En una entrada reciente sobre Heiner Goebbels hablaba del Grup Instrumental bcn216, formación encarada hacia la música contemporánea y/o nuevas músicas, y mencionaba una velada que dedicaron a interpretar música de Frank Zappa. En su momento, el blog rest in bits colgó el concierto íntegro para descargar.
Dicho concierto tuvo lugar el 7 de abril de 2009 en la sala 2 de L'Auditori de Barcelona, bajo la dirección de Ernest Martínez Izquierdo. Interpretaron las piezas "Naval Aviation in Art?", "Be-Bop Tango", "Get Whitey", "Dog Breath Variations / Uncle Meat", "Outrage at Valdez", "Revised Music for Low Budget Orchestra", "The Perfect Stranger", "The Beltway Bandits", "Dupree's Paradise" y "G-Spot Tornado". Estuvo bien, escúchenlo.
sábado, 19 de junio de 2010
viernes, 18 de junio de 2010
Duot
Duot son Albert Cirera, saxos tenor y soprano, y Ramon Prats, batería. Hacen jazz free, de vanguardia, improvisación posretromoderna, como se quiera llamar, pero, eso sí, dicho sin vacilaciones. En 2008 se autoeditaron un CD, que grabaron a finales de 2007, y que es el que nos ocupa ahora.
El disco se compone de 8 buenos temas en 55 minutos de música desnuda y gallarda, surgida desde una concepción del jazz muy abierta y poniendo de manifiesto a su manera esa idea de que "beauty is a rare thing". Elegiremos los dos temas más breves porque bastan para hacerse una composición de lugar de entre qué campos se mueven (podéis escuchar otros tres cortes del disco en su MySpace). El primero, el colemaniano "Infection" -ya el título lo recuerda-, nos hace pensar, sin parecerse a ninguno en particular, a temas de los primeros años del cuarteto de Ornette Coleman con Don Cherry (a "The Fifth of Beethoven", por poner un ejemplo), por la línea inicial y por cómo se juega con ella después. El otro corte es la segunda versión, la corta, de "Idea 1". Si en "Infection" se percibe ese vínculo estrecho con el jazz, en "Idea 1" estamos ante otra perspectiva distinta, más interior y reflexiva.
El próximo lunes 28 de junio actuarán como Triot, uniéndoseles David Mengual al contrabajo, en la sala Continental de Barcelona (calle Providencia, 30-32; metro, Fontana o Joanic). O sea, que puede ser un gran concierto. La entrada es libre, como suele ser habitual en el Continental, aunque las copas son algo caras ahí, ¡cuidao!
El disco se compone de 8 buenos temas en 55 minutos de música desnuda y gallarda, surgida desde una concepción del jazz muy abierta y poniendo de manifiesto a su manera esa idea de que "beauty is a rare thing". Elegiremos los dos temas más breves porque bastan para hacerse una composición de lugar de entre qué campos se mueven (podéis escuchar otros tres cortes del disco en su MySpace). El primero, el colemaniano "Infection" -ya el título lo recuerda-, nos hace pensar, sin parecerse a ninguno en particular, a temas de los primeros años del cuarteto de Ornette Coleman con Don Cherry (a "The Fifth of Beethoven", por poner un ejemplo), por la línea inicial y por cómo se juega con ella después. El otro corte es la segunda versión, la corta, de "Idea 1". Si en "Infection" se percibe ese vínculo estrecho con el jazz, en "Idea 1" estamos ante otra perspectiva distinta, más interior y reflexiva.
El próximo lunes 28 de junio actuarán como Triot, uniéndoseles David Mengual al contrabajo, en la sala Continental de Barcelona (calle Providencia, 30-32; metro, Fontana o Joanic). O sea, que puede ser un gran concierto. La entrada es libre, como suele ser habitual en el Continental, aunque las copas son algo caras ahí, ¡cuidao!
jueves, 17 de junio de 2010
Bill Dixon (1925-2010)
Nos ha dejado uno de los grandes de eso que llamamos, no sé si acertadamente o no, free jazz. Bill Dixon, trompetista, compositor, director de orquesta, pedagogo y polemista incisivo. Estaría libre, pero no de compromiso. Su actitud, desafiante, y sus convicciones, siempre con los suyos en el corazón, dan fe de ello.
De entrada, uno de los primeros temas que registró a su nombre, para el sello Savoy y dentro del cuarteto que tuvo con Archie Shepp en 1962. Una versión de "Somewhere", composición que Leonard Bernstein escribió para West Side Story. Podría parecer una excentricidad en la época elegir un tema de esas características para un disco de new thing, pero si lo hicieron fue, «simplemente, porque todos los miembros del grupo disfrutábamos tocándolo», escribió el propio Dixon en las notas del disco. Es fabuloso como "urbanizan" ese compás de vals del tema original.
Y, para acabar, "Darfur", una pieza de uno de sus últimos trabajos editados, 17 Musicians in Search of a Sound: Darfur (AUM 046), grabado en directo con su orquesta en 2007 durante el XII Vision Festival de Nueva York. Una pieza orquestal y temática trabajada como solía hacerlo (ya en 1964 grabó en un formato más pequeño el disco Bill Dixon 7-tette también para Savoy, en donde mostraba, embrionariamente, un planteamiento ya parecido): dinámicas muy abiertas, investigación cromática, estructuras dramáticas y juegos dialécticos.
Con el tiempo, su carácter se tensó y su sonido se volvió oscuro y difícil. Grabó y trabajó poco, prefiriendo concentrarse en otros aspectos de la música, como la docencia o el ensayo privado. Sin dudarlo, uno de los grandes del jazz contemporáneo.
Au revoir...
miércoles, 16 de junio de 2010
Libas Traum Trio, BCN, 14-VI-2010
Libas Traum Trío, ciclo "Músiques disperses", sala Heliogàbal, Barcelona, 14 de junio de 2010. Liba Villavecchia, saxos tenor y soprano; Paul Stouthamer, chelo; Caspar Hodgkinson, batería. El tema es "Calabuig", bien representativo del planteamiento del trío: composiciones muy elaboradas a partir del jazz y de la música de vanguardia. Tres músicos muy distintos que se integran perfectamente en el marco del trío: el sonido elegante y pulido de Villavecchia, el toque profundo y bluesero de Stouthamer, la convicción rítmica de Hodgkinson. Era su tercer concierto con Hodgkinson a las baquetas. Sería bueno que tocaran con mayor frecuencia.
domingo, 13 de junio de 2010
Heiner Goebbels, y las guerras que vieron...
Hace una semana, el Teatre Lliure de Barcelona, dentro de su ciclo “Radicals lliures”, presentó una obra escénica de Heiner Goebbels, Stifters Dinge, pieza para cinco pianos sin pianista. Nadie del hotel pudo asistir, aunque sí lo hicimos a otra representación del alemán, la de Songs of Wars I Have Seen que tuvo lugar el pasado 17 de febrero en l’Auditori, dentro del ciclo 2009-2010 “bcn216 a L’Auditori”.
Una obra y una noche memorables, con una interpretación de bcn216 (que se está convirtiendo en algo así como nuestro Ensemble Modern particular) en verdad excelente. Además de obras del repertorio contemporáneo, esta orquesta cada año se descuelga con la inclusión de cosas que no son tan obvias. La temporada pasada, por ejemplo, dedicaron una velada a Frank Zappa.
Esta obra, Songs of Wars I Have Seen, originalmente compuesta en 2007 para la London Sinfonietta, está concebida a partir de textos extraídos del libro de Gertrude Stein Wars I Have Seen, y se inscribe a la perfección dentro de lo que viene haciendo desde hace tiempo Heiner Goebbels. Un planteamiento híbrido, entre la música escénica, el ensamblaje de distintos géneros y estilos, incluyendo música clásica, contemporánea, jazz y distintas músicas populares y étnicas, y el montaje de textos e ideas. De hecho, existe en los fragmentos de texto un trabajo de edición esmerado sobre la obra de, en este caso, Stein. Seleccionando trozos de aquí y allí para darles la forma que se persigue. Un aspecto, el del montaje de textos, que nos resulta especialmente atractivo y querido a los del hotel.
En el programa de mano, el director de escena de la representación de Barcelona, Jordi Prat i Coll, sitúa muy bien esta obra.
“En tiempos de guerra. En tiempos en los que los hombres van al frente. Quién queda... quién queda en casa son las mujeres. Bajo la tenue luz de las lámparas. A través de las ondas radiofónicas no sólo se escucha la tan anhelada información sino los rumores, la monotonía, Shakespeare, el miedo y el hambre. Heiner Goebbels se sirve de fragmentos de la novela Wars I Have Seen de Gertrude Stein para coser una pieza músico-teatral en la que las notas musicales de todos los tiempos se camuflan como la niebla entre los pensamientos del día a día de las mujeres francesas que se quedaban en casa durante la Segunda Guerra Mundial. Gertrude Stein teje, como quien hace ganchillo, unas voces de mujeres, que no sólo reflejan la barbarie de las guerras pasadas sino los fantasmas de las guerras futuras. Porque el hombre es un animal (estúpidamente racional) que parece haberse autocondenado a vivir siempre entre guerras.”
No es gratuito que sean las mujeres, reunidas los viernes por la tarde alrededor de una estufa, escuchando la radio y hablando de sus cosas, compartiendo el miedo y la incertidumbre, contándose lecturas y chismorreos. Añorando a los hombres pero también criticándolos. Criticando su egoísmo, su estupidez y su irresponsabilidad.
Heiner Goebbels, al que muchos conocerán de sus tiempos en el grupo Cassiber y por su estrecha colaboración con el saxofonista Alfred Harth, ha realizado un trabajo absolutamente original, en su línea. Las obras de Goebbels surgen con frecuencia del entrechocamiento dialéctico entre autores, marcos referenciales musicales y culturales diversos. Si tuviéramos que buscar un paralelismo con lo que él hace, casi lo encontraríamos mejor en el cine, en autores como Alexander Kluge, Chris Marker, Godard o Haroun Farocki.
En cuanto a la actuación, destacar el uso del sampler, emitiendo sonidos que contribuyeron a emborronar la atmósfera opresiva de esas estancias donde no sobra precisamente la esperanza. O las voces, corales o conjuntadas, con sus temas jazz, espirituales, con algo de hip hop incluso. Y las palabras, que relatan con increíble fuerza. Palabras seleccionadas, pensadas, procesadas, y vueltas a echar al mundo con fuerza renovada. Una última cosa respecto a las indicaciones que Goebbels ha dado para representar la obra en cualquier lugar: ha de haber un número mínimo de mujeres entre los músicos, para que puedan hacer las voces, y el resto pueden ser hombres que se situarán siempre al fondo del escenario y estarán menos iluminados, como si quedaran aparte.
Estos temas que voy a poner a continuación no son exactamente iguales a los de la obra que se representó. Son como el embrión, aparecieron en su penúltimo disco (último en ECM por el momento), Landschaft mit entfernten Verwandten / Landscape with distant relatives (2007). Los que estuvimos presentes pudimos apreciar muy bien como se ha variado su forma y se han refundido con otros pasajes nuevos, musicales y cantados, para hacerlos entrar mejor en ese planteamiento de teatro musical, en el que además de la música y el texto en sí, se juega de una manera muy sutil con la escenografía y la puesta en escena.
Ahí van tres piezas, y los textos seleccionados, del disco mencionado, basadas igualmente en el libro Wars I Have Seen. Recomendamos leer los textos.
THE SIRENS
DID IT REALLY HAPPEN?
DIFFERENT NATIONS
Una obra y una noche memorables, con una interpretación de bcn216 (que se está convirtiendo en algo así como nuestro Ensemble Modern particular) en verdad excelente. Además de obras del repertorio contemporáneo, esta orquesta cada año se descuelga con la inclusión de cosas que no son tan obvias. La temporada pasada, por ejemplo, dedicaron una velada a Frank Zappa.
Esta obra, Songs of Wars I Have Seen, originalmente compuesta en 2007 para la London Sinfonietta, está concebida a partir de textos extraídos del libro de Gertrude Stein Wars I Have Seen, y se inscribe a la perfección dentro de lo que viene haciendo desde hace tiempo Heiner Goebbels. Un planteamiento híbrido, entre la música escénica, el ensamblaje de distintos géneros y estilos, incluyendo música clásica, contemporánea, jazz y distintas músicas populares y étnicas, y el montaje de textos e ideas. De hecho, existe en los fragmentos de texto un trabajo de edición esmerado sobre la obra de, en este caso, Stein. Seleccionando trozos de aquí y allí para darles la forma que se persigue. Un aspecto, el del montaje de textos, que nos resulta especialmente atractivo y querido a los del hotel.
En el programa de mano, el director de escena de la representación de Barcelona, Jordi Prat i Coll, sitúa muy bien esta obra.
“En tiempos de guerra. En tiempos en los que los hombres van al frente. Quién queda... quién queda en casa son las mujeres. Bajo la tenue luz de las lámparas. A través de las ondas radiofónicas no sólo se escucha la tan anhelada información sino los rumores, la monotonía, Shakespeare, el miedo y el hambre. Heiner Goebbels se sirve de fragmentos de la novela Wars I Have Seen de Gertrude Stein para coser una pieza músico-teatral en la que las notas musicales de todos los tiempos se camuflan como la niebla entre los pensamientos del día a día de las mujeres francesas que se quedaban en casa durante la Segunda Guerra Mundial. Gertrude Stein teje, como quien hace ganchillo, unas voces de mujeres, que no sólo reflejan la barbarie de las guerras pasadas sino los fantasmas de las guerras futuras. Porque el hombre es un animal (estúpidamente racional) que parece haberse autocondenado a vivir siempre entre guerras.”
No es gratuito que sean las mujeres, reunidas los viernes por la tarde alrededor de una estufa, escuchando la radio y hablando de sus cosas, compartiendo el miedo y la incertidumbre, contándose lecturas y chismorreos. Añorando a los hombres pero también criticándolos. Criticando su egoísmo, su estupidez y su irresponsabilidad.
Heiner Goebbels, al que muchos conocerán de sus tiempos en el grupo Cassiber y por su estrecha colaboración con el saxofonista Alfred Harth, ha realizado un trabajo absolutamente original, en su línea. Las obras de Goebbels surgen con frecuencia del entrechocamiento dialéctico entre autores, marcos referenciales musicales y culturales diversos. Si tuviéramos que buscar un paralelismo con lo que él hace, casi lo encontraríamos mejor en el cine, en autores como Alexander Kluge, Chris Marker, Godard o Haroun Farocki.
En cuanto a la actuación, destacar el uso del sampler, emitiendo sonidos que contribuyeron a emborronar la atmósfera opresiva de esas estancias donde no sobra precisamente la esperanza. O las voces, corales o conjuntadas, con sus temas jazz, espirituales, con algo de hip hop incluso. Y las palabras, que relatan con increíble fuerza. Palabras seleccionadas, pensadas, procesadas, y vueltas a echar al mundo con fuerza renovada. Una última cosa respecto a las indicaciones que Goebbels ha dado para representar la obra en cualquier lugar: ha de haber un número mínimo de mujeres entre los músicos, para que puedan hacer las voces, y el resto pueden ser hombres que se situarán siempre al fondo del escenario y estarán menos iluminados, como si quedaran aparte.
Estos temas que voy a poner a continuación no son exactamente iguales a los de la obra que se representó. Son como el embrión, aparecieron en su penúltimo disco (último en ECM por el momento), Landschaft mit entfernten Verwandten / Landscape with distant relatives (2007). Los que estuvimos presentes pudimos apreciar muy bien como se ha variado su forma y se han refundido con otros pasajes nuevos, musicales y cantados, para hacerlos entrar mejor en ese planteamiento de teatro musical, en el que además de la música y el texto en sí, se juega de una manera muy sutil con la escenografía y la puesta en escena.
Ahí van tres piezas, y los textos seleccionados, del disco mencionado, basadas igualmente en el libro Wars I Have Seen. Recomendamos leer los textos.
THE SIRENS
The siren that warns for the bombardments is not working anymore, I suppose it was worn out as they say here they have succeeded in putting it out of order, but who they are nobody knows and now the Germans are to warn us by trumpeting but after all that does not really wake one up if one is really asleep so everybody prefers it, that is all everybody talks about is bombardments and naturally nobody is pleased, and whether the aim is good or not is hotly discussed, they say they should not fly so high, though they do admit that the precision of hitting is very great, nevertheless they say if they flew lower there would be less destruction round and about and as the defence is practically non-existent why not fly lower, others say they should not bombard at all and everybody will hate them and they did love the Americans but I said you know how they are here the French forget the past and enjoy the present yes they answer but our towns and all the dead, oh dear they say to me can you not stop them, alas I say I hate to have lovely places all smashed up and French people killed but what can I do, well they say, anyhow it is going on so long so long, and sometimes we that were most optimistic are getting kind of pessimistic it is going on so long.
DID IT REALLY HAPPEN?
Did it really happen, oh yes she said, it does happen and it did happen.
Well so life goes on, we had just been reading Shakespeare Richard the Third, and the things they say there do sound just like that, so why not, anything is so if the country makes it so, and a century makes it so when it is so, just like that. (…)
History does repeat itself, I have often thought that was the really soothing thing that history does. The one thing that is sure and certain is that history does not teach, that is to say, it always says let it be a lesson to you but is it? Not at all. Not at all because circumstances always alter cases and so although history does repeat itself it is only because the repetition is soothing that anyone believes it, nobody nobody o learn either by their own or anybody else’s experience, nobody does, no they say they do but no nobody does. Yes nobody does.
Well so life goes on, we had just been reading Shakespeare Richard the Third, and the things they say there do sound just like that, so why not, anything is so if the country makes it so, and a century makes it so when it is so, just like that. (…)
History does repeat itself, I have often thought that was the really soothing thing that history does. The one thing that is sure and certain is that history does not teach, that is to say, it always says let it be a lesson to you but is it? Not at all. Not at all because circumstances always alter cases and so although history does repeat itself it is only because the repetition is soothing that anyone believes it, nobody nobody o learn either by their own or anybody else’s experience, nobody does, no they say they do but no nobody does. Yes nobody does.
DIFFERENT NATIONS
And anyway it is evening and nearly midnight and I will be listening to the last news just before going to bed again. It is funny the different nations begin their broadcasting I wish I knew more languages so that I could know how each one of the does it. The English always begin wit this is London, or the B.B.C. home service, or the overseas service. (…) The Americans say with poetry and fire, this is the voice of America, (…) one of the United Nations, speaking to you across the Atlantic. Then the Frenchmen, say Frenchmen speaking to Frenchmen, they always begin like that, and the Belgians are simple and direct, they just announce, radio Belge, and the national anthem, (…) and the Swiss so politely say, the studio of Geneva, at the instant of the broadcasting station of Berne will give you the latest news, and Italy says live Mussolini live Italy, and they make a bird noise and then they start, and Germans starts like this, Germany calling, Germany calling, in the last war, I said that the camouflage was the distinctive characteristic of each country, each nation stamped itself upon its camouflage, but in this war it is the heading of the broadcast that makes national life so complete and determined. It is that a nation is even stronger than the personality of any one, it certainly is so nations must go on, they certainly must.
Ya decíamos que los bajistas no son gente de fiar
Publicado en El País, 12-VI-2010, por David Fernández (Madrid),
La entrada en vigor ayer de la nueva normativa sobre información de posiciones cortas ha permitido conocer los valores españoles favoritos de los fondos de carácter más especulativo. Según la información remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, el valor donde más ventas a corto se concentran en relación con su capital social es el gestor bursátil, Bolsas y Mercados Españoles (BME).
Los fondos de alto riesgo tienen en préstamo el 3,8% de su capital para apostar por nuevas caídas en el precio de sus acciones. La presión bajista ocupa también un papel relevante en el Banco Popular, donde las ventas a corto suponen el 3,08% del total. Dentro del sector financiero, se han destacado apuestas bajistas en BBVA (el 1,14% del capital) y Banco Sabadell (2,08%). También hay apuestas bajistas en la construcción: ACS (0,52%), Ferrovial (1,11%) y Abengoa (2,21%), y en medios de comunicación: Antena 3 (1,53%), Vocento (0,52%) y PRISA, grupo editor de EL PAÍS (2,19%).
LOS BAJISTAS SE CEBAN EN BANCOS, MEDIOS Y CONSTRUCTORAS
La entrada en vigor ayer de la nueva normativa sobre información de posiciones cortas ha permitido conocer los valores españoles favoritos de los fondos de carácter más especulativo. Según la información remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, el valor donde más ventas a corto se concentran en relación con su capital social es el gestor bursátil, Bolsas y Mercados Españoles (BME).
Los fondos de alto riesgo tienen en préstamo el 3,8% de su capital para apostar por nuevas caídas en el precio de sus acciones. La presión bajista ocupa también un papel relevante en el Banco Popular, donde las ventas a corto suponen el 3,08% del total. Dentro del sector financiero, se han destacado apuestas bajistas en BBVA (el 1,14% del capital) y Banco Sabadell (2,08%). También hay apuestas bajistas en la construcción: ACS (0,52%), Ferrovial (1,11%) y Abengoa (2,21%), y en medios de comunicación: Antena 3 (1,53%), Vocento (0,52%) y PRISA, grupo editor de EL PAÍS (2,19%).
sábado, 12 de junio de 2010
Otro artículo sobre Les Anciens
Un tal Germán Lázaro ha publicado en Cuadernos de Jazz una reseña del disco de Les Anciens. Bah, ces't pas mal, pero no acabamos de entender eso del paralelogramo (!?!?!?).
viernes, 11 de junio de 2010
Entr'acte, de René Clair
En homenaje a los Entr'acte de la entrada anterior, que acabaron poniéndose el nombre de este delicioso cortometraje dadá que René Clair dirigió en 1924 a partir de un guión de Francis Picabia y con música de Erik Satie. Aparecían en él, además de Picabia y Satie, Marcel Duchamp, Man Ray y Darius Milhaud.
Entr'acte
Las pasadas navidades, Juanjo Sánchez me pasó un cd “para amigos” que él y Jordi Cabayol habían hecho digitalizando las tres referencias que el grupo barcelonés Entr’acte editó entre 1982 y 1983. La edición incluía los dos temas que hicieron para el recopilatorio Domestic Sampler (Umyu, 1982), la k7 En directe a la plaça Rius i Taulet (LMD, 1982) y el ep La tercera línea (Promos, 1983). Es decir, un buen regalo.
Vueltos a escuchar ahora, después de tantos años, me ha sorprendido la vigencia de ciertos aspectos de su sonido. Entr’acte fueron, en aquellos lóbregos primeros 80 en Barcelona, una de las pocas propuestas que se alejaba de lo que se hacía por aquí para acercarse a cosas tan estimulantes como Henry Cow y toda su saga y el RIO en general, o The Residents, This Heat, Metabolist, Cabaret Voltaire... acercándose a todo ello con tacto y buenhacer. Eran, además, muy jóvenes, y no pertenecían a ninguna movida ni estaban dentro de ninguna onda.
Nacieron en el verano de 1980 con el nombre de El gabinete del doctor Caligari, que posteriormente, ya en 1982, cambiaron por el de Entr’acte. Juanjo lo explica: “Recuerdo que oímos en la radio, hacia 1982, la canción “Golpes”, de unos Gabinete Caligari de Madrid, y creo recordar que uno de nosotros les escribió una carta a mano invitándoles a cambiarse el nombre (incluso con alguna sugerencia pegadiza). No recuerdo muy bien, pero creo que nos respondieron diciendo que ellos ya lo tenían registrado. Por supuesto, nosotros no, así que en la primavera del 82, siguiendo con la cinefilia arcaica, nos cambiamos por Entr'acte.” Creo que no hace falta señalarlo, pero la anécdota lo dice todo: registrar o no registrar, esa es la cuestión, y tras ella, toda una simbología del arte y del éxito.
En su momento, tal vez porque los conocía y porque no tenía la necesaria distancia temporal, y porque tampoco me importaba demasiado la cuestión, esa es la verdad, no llegué a reparar en si lo que hacían era novedoso o moderno, o si entroncaba con tal o cual corriente musical que se estuviera dando fuera del país. Me gustaban. Me gustaba como tocaba Jordi la guitarra. Me gustaba como combinaban cosas sin importarles demasiado si eran de un determinado género o no. Y etc.
Escuchados hoy, hay cosas que me fascinan. Por ejemplo, esa entrada del tema “A través del mirall”, que ahora me hace pensar en la intro de “Thirty Seconds Over Tokyo” de Pere Ubu. O la fuerza funkoide de los acordes de guitarra, que estaban en la misma longitud de onda que cosas que se podían estar haciendo en Nueva York en aquellos tiempos. O los ritmos paranoicos y cuasi industriales de algunos de sus cortes (“Bacil de Cock” o “Beirut nocturno”, ambas del directo).
En fin, muchas cosas que, como ocurre con frecuencia, quedan ocluidas por una percepción temporal demasiado pegada a los hechos, inadecuada pues.
Entr’acte eran Jordi Cabayol (guitarra y violín), Josep Mª Casellas (saxos), Carlos Luís (teclados, que no estuvo en el directo pues se hallaba sirviendo a la patria), Juanjo Sánchez (bajo) y Amadeu Reverter (batería y clarinete).
"L'altre escàndol de l'estranya dona", de Domestic Sampler (Umyu, 1982)
"A través del mirall", de La tercera línea (Promos, 1983)
"Bacil de Cock" y "Beirut nocturno", ambas de En directe a la plaça Rius i Taulet (LMD, 1982)
Gracias a Juanjo por pasarme el cd y por la portada del k7.
Vueltos a escuchar ahora, después de tantos años, me ha sorprendido la vigencia de ciertos aspectos de su sonido. Entr’acte fueron, en aquellos lóbregos primeros 80 en Barcelona, una de las pocas propuestas que se alejaba de lo que se hacía por aquí para acercarse a cosas tan estimulantes como Henry Cow y toda su saga y el RIO en general, o The Residents, This Heat, Metabolist, Cabaret Voltaire... acercándose a todo ello con tacto y buenhacer. Eran, además, muy jóvenes, y no pertenecían a ninguna movida ni estaban dentro de ninguna onda.
Nacieron en el verano de 1980 con el nombre de El gabinete del doctor Caligari, que posteriormente, ya en 1982, cambiaron por el de Entr’acte. Juanjo lo explica: “Recuerdo que oímos en la radio, hacia 1982, la canción “Golpes”, de unos Gabinete Caligari de Madrid, y creo recordar que uno de nosotros les escribió una carta a mano invitándoles a cambiarse el nombre (incluso con alguna sugerencia pegadiza). No recuerdo muy bien, pero creo que nos respondieron diciendo que ellos ya lo tenían registrado. Por supuesto, nosotros no, así que en la primavera del 82, siguiendo con la cinefilia arcaica, nos cambiamos por Entr'acte.” Creo que no hace falta señalarlo, pero la anécdota lo dice todo: registrar o no registrar, esa es la cuestión, y tras ella, toda una simbología del arte y del éxito.
En su momento, tal vez porque los conocía y porque no tenía la necesaria distancia temporal, y porque tampoco me importaba demasiado la cuestión, esa es la verdad, no llegué a reparar en si lo que hacían era novedoso o moderno, o si entroncaba con tal o cual corriente musical que se estuviera dando fuera del país. Me gustaban. Me gustaba como tocaba Jordi la guitarra. Me gustaba como combinaban cosas sin importarles demasiado si eran de un determinado género o no. Y etc.
Escuchados hoy, hay cosas que me fascinan. Por ejemplo, esa entrada del tema “A través del mirall”, que ahora me hace pensar en la intro de “Thirty Seconds Over Tokyo” de Pere Ubu. O la fuerza funkoide de los acordes de guitarra, que estaban en la misma longitud de onda que cosas que se podían estar haciendo en Nueva York en aquellos tiempos. O los ritmos paranoicos y cuasi industriales de algunos de sus cortes (“Bacil de Cock” o “Beirut nocturno”, ambas del directo).
En fin, muchas cosas que, como ocurre con frecuencia, quedan ocluidas por una percepción temporal demasiado pegada a los hechos, inadecuada pues.
Entr’acte eran Jordi Cabayol (guitarra y violín), Josep Mª Casellas (saxos), Carlos Luís (teclados, que no estuvo en el directo pues se hallaba sirviendo a la patria), Juanjo Sánchez (bajo) y Amadeu Reverter (batería y clarinete).
"L'altre escàndol de l'estranya dona", de Domestic Sampler (Umyu, 1982)
"A través del mirall", de La tercera línea (Promos, 1983)
"Bacil de Cock" y "Beirut nocturno", ambas de En directe a la plaça Rius i Taulet (LMD, 1982)
Gracias a Juanjo por pasarme el cd y por la portada del k7.
Bafana bafana
Hoy ha comenzado el Mundial de Sudáfrica. Estaría bien que lo ganaran los anfitriones, cuestión de justicia poética. Aunque, bien mirado, tienen -tenemos- cosas mucho más importantes de las que preocuparnos.
De todos modos, para celebrar su inicio, qué mejor que Dudu Pukwana & Spear. Cinco entrañables sudafricanos: Dudu Pukwana, Mizo Mngqikana, Mongezi Feza, Harry Miller y Louis Moholo. Música llena de vida y color, de buen humor y belleza y fuerza. Son los temas "Sonia" (la composición de Feza que mucha gente conocerá por el disco de Robert Wyatt Ruth Is Stranger Than Richard) y "Nobomvu", ambos del disco In the Townships (1973).
Va por los chicos, que fueron una verdadera selección...
sábado, 5 de junio de 2010
Un artículo de Julià Guillamon sobre Les Anciens
UNA LIMOSNITA
A veces estoy esperando el metro en la parada de Liceu y me acuerdo de Paquito. Era un chaval que pedía limosna en el andén, dirección Zona Universitària, con una canción machacona: «¡Una limosnita pa Paquito. Una limosnita pa comer!». De pronto aparecía su madre y se llevaba la caja. Cuando Oriol Perucho grabó su primer disco en solitario, Insultó, le multaron y dejó de comer (1992), utilizó la canción de Paquito como base de una de sus composiciones. Se oía la cantinela del chico y Perucho la iba recreando con la batería. Era un fragmento de realidad incrustada en la composición musical –un objet trouvé– y una manera irónica de referirse a la situación de los músicos experimentales, creadores auténticos que, como el propio Paquito, se encuentran a veces al borde de la indigencia. Yo no concocía a Perucho y me encantó la manera que tenía de titular sus temas: “Dénles un motivo y se acostarán a las 8:00”, “Siembra vientos y recoge los cristales”, “¿Qué es el tucutú?” o “El macarrón de la pista y sus típicos”, que me trae a la cabeza a otro pedigüeño de los 80, antes de la invasión de las estatuas humanas: Nino Mallorca, que cantaba coplas con grandes aspavientos en el Portal de l’Àngel.
Joan Saura forma, junto a Oriol Perucho, Eduard Altaba y Enric Cervera, el grupo Les Anciens, que acaba de sacar un CD. Quedamos en el bar El Roure para comentar la jugada. Saura y Altaba se conocieron en el colegio («la Academia de los suspendidos», me dice riendo) y a los dieciséis años formaron su primer grupo, Yuca (una de sus novias había pasado la infancia en Guinea). Después vino Blay Tritono. El tritono es el intervalo de tres tonos, disonante, demonizado en todos los métodos de armonía. Blay, el apellido del tipo que tocaba el saxo tenor. Por los mismos años Perucho formó, con Oriol Pons de Vall y Albert Subirats, el primer grupo de free jazz de España, Perucho’s. A principios de los ochenta, Altaba, Cervera, Perucho, Jordi Nico y Ramon Solé crearon Tropopausa. A lo largo de tres décadas han formado todas las combinaciones posibles en grupos de culto como Rambla, Naïf, Koniec, Moisés Moisés, el Big Ensemble del Taller de Músics o la Orquestra del Caos. Sin renunciar a la improvisación, que ha sido una de las constantes de su trayectoria, Les Anciens alternan el acompañamiento (sin la melodía) de una canción de Sylvie Vartan con un saxo a lo John Zorn, influencias electrónicas y guitarras californianas. El disco transmite una sensación de alegría y la perplejidad de quienes de un día para otro han pasado de jóvenes promesas a históricos de la música experimental.
Saura me explica un secreto de Perucho. A veces llega a un ensayo ilusionado: «Tengo un tema». ¿Y cómo es? Ni idea. Los otros Anciens empiezan con un bajo que combina con una guitarra o con unos sonidos grabados con el sampler. Perucho empieza por el título. Qué puñetero.
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Esta bonita y pertinente columna de Julià Guillamon se publicó el pasado jueves 3 de junio de 2010 en La Vanguardia. Esperemos que el autor no se mosquee por haberla colgado, pero como ya habíamos hablado de Les Anciens y de su disco aquí, a los del hotel nos ha parecido ideal.
Vamos a completar todo esto con ese tema de Paquito y Perucho que menciona Guillamon al principio, y cuya curiosa anécdota desconocíamos. El tema es "Las pelusas" y está en el disco de Oriol Perucho Insultó, le multaron y dejó de comer.
viernes, 4 de junio de 2010
MOPDtK en Amsterdam
Bernie, del blog rest in bits, ha colgado un must. Un concierto del cuarteto norteamericano Mostly Other People Do the Killing (MOPDtK) que tuvo lugar en Amsterdam el 29 de mayo de 2009, o sea, hace justo un año más o menos. Se da la circunstancia de que Arco y Flecha tenía previsto programarlos este pasado mes de mayo en Barcelona. Finalmente, como aquí nadie tiene cojones para apoyar las propuestas de gente como ellos, y otros promotores, que llevan años esforzándose por traer hasta nuestras salas la música más avanzada que se hace por esos mundos, pues, como decía, como ni cristo los apoya, tuvieron que cancelar ese evento con todo el dolor de su alma (y de ésto puedo dar fe). Sí estuvieron los MOPDtK en Santander, el 24 de mayo, en un concierto que les contrataron a Arco y Flecha pero que organizó la Universidad de Cantabria.
Ahí va, en descarga libre, el concierto íntegro de los explosivos Moppa Elliott, Jon Irabagon, Peter Evans y Kevin Shea, ergo Mostly Other People Do the Killing, en Amsterdam, el 29 de mayo de 2009.
Por cierto, preguntado por Pachi Tapiz de Tomajazz, el líder de MOPDtK, Moppa Elliott, explicó de dónde surgía tan estrambótico nombre para una banda de jazz de espoleta como la suya: "Es una cita de Leon Theremin, el inventor del Theremin, sobre José Stalin. Theremin fue hecho prisionero cuando Stalin era presidente. Cuando le preguntaron sobre esto, su respuesta fue: «Stalin no era tan malo, mayormente fueron otros quienes cometieron los asesinatos»".
Vivir para oír.
El día después
Como habrá supuesto el avispado lector tras leer la entrada anterior, hoy tenía una resaca de narices. ¿Cómo se combate ese estado? La pesadez, la lentitud, la fotofobia, patas de insectos dando vueltas alrededor del cerebro. Difícil.
Últimamente el trabajo me tiene bastante absorbido, de ahí que haya caído el número y la frecuencia de entradas del blog más o menos como los recortes que los señores del FMI nos quieren imponer. En este trabajo en el que ando metido hay que leer, visionar, y otras cosas que se pueden hacer oyendo música, pero no cualquier tipo de música. Se requiere música popular, sencilla, que le permita a uno el estar leyendo y a la vez recibir una información musical determinada. Va bien el folk, el blues, el rock, el soul, etc., no va bien, por poner un caso, la improvisación libre. Como uno tiene también un corazoncito rockero, pues últimamente me he dedicado a desempolvar unos cuantos clásicos. Que si Byrds, los Crosby y compañía, y Newman, Nilsson, Walker, Robin Williamson, etc., etc., etc. No digo Grateful Dead porque esos siempre están a mano. Y, cómo no, los Rolling Stones.
Ayer noche actúo en Barcelona Bill Wyman, el que hasta hace unos años fuera el bajista de los Stones. En una entrevista para la televisión previa al concierto decía que el resto de los Stones eran bastante "imaginativos" cuando se trataba de recordar el pasado. Y, especialmente, Keith Richards. Nada nuevo, por otra parte. Creo que no digo ninguna burrada si afirmo que al 99% de las rock stars deberían ponerles un bozal pasados los 35 años. También decía Wyman que para él hay cuatro trabajos clave en la carrera del grupo, los que van del 68 al 72: Beggars Banquet, Let it Bleed, Sticky Fingers y Exile on Main St. Nada que objetar. Tienen otros discos antes y después buenos, pero esos cuatro son sensacionales. Y me la voy a jugar, yo el que prefiero es Let it Bleed. Tengo debilidad por ese disco. Un disco que empieza con "Gimmie Shelter" y sigue con "Love in Vain" de Robert Johnson no es un disco cualquiera. Contaron con unas cuantas colaboraciones de la aristocracia de los sesioneros del rock and roll: Nicky Hopkins, Leon Russell, Al Kooper, Ry Cooder o Jack Nitzsche. Además, dentro de esa debilidad, aún siento una más, y es hacia la canción "Midnight Rambler", ese tema que fue inspirado por el caso del estrangulador de Boston. Un tema con sus partes, pasajes y callejones; un tema con el mejor Watts a la batería haciendo gala de su sencillo e irresistible backrhythm en la sección central; y un tema con un detalle que habla de la inteligencia de Jagger (aunque uno a menudo le daría de ostias): no mencionar, como hicieron otros muchos grupos, el nombre del que en aquella época era considerado el estrangulador de Boston, y muy probablemente de manera errónea.
Pero, no, para un día como hoy ninguno de estos temas nos conviene. Sí, en cambio, otro de Let it Bleed, el último de todos, "You can't always get what you want". Algodonoso y espiritual. Compasivo y generoso. Siempre pueden pasar cosas peores.
Y me voy acompañado por estas voces que me protegerán de un cielo que de tan azul da miedo...
Últimamente el trabajo me tiene bastante absorbido, de ahí que haya caído el número y la frecuencia de entradas del blog más o menos como los recortes que los señores del FMI nos quieren imponer. En este trabajo en el que ando metido hay que leer, visionar, y otras cosas que se pueden hacer oyendo música, pero no cualquier tipo de música. Se requiere música popular, sencilla, que le permita a uno el estar leyendo y a la vez recibir una información musical determinada. Va bien el folk, el blues, el rock, el soul, etc., no va bien, por poner un caso, la improvisación libre. Como uno tiene también un corazoncito rockero, pues últimamente me he dedicado a desempolvar unos cuantos clásicos. Que si Byrds, los Crosby y compañía, y Newman, Nilsson, Walker, Robin Williamson, etc., etc., etc. No digo Grateful Dead porque esos siempre están a mano. Y, cómo no, los Rolling Stones.
Ayer noche actúo en Barcelona Bill Wyman, el que hasta hace unos años fuera el bajista de los Stones. En una entrevista para la televisión previa al concierto decía que el resto de los Stones eran bastante "imaginativos" cuando se trataba de recordar el pasado. Y, especialmente, Keith Richards. Nada nuevo, por otra parte. Creo que no digo ninguna burrada si afirmo que al 99% de las rock stars deberían ponerles un bozal pasados los 35 años. También decía Wyman que para él hay cuatro trabajos clave en la carrera del grupo, los que van del 68 al 72: Beggars Banquet, Let it Bleed, Sticky Fingers y Exile on Main St. Nada que objetar. Tienen otros discos antes y después buenos, pero esos cuatro son sensacionales. Y me la voy a jugar, yo el que prefiero es Let it Bleed. Tengo debilidad por ese disco. Un disco que empieza con "Gimmie Shelter" y sigue con "Love in Vain" de Robert Johnson no es un disco cualquiera. Contaron con unas cuantas colaboraciones de la aristocracia de los sesioneros del rock and roll: Nicky Hopkins, Leon Russell, Al Kooper, Ry Cooder o Jack Nitzsche. Además, dentro de esa debilidad, aún siento una más, y es hacia la canción "Midnight Rambler", ese tema que fue inspirado por el caso del estrangulador de Boston. Un tema con sus partes, pasajes y callejones; un tema con el mejor Watts a la batería haciendo gala de su sencillo e irresistible backrhythm en la sección central; y un tema con un detalle que habla de la inteligencia de Jagger (aunque uno a menudo le daría de ostias): no mencionar, como hicieron otros muchos grupos, el nombre del que en aquella época era considerado el estrangulador de Boston, y muy probablemente de manera errónea.
Pero, no, para un día como hoy ninguno de estos temas nos conviene. Sí, en cambio, otro de Let it Bleed, el último de todos, "You can't always get what you want". Algodonoso y espiritual. Compasivo y generoso. Siempre pueden pasar cosas peores.
Y me voy acompañado por estas voces que me protegerán de un cielo que de tan azul da miedo...
Le Petit GRAN Ramon
¿Creíais que había muerto, verdad?
Ayer fui a ver Le Petit Ramon Experimenta 3 en la sala Heliogàbal, cerquita de casa. Deliciosos y refrescantes. Había oído algún tema de ellos e incluso los había visto en la tele catalana, y tenía muchas ganas de verlos. Sí, ya sé que hace mucho que funcionan y que no digo nada nuevo, pero yo soy así, me entero de las cosas con retrasos de meses, cuando no de años. Supongo que es porque no me gusta coincidir con el mundo. Además, sabía que iba a encontrar a un viejo amigo al que hacía como 25 años que no veía.
Le Petit Ramon Experimenta 3 es un trío peculiar: guitarra, chelo y un set de percusiones de lo más original. Hacen rock and roll a partir de los guiones temáticos y de blues y rock que propone Ramon Faura, cantante y escritor de todas las canciones. Sus letras tratan de cosas como la codicia, la estupidez, la ordinariez, la pobreza, la suciedad, algo de amor, percepción extrasensorial y entierros prematuros, por mencionar sólo algunos ítems.
Su música está enraizada en el rock y el folk-rock americano, que es el bueno de verdad. O eso es lo que parece que piensa Ramon Faura, y le doy toda la razón si es así, aunque siempre haya las gloriosas excepciones. Escuchando sus temas uno puede rememorar a los Elevators, y en general a muchos de los nuggets, aunque especialmente a los Elevators, así como otras cosas de los 60, como los Box Tops de Lx Chilton o los Byrds (una secuencia de su tema “Maiakovski” proviene de “Eight Miles High”), y hasta -aunque eso sea un poco subjetivo- al primer Dr John, por no hablar de toda esa miríada de cantautores que ha habido por allí, desde Fred Neil a Warren Zevon. Ojo, y también a Beatles o Stones, claro, a los que citaron brevemente al final de un par de temas (“Taxman” y “Sympathy for the Devil”).
Le Petit Ramon Experimenta 3 juega sus bazas partiendo de una instrumentación peculiar, lo que les lleva a reinsertar todas esas influencias en un marco más personal. Aparte de cantar, Ramon Faura se hace cargo de la guitarra acústica, que electrifica y cuya señal, en ocasiones, modifica con pedales. Buen toque de guitarrista de rock. Suave como los californianos o cortante como en el acid-punk, según se requiera. Acordes bien ligados y ninguna filigrana. De vez en cuando, sarpullidos eléctricos, saturaciones espaciales y suspensiones "get a little". Luego tenemos a Elvira, que toca el chelo. Siempre con el arco, haciendo una función de bajo a veces, otras metiendo elegantes y económicos arreglos. Sonido dulce y embriagador, que abraza y envuelve la estructura de los temas. Ese detalle del chelo les permite también, entre otras cosas, entroncar con una cierta forma de hacer música que ha habido por aquí: pienso en los jóvenes Sisa o Pau Riba. Y finalmente tenemos a Xavi “Rijkaard” Tasies, el percusionista, que se presenta con una gran variedad de instrumentos de percusión, muchos de ellos típicos de músicas más tropicales, pero que se acomodan a la perfección sobre esos textos tan rockeros. Y no sólo se acomodan, sino que contribuyen a mecerlos con más soltura de lo que haría una batería, y les dan las necesarias pinceladas psicodélicas: sonidos muy brillantes, timbres y colores más vivos de lo que suele ser habitual en la percusión rockera, reverberaciones más largas (con ese platillo abierto como una lata, por ejemplo)... Sensaciones ESP. Me puse tan contento de ver a Tasies después de tantos años como de comprobar que se ha convertido en un percusionista exquisito e imaginativo. Aparte de la instrumentación, todos hacen voces también, con unos coros que les salen estupendos.
Le Petit Ramon Experimenta 3, un experimento contra los pesados, como ellos dicen. Vayan a su MySpace y compruébenlo.
Como muestra de agradecimiento por lo de anoche colgaré una canción que seguro que a ellos les gustaría. Ahí va “She Quit Me”, del primer disco de Warren Zevon. (Este mismo tema, con el título "He Quit Me" y en una versión más eléctrica interpretada por Leslie Miller, aparecía en la película Midnight Cowboy).
Ayer fui a ver Le Petit Ramon Experimenta 3 en la sala Heliogàbal, cerquita de casa. Deliciosos y refrescantes. Había oído algún tema de ellos e incluso los había visto en la tele catalana, y tenía muchas ganas de verlos. Sí, ya sé que hace mucho que funcionan y que no digo nada nuevo, pero yo soy así, me entero de las cosas con retrasos de meses, cuando no de años. Supongo que es porque no me gusta coincidir con el mundo. Además, sabía que iba a encontrar a un viejo amigo al que hacía como 25 años que no veía.
Le Petit Ramon Experimenta 3 es un trío peculiar: guitarra, chelo y un set de percusiones de lo más original. Hacen rock and roll a partir de los guiones temáticos y de blues y rock que propone Ramon Faura, cantante y escritor de todas las canciones. Sus letras tratan de cosas como la codicia, la estupidez, la ordinariez, la pobreza, la suciedad, algo de amor, percepción extrasensorial y entierros prematuros, por mencionar sólo algunos ítems.
Su música está enraizada en el rock y el folk-rock americano, que es el bueno de verdad. O eso es lo que parece que piensa Ramon Faura, y le doy toda la razón si es así, aunque siempre haya las gloriosas excepciones. Escuchando sus temas uno puede rememorar a los Elevators, y en general a muchos de los nuggets, aunque especialmente a los Elevators, así como otras cosas de los 60, como los Box Tops de Lx Chilton o los Byrds (una secuencia de su tema “Maiakovski” proviene de “Eight Miles High”), y hasta -aunque eso sea un poco subjetivo- al primer Dr John, por no hablar de toda esa miríada de cantautores que ha habido por allí, desde Fred Neil a Warren Zevon. Ojo, y también a Beatles o Stones, claro, a los que citaron brevemente al final de un par de temas (“Taxman” y “Sympathy for the Devil”).
Le Petit Ramon Experimenta 3 juega sus bazas partiendo de una instrumentación peculiar, lo que les lleva a reinsertar todas esas influencias en un marco más personal. Aparte de cantar, Ramon Faura se hace cargo de la guitarra acústica, que electrifica y cuya señal, en ocasiones, modifica con pedales. Buen toque de guitarrista de rock. Suave como los californianos o cortante como en el acid-punk, según se requiera. Acordes bien ligados y ninguna filigrana. De vez en cuando, sarpullidos eléctricos, saturaciones espaciales y suspensiones "get a little". Luego tenemos a Elvira, que toca el chelo. Siempre con el arco, haciendo una función de bajo a veces, otras metiendo elegantes y económicos arreglos. Sonido dulce y embriagador, que abraza y envuelve la estructura de los temas. Ese detalle del chelo les permite también, entre otras cosas, entroncar con una cierta forma de hacer música que ha habido por aquí: pienso en los jóvenes Sisa o Pau Riba. Y finalmente tenemos a Xavi “Rijkaard” Tasies, el percusionista, que se presenta con una gran variedad de instrumentos de percusión, muchos de ellos típicos de músicas más tropicales, pero que se acomodan a la perfección sobre esos textos tan rockeros. Y no sólo se acomodan, sino que contribuyen a mecerlos con más soltura de lo que haría una batería, y les dan las necesarias pinceladas psicodélicas: sonidos muy brillantes, timbres y colores más vivos de lo que suele ser habitual en la percusión rockera, reverberaciones más largas (con ese platillo abierto como una lata, por ejemplo)... Sensaciones ESP. Me puse tan contento de ver a Tasies después de tantos años como de comprobar que se ha convertido en un percusionista exquisito e imaginativo. Aparte de la instrumentación, todos hacen voces también, con unos coros que les salen estupendos.
Le Petit Ramon Experimenta 3, un experimento contra los pesados, como ellos dicen. Vayan a su MySpace y compruébenlo.
Como muestra de agradecimiento por lo de anoche colgaré una canción que seguro que a ellos les gustaría. Ahí va “She Quit Me”, del primer disco de Warren Zevon. (Este mismo tema, con el título "He Quit Me" y en una versión más eléctrica interpretada por Leslie Miller, aparecía en la película Midnight Cowboy).
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