Lo bueno o malo son nociones secundarias. Irrelevantes, diría. Prats y Cirera son de esa clase de gente (músicos) que prefieren la experiencia al resultado. O al menos así es dentro de su Duot. Y estoy con ellos.
Un regalo. Dulce y jugoso como un pastel de frutas. Delicioso.
Déjense mecer por la fragancia de esta corriente de notas cristalinas y refrescantes. Entrañable. Inspira emoción, ganas de vivir, y tiene su punto de nostalgia por la tierra sudafricana.
El mejor obsequio que se nos ocurre para un día como hoy (de verdad, ningún otro sería mejor).
"Sonia", tema de Mongezi Feza interpretado a piano solo por su camarada Chris McGregor en su disco In His Good Time (Ogun Records, 1979).
Ayer volví a ver la película Philadelphia (1993), de Jonathan Demme. Aquel dramón con Tom Hanks, Denzel Washington y Antonio Banderas, en el que Hanks interpreta a un abogado de un poderoso bufet de la ciudad de Filadelfia que es despedido por sus jefes cuando estos se enteran/sospechan que tiene SIDA.
La había visto varias veces, y no la tenía en gran consideración. Básicamente me parecía una película demasiado comercial. Ayer la volví a ver porque a mi hijo adolescente le apetecía verla. Y en este nuevo visionado, y observando como la veía mi hijo, me di cuenta de que estaba muy equivocado respecto de ella. Es una película para un publico amplio, con estrellas de Hollywood, sí, pero muy útil y necesaria. Expone con claridad una problemática, una injusticia y unos prejuicios, sin maniqueísmos ni moralinas, aunque haciéndolo de una manera llana, para que todo el mundo pueda entender el "mensaje", o si lo prefieren -yo lo prefiero- la reflexión que nos propone: esa invitación a mirarnos a nosotros mismos, examinar nuestra carga educativa y tratar de ser lo más valientes que podamos para deshacernos de muchas cosas que hemos adquirido y que no hacen que el mundo sea precisamente mejor.
Al final de la película, en la escena del funeral, suena una preciosa balada que Neil Young -uno de los grandes, pero de verdad- escribió para la película y que se llama simplemente "Philadelphia". Ni Bruce Springsteen, ni Peter Gabriel, ni las arias de ópera que suenan, ninguna otra música del film consigue condensar los dos vectores sobre los que se levanta la historia: por un lado, el toque de atención, por el otro, la tristeza -la película es muy triste al final- del melodrama.
Neil Young, para abrir un domingo cualquiera...
(Siento la putada de Goear, con esa odiosa publicidad inicial que te cuelan, pero es que no he encontrado el tema en ningún otro reproductor.)
En el 80% de los casos, los bonus que acompañan las reediciones de viejos discos son de lo más accesorio. Puro relleno, vamos
Preparándome para ver mañana un documental sobre la gestación de Graceland, el disco que Paul Simon grabó en Sudáfrica en los 80 y que tanta polémica levantó al saltarse el cantante el boicot contra el régimen apartheid, me he hecho con el cd. Va con tres cortes inéditos (2 demos y un outtake). Voy a poner la versión alternativa del tema "Diamonds on the soles of her shoes" que tiene la particularidad de que está interpretado sólo por las voces y la emotiva línea de bajo que dibuja Bakiti Kumalo. Yo, la verdad, hubiera puesto esta versión. La otra también es buena, ojo, pero está reúne dos características que juntas definen para mí lo sudaficano: una emoción muy vital + un punto de melancolía (o tristeza a secas, no lo sé todavía... ahondaré en ello).
Últimamente estamos muy 'sudafricanos', lo sabemos, pero es que nos tira mucho. Tal vez sea porque nos hemos hecho de los springboks, tal vez porque adoramos su música (tenemos en el horno una inminente entrada muy especial al respecto). Y ya les contaremos sobre el documental a su debido momento.