domingo, 13 de junio de 2010

Heiner Goebbels, y las guerras que vieron...

Hace una semana, el Teatre Lliure de Barcelona, dentro de su ciclo “Radicals lliures”, presentó una obra escénica de Heiner Goebbels, Stifters Dinge, pieza para cinco pianos sin pianista. Nadie del hotel pudo asistir, aunque sí lo hicimos a otra representación del alemán, la de Songs of Wars I Have Seen que tuvo lugar el pasado 17 de febrero en l’Auditori, dentro del ciclo 2009-2010 “bcn216 a L’Auditori”.

Una obra y una noche memorables, con una interpretación de bcn216 (que se está convirtiendo en algo así como nuestro Ensemble Modern particular) en verdad excelente. Además de obras del repertorio contemporáneo, esta orquesta cada año se descuelga con la inclusión de cosas que no son tan obvias. La temporada pasada, por ejemplo, dedicaron una velada a Frank Zappa.

Esta obra, Songs of Wars I Have Seen, originalmente compuesta en 2007 para la London Sinfonietta, está concebida a partir de textos extraídos del libro de Gertrude Stein Wars I Have Seen, y se inscribe a la perfección dentro de lo que viene haciendo desde hace tiempo Heiner Goebbels. Un planteamiento híbrido, entre la música escénica, el ensamblaje de distintos géneros y estilos, incluyendo música clásica, contemporánea, jazz y distintas músicas populares y étnicas, y el montaje de textos e ideas. De hecho, existe en los fragmentos de texto un trabajo de edición esmerado sobre la obra de, en este caso, Stein. Seleccionando trozos de aquí y allí para darles la forma que se persigue. Un aspecto, el del montaje de textos, que nos resulta especialmente atractivo y querido a los del hotel.

En el programa de mano, el director de escena de la representación de Barcelona, Jordi Prat i Coll, sitúa muy bien esta obra.

“En tiempos de guerra. En tiempos en los que los hombres van al frente. Quién queda... quién queda en casa son las mujeres. Bajo la tenue luz de las lámparas. A través de las ondas radiofónicas no sólo se escucha la tan anhelada información sino los rumores, la monotonía, Shakespeare, el miedo y el hambre. Heiner Goebbels se sirve de fragmentos de la novela Wars I Have Seen de Gertrude Stein para coser una pieza músico-teatral en la que las notas musicales de todos los tiempos se camuflan como la niebla entre los pensamientos del día a día de las mujeres francesas que se quedaban en casa durante la Segunda Guerra Mundial. Gertrude Stein teje, como quien hace ganchillo, unas voces de mujeres, que no sólo reflejan la barbarie de las guerras pasadas sino los fantasmas de las guerras futuras. Porque el hombre es un animal (estúpidamente racional) que parece haberse autocondenado a vivir siempre entre guerras.”

No es gratuito que sean las mujeres, reunidas los viernes por la tarde alrededor de una estufa, escuchando la radio y hablando de sus cosas, compartiendo el miedo y la incertidumbre, contándose lecturas y chismorreos. Añorando a los hombres pero también criticándolos. Criticando su egoísmo, su estupidez y su irresponsabilidad.

Heiner Goebbels, al que muchos conocerán de sus tiempos en el grupo Cassiber y por su estrecha colaboración con el saxofonista Alfred Harth, ha realizado un trabajo absolutamente original, en su línea. Las obras de Goebbels surgen con frecuencia del entrechocamiento dialéctico entre autores, marcos referenciales musicales y culturales diversos. Si tuviéramos que buscar un paralelismo con lo que él hace, casi lo encontraríamos mejor en el cine, en autores como Alexander Kluge, Chris Marker, Godard o Haroun Farocki.

En cuanto a la actuación, destacar el uso del sampler, emitiendo sonidos que contribuyeron a emborronar la atmósfera opresiva de esas estancias donde no sobra precisamente la esperanza. O las voces, corales o conjuntadas, con sus temas jazz, espirituales, con algo de hip hop incluso. Y las palabras, que relatan con increíble fuerza. Palabras seleccionadas, pensadas, procesadas, y vueltas a echar al mundo con fuerza renovada. Una última cosa respecto a las indicaciones que Goebbels ha dado para representar la obra en cualquier lugar: ha de haber un número mínimo de mujeres entre los músicos, para que puedan hacer las voces, y el resto pueden ser hombres que se situarán siempre al fondo del escenario y estarán menos iluminados, como si quedaran aparte.

Estos temas que voy a poner a continuación no son exactamente iguales a los de la obra que se representó. Son como el embrión, aparecieron en su penúltimo disco (último en ECM por el momento), Landschaft mit entfernten Verwandten / Landscape with distant relatives (2007). Los que estuvimos presentes pudimos apreciar muy bien como se ha variado su forma y se han refundido con otros pasajes nuevos, musicales y cantados, para hacerlos entrar mejor en ese planteamiento de teatro musical, en el que además de la música y el texto en sí, se juega de una manera muy sutil con la escenografía y la puesta en escena.

Ahí van tres piezas, y los textos seleccionados, del disco mencionado, basadas igualmente en el libro Wars I Have Seen. Recomendamos leer los textos.

THE SIRENS



The siren that warns for the bombardments is not working anymore, I suppose it was worn out as they say here they have succeeded in putting it out of order, but who they are nobody knows and now the Germans are to warn us by trumpeting but after all that does not really wake one up if one is really asleep so everybody prefers it, that is all everybody talks about is bombardments and naturally nobody is pleased, and whether the aim is good or not is hotly discussed, they say they should not fly so high, though they do admit that the precision of hitting is very great, nevertheless they say if they flew lower there would be less destruction round and about and as the defence is practically non-existent why not fly lower, others say they should not bombard at all and everybody will hate them and they did love the Americans but I said you know how they are here the French forget the past and enjoy the present yes they answer but our towns and all the dead, oh dear they say to me can you not stop them, alas I say I hate to have lovely places all smashed up and French people killed but what can I do, well they say, anyhow it is going on so long so long, and sometimes we that were most optimistic are getting kind of pessimistic it is going on so long.


DID IT REALLY HAPPEN?



Did it really happen, oh yes she said, it does happen and it did happen.
Well so life goes on, we had just been reading Shakespeare Richard the Third, and the things they say there do sound just like that, so why not, anything is so if the country makes it so, and a century makes it so when it is so, just like that. (…)
History does repeat itself, I have often thought that was the really soothing thing that history does. The one thing that is sure and certain is that history does not teach, that is to say, it always says let it be a lesson to you but is it? Not at all. Not at all because circumstances always alter cases and so although history does repeat itself it is only because the repetition is soothing that anyone believes it, nobody nobody o learn either by their own or anybody else’s experience, nobody does, no they say they do but no nobody does. Yes nobody does.


DIFFERENT NATIONS



And anyway it is evening and nearly midnight and I will be listening to the last news just before going to bed again. It is funny the different nations begin their broadcasting I wish I knew more languages so that I could know how each one of the does it. The English always begin wit this is London, or the B.B.C. home service, or the overseas service. (…) The Americans say with poetry and fire, this is the voice of America, (…) one of the United Nations, speaking to you across the Atlantic. Then the Frenchmen, say Frenchmen speaking to Frenchmen, they always begin like that, and the Belgians are simple and direct, they just announce, radio Belge, and the national anthem, (…) and the Swiss so politely say, the studio of Geneva, at the instant of the broadcasting station of Berne will give you the latest news, and Italy says live Mussolini live Italy, and they make a bird noise and then they start, and Germans starts like this, Germany calling, Germany calling, in the last war, I said that the camouflage was the distinctive characteristic of each country, each nation stamped itself upon its camouflage, but in this war it is the heading of the broadcast that makes national life so complete and determined. It is that a nation is even stronger than the personality of any one, it certainly is so nations must go on, they certainly must.

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