Praga es la/una ciudad centroeuropea por antonomasia. En ella la Historia se nota. Físicamente, pesa. Aguarda en cada esquina (o casi).
De entre las muchas historias praguenses, hay una que siempre me ha gustado y es la del asesinato del Reichprotektor nazi para Bohemia y Moravia, Reinhard Heydrich, en 1942. Su ministerio del miedo en la ciudad no duro mucho tiempo, pues había sido nombrado en septiembre de 1941, pero su crueldad fue tal que le valió el apodo entre la población de “el carnicero”. Nada más llegar a su nuevo mando, que ejerció desde el Castillo de Praga, el nuevo reichprotektor puso en marcha una serie de redadas que tenían como objetivo a los intelectuales y artistas checos. Hizo ejecutar a más de medio centenar de personas en tan sólo un mes, además de ordenar la deportación de muchas otras a campos de concentración y guetos. (En una entrada reciente dedicada al compositor Gideon Klein ya hablamos de un grupo de músicos que habían sido víctimas de este reinado de terror). Además de esto, Heydrich había sido el segundo de Himmler en las SS y dirigido la Oficina Central de Seguridad del Reich, y entre otras lindezas participó en la tristemente famosa Conferencia de Wansee, cuyo objeto era el de encontrar la “solución final para el problema judío”, en el marco de la cual se hizo cargo de la organización de los einsatzkommandos, grupos de liquidación de las SS. Un auténtico asesino de masas.
El 27 de mayo de 1942, mientras iba en su Mercedes por el barrio de Libeň, al noreste de Praga, Jan Kubiš y Jozef Gabčík dispararon sobre él, hiriéndole fatalmente. Moriría el 4 de junio a causa de una septicemia. Se da la ironía de que sólo quiso ser atendido por médicos alemanes, lo que retrasó la administración del tratamiento antiinfeccioso que quizá lo hubiera salvado.
Kubiš y Gabčík formaban parte de un comando especial de paracaidistas checos entrenados por los británicos para atentar contra Heydrich, en una operación cuyo nombre clave era Antropoide. Tras el golpe y pensando que la operación había fracasado, Kubiš y Gabčík lograron escapar y refugiarse, junto con otros cinco colaboradores del operativo, en la Iglesia de San Cirilo y Metodio, en la céntrica Nové Mĕsto de Praga. El chivatazo de un traidor checo puso a los nazis en la pista, que el 18 de junio rodeaban la iglesia iniciando un asedio en toda regla: disparos, humo e incluso trataron de inundarla mediante mangueras. Tres de los paracaidistas murieron en el enfrentamiento y los otros cuatro se suicidaron antes de ser apresados.
Aún está en pie la iglesia, y en su parte baja, en la cripta donde se refugiaron los patriotas checos, hay un pequeño museo y un monumento dedicado a ellos. Pueden verse, en el lado de la iglesia que da a la calle Resslova, los impactos de las balas en la pared alrededor de una abertura que da a la cripta. Justo ahí, muchos checos siguen hoy dejando flores y ofrendas.
Los nazis emprendieron varias operaciones de castigo en represalia por la muerte de Heydrich. Una de las más terribles fue la matanza de Lídice, al oeste de Praga, perpetrada por la SS. No quedó nadie en el pueblo. Más de 1300 hombres adultos y jóvenes fueron ejecutados, mientras que las mujeres y niños serían deportados. Lamentablemente, Heydrich había impuesto su abominable magisterio.
Hay varias películas dedicadas total o parcialmente a estos hechos, como la checa Atentát (1965) de Jiří Sequens, que no he visto, y, sobre todo, Los verdugos también mueren (Hangmen also die!, 1943), de Fritz Lang. Para su noveno film norteamericano, Lang llamó a su amigo Bertolt Brecht, recién llegado a Estados Unidos, para trabajar en un film inspirado en el asesinato de Heydrich. Lang y Brecht comenzaron a trabajar en la historia dos días después de cometerse el atentado. Aunque debían tener información de cómo se desarrollaban los hechos, conociéndolos a ambos es fácil imaginar que no les interesara tanto la fidelidad a los mismos como la posibilidad de construir su particular historia.
Así, Lang y Brecht no hicieron una adaptación precisa de esos hechos porque no era lo que les interesaba. Recrearon el punto de partida para darle la forma de una aleccionadora parábola política. El mismo título, que no puede ser más brechtiano, parece indicarlo ya. El dibujo claro y didáctico de una resistencia. El protagonista “colectivo”, sobre todo en la segunda parte. Los rasgos con los que definen a los malvados (el inspector de la Gestapo Alois Gruber, el mismo Heydrich que aparece en una sola escena al comienzo luciendo la elegancia de una comadreja, o el jefe de la Gestapo Haas). O esa gran “mentira” final que urde la Resistencia y sobre la que se apoya el desenlace, detención y ejecución del falso culpable, el cervecero Czaka, colaboracionista y traidor. Detalle este que le comportó a Lang algunos problemas con la Oficina Hays, encargada de velar por el cumplimiento del nefasto Código Hays, debido a que, según uno de los funcionarios de la misma, el film “glorificaba una mentira”. Supongo que este individuo no conocía aquella máxima brechtiana de “sólo la violencia ayuda donde la violencia impera”.
A Lang y Brecht les acompañaron algunos actores excelentes, como Brian Donlevy, Walter Brennan, Gene Lockhart, Anna Lee, o el alemán Hans Heinrich von Twardowski, con su breve y caricaturesca interpretación de Heydrich. De la fotografía se hizo cargo el gran operador James Wong Howe, uno de los especialistas del blanco y negro en Hollywood y especializado en films noirs. Y también estuvo con ellos un buen amigo de ambos, el compositor alemán Hanns Eisler, que escribió una partitura corta pero de gran interés.
Ya se han escuchado arriba, antes del fotograma del genérico, los dos temas que abren la película y que van solapados, el de los créditos y el del primer rodillo. A continuación, una cortinilla musical en la que Eisler despliega, en poco más de un minuto, varios recursos para enlazar una elipsis, con varios planos de transición de la ciudad de Praga dentro de ella; integrando como motivo musical las campanas del reloj astronómico del Ayuntamiento de Staré Mĕsto que puede verse en las imágenes.
A continuación, la muerte del canalla Gruber.
Y, para finalizar, una serie de fotos tomadas por mi hijo D. (como las de la iglesia de Cirilo y Metodio) en el Museo de Historia del Ejército en Praga, donde se expone el atentado.
Como siempre, un placer trabajar para todos ustedes.
martes, 31 de agosto de 2010
lunes, 30 de agosto de 2010
Un joven con un saxo bajo
“(…) Vaig llançar una mirada al saxo baix dins la maleta. També en ella es veia la mà d’un altre temps; ara, segurament, ja no se’n fan, de maletes com aquella, ningú no en sabria fer; els caires estaven decorats amb metall forjat, com el llibre de la crònica familiar, enquadernat de vellut, que tenia la meva àvia. Pots mirar-lo, va dir la veu de les cordes seccionades, la veu del vellet, no la de l’altre banda de la paret; aquell altre home no tenia cap problema amb les cordes vocals; al contrari, en vivia; si se li haguessin nuat o si s’haguessin vist atacades per colònies de bacteris tuberculosos, hauria arribat la fi d’aquell homenet, no podria viure sense la seva veu perquè ella era la font on es nodria la seva existència, el seu lloc en la societat; per a ell, només importava la veu, no el cervell on la veu té el seu centre; aquesta mena de veus no són dominades pels centres cerebrals, sinó que s’autodominen o, més ben dit, són elles les que dominen els centres; de manera que la veu del vellet va dir Du kannst dir es anschauen. El pots provar. Vaig mirar-lo; els seus ulls ja no escoltaven aquella veu; em miraven gairebé afectuosos. Ja, vaig dir. M’agradaria molt, però —i vaig mirar el metall forjat amb ornaments, i vaig obrir la maleta. Els raigs barrocs van acariciar el cos, el tub ample cobert de verdet que havia causat la saliva resseca de temps dels músics de les sales de festes. Ja, vaig dir. Das ist sensationell, vaig fer, traduint el meu màxim afalac a l’alemany. Vaig ficar la mà dins la maleta i vaig aixecar l’instrument, com si ajudés un malalt a seure. I ell es va alçar davant meu. Un mecanisme fet de filferros gruixuts i platejats formant un teixit, amb engranatges i palanques, com el mecanisme d’un aparell enorme i absurd, com la fantasia d’un inventor foll. S’alçava entre les meves mans com la Torre de Babel, una forma cònica, com més amunt més estreta, la meva cara mil vegades reflectida en les claus gastades, una cara plena de respecte, d’esperança, d’amor; i de fe (és absurd, ja ho sé; però l’amor i la fe són sempre absurds: l’instrument m’interessava més que qualsevol filosofia; l’admirava més que qualsevol Venus possible, més, segurament, que les venus de la plaça major de Kostelec, però més també que totes les altres, ni que fossin la Venus de Milo; no podia deixar d’admirar el més estrany i inutilitzable de tots els instruments, aquella broma d’un home mort feia temps, obsessionat per inventar trompetes de pistons i clarinets de metall); ja sé que tot plegat és absurd i monstruós, però era preciós. S’alçava com una cega torre d’argent, enmig d’un mar d’or, en una daurada habitació d’hotel, tocat per uns dits temorosos, i al seu darrera hi havia el fantasma de Rollini, a l’altre extrem del món, a Chicago.”
El texto pertenece a la narración “El saxo bajo” (“Bassaxofon”, 1965) del escritor checo Josef Škvorecký. La traducción al catalán es de Monika Zgustová, para el libro El saxo baix, de Edicions Proa (Barcelona, 1986). El tema musical es "Sensation", interpretado por Eddie Lang y Joe Venuti, con Adrian Rollini al saxo bajo.
El texto pertenece a la narración “El saxo bajo” (“Bassaxofon”, 1965) del escritor checo Josef Škvorecký. La traducción al catalán es de Monika Zgustová, para el libro El saxo baix, de Edicions Proa (Barcelona, 1986). El tema musical es "Sensation", interpretado por Eddie Lang y Joe Venuti, con Adrian Rollini al saxo bajo.
sábado, 28 de agosto de 2010
Guitarrowing: My You, de Acoustic Guitar Trio
Dentro de unos días, el 9 de septiembre, se cumplirá el décimo aniversario de la grabación del primer disco de Acoustic Guitar Trio, que apareció en el año 2002 en el célebre sello independiente británico Incus Records (fundado en 1970 por Derek Bailey, Tony Oxley y Evan Parker). Esta poco conocida formación estaba compuesta por tres excelentes guitarristas de la escena de Los Angeles, Rod Poole, Nels Cline y Jim McAuley. Recientemente, en 2009, apareció un segundo disco que recoge una sesión registrada en 2003, Vignes (Long Song Records). Un disco que, lamentablemente, Rod Poole no llegó a ver editado pues sería asesinado en 2007. (De Poole hablaremos próximamente).
"My You" es, tal vez, la más taimada de las seis improvisaciones que contiene ese mencionado primer disco del Acoustic Guitar Trio. Una triple hélice curvada y autorecurrente. Tres guitarristas muy distintos entre sí. Desde los modos más convencionales de McAuley al experimentalismo de Cline pasando por la sorprendente imaginación de Poole. Un must.
Ahí va un blog desde el que pueden descargarse ambos discos: http://experimentaletc.blogspot.com/2010/06/acoustic-guitar-trio.html
O, si se prefiere, también se pueden adquirir.
El de Incus: http://www.incusrecords.force9.co.uk/catalogue/catalogue1.html
El de Long Song: http://www.longsongrecords.com/?p=567
"My You" es, tal vez, la más taimada de las seis improvisaciones que contiene ese mencionado primer disco del Acoustic Guitar Trio. Una triple hélice curvada y autorecurrente. Tres guitarristas muy distintos entre sí. Desde los modos más convencionales de McAuley al experimentalismo de Cline pasando por la sorprendente imaginación de Poole. Un must.
Ahí va un blog desde el que pueden descargarse ambos discos: http://experimentaletc.blogspot.com/2010/06/acoustic-guitar-trio.html
O, si se prefiere, también se pueden adquirir.
El de Incus: http://www.incusrecords.force9.co.uk/catalogue/catalogue1.html
El de Long Song: http://www.longsongrecords.com/?p=567
viernes, 27 de agosto de 2010
Jan Palach (1948-1969)
El 19 de enero de 1969, el estudiante de filosofía Jan Palach se prendía fuego en la escalinata del Museo Nacional de Praga, frente a la inmensa plaza de Wenceslao, en protesta por la entrada en la capital checa de fuerzas del Pacto de Varsovia que habían llegado el 21 de agosto de 1968 con objeto de reprimir el ambiente y las ansias de libertad que se habían generado tras la Primavera de Praga.
A Nanni Moretti.
A Nanni Moretti.
jueves, 19 de agosto de 2010
Gideon Klein
Dentro del cúmulo de catástrofes que comportó el nazismo, hubo una relacionada con la música y con Chequia. Un puñado de talentosos músicos checos de origen judío fueron recluidos en campos de concentración de los que ninguno de ellos salió con vida. La barbarie desposeía de una parte de su futuro a la música de un país, condenándola a un amargo porvenir. Erwin Schulhoff (1894-1942) moría de tuberculosis en el campo de concentración de Würzburg, en el norte de Baviera, Egon Ledeč (1889-1944), Viktor Ullmann (1898-1944), Pavel Haas (1899-1944) y Hans Krása (1899-1944) acabaron sus días en Auschwitz, Polonia, alguno de ellos gaseado, mientras que Gideon Klein (1919-1945) moriría en circunstancias aún no aclaradas en el campo de trabajo de Fürstengrube, Silesia.
Ledeč, Ullmann, Haas, Krása y Klein fueron internados en un primer momento en el gueto de Terezín, al noroeste de Praga. En 1944 fueron deportados a Auschwitz. El caso de Klein es especialmente trágico debido a su juventud, tenía sólo 25 años. Klein, sin duda, hubiera sido uno de los grandes compositores ya no checos sino mundiales. Probablemente hubiera acabado en Estados Unidos, o no. Había estudiado con Alois Hába, el maestro de la microtonalidad, poco antes de ser detenido en 1941.
A continuación, el tercer movimiento (Molto vivace) de su dramático “Trío para violín, viola y cello” (también conocido como “Trío de cuerda”) de 1944. Lo escribió estando internado -en Terezín-, como ocurrió con Olivier Messiaen y su "Quatuor pour la fin du temps".
Y hoy me voy a Praga…
Ledeč, Ullmann, Haas, Krása y Klein fueron internados en un primer momento en el gueto de Terezín, al noroeste de Praga. En 1944 fueron deportados a Auschwitz. El caso de Klein es especialmente trágico debido a su juventud, tenía sólo 25 años. Klein, sin duda, hubiera sido uno de los grandes compositores ya no checos sino mundiales. Probablemente hubiera acabado en Estados Unidos, o no. Había estudiado con Alois Hába, el maestro de la microtonalidad, poco antes de ser detenido en 1941.
A continuación, el tercer movimiento (Molto vivace) de su dramático “Trío para violín, viola y cello” (también conocido como “Trío de cuerda”) de 1944. Lo escribió estando internado -en Terezín-, como ocurrió con Olivier Messiaen y su "Quatuor pour la fin du temps".
Y hoy me voy a Praga…
miércoles, 18 de agosto de 2010
IED7, explotando burbujas
El octeto IED8 convertido en septeto para la ocasión. Uno de ellos, Tom Chant, estaba en viaje de negocios. Finalmente, el line up quedó así: Pablo Pope, trompeta; Olga Ábalos, saxo alto y flauta; Albert Cirera, saxos tenor y soprano; Alfonso Muñoz, saxo barítono; Pablo Rega, guitarra eléctrica y conducción; Javi García, contrabajo; Dani Domínguez, batería.
Un bolo de esos de mitad de verano que los pilló a casi todos en una especie de burbuja estival. A pesar de ello, llegado el momento supieron reponerse y trazar una línea ascendente en cuanto a fuerza y conjunción.
No sé muy bien qué nos llevó a ello, pero al acabar el concierto estuvimos disertando con un amigo acerca de lo poco que nos importan las consideraciones basadas en el esquema blanco/negro, como bueno/malo, éxito/fracaso, conseguido o no...
17 de agosto de 2010, en la plaza Rovira i Trias (Festa Major de Gràcia). Y con esto acabamos la selección que nuestro botones ha hecho del Festigàbal de este año. À tout à l'heure.
Take 1: http://vimeo.com/14225119
Take 2: http://www.youtube.com/watch?v=9xsVuHp6atU
Take 3: http://www.youtube.com/watch?v=CU8qzwutEg8
Take 4: http://www.youtube.com/watch?v=th7dj0eyLE8
Un bolo de esos de mitad de verano que los pilló a casi todos en una especie de burbuja estival. A pesar de ello, llegado el momento supieron reponerse y trazar una línea ascendente en cuanto a fuerza y conjunción.
No sé muy bien qué nos llevó a ello, pero al acabar el concierto estuvimos disertando con un amigo acerca de lo poco que nos importan las consideraciones basadas en el esquema blanco/negro, como bueno/malo, éxito/fracaso, conseguido o no...
17 de agosto de 2010, en la plaza Rovira i Trias (Festa Major de Gràcia). Y con esto acabamos la selección que nuestro botones ha hecho del Festigàbal de este año. À tout à l'heure.
Take 1: http://vimeo.com/14225119
Take 2: http://www.youtube.com/watch?v=9xsVuHp6atU
Take 3: http://www.youtube.com/watch?v=CU8qzwutEg8
Take 4: http://www.youtube.com/watch?v=th7dj0eyLE8
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martes, 17 de agosto de 2010
Les Anciens, cosiendo un botón
Un botón llamado "Halloween, Reuma, Moog...?", de su primer y por el momento único abrigo. Una versión reordenada, con la parte de batería situada en el centro en lugar de en el inicio. Fue el 16 de agosto de 2010, en la plaza Rovira i Trias y dentro del Festigàbal que tiene lugar durante la Festa Major de Gràcia.
Les Anciens, inconfundibles. Lastima que el sonido no les acompañara. De izquierda a derecha: Joan Saura, Enric Cervera, Oriol Perucho y Eduard Altaba.
Un detalle que proveyó el azar y que me encanta: los niños que entran al final del clip.
En Internet Archive: http://www.archive.org/details/LesAnciensBcn16-viii-2010
lunes, 16 de agosto de 2010
Za! descarga
¡Recién llegados de la Zappanale y en plena forma!
15 de agosto de 2010, en el Festigàbal, programación que confeccionan los de la sala Heliogàbal dentro de la Festa Major de Gràcia, en la plaza Rovira i Trias.
Brutotes como ellos solos. Papa Dupau (guitarra eléctrica, trompeta y voces) y Spazzfrika ehd (batería, efectos y voces).
Además de Za!, que actuaron los días 13 y 14 de agosto, también han sido programados en la Zappanale de este año los barceloneses Filthy Habits Ensemble y el valenciano Caballero Reynaldo.
15 de agosto de 2010, en el Festigàbal, programación que confeccionan los de la sala Heliogàbal dentro de la Festa Major de Gràcia, en la plaza Rovira i Trias.
Brutotes como ellos solos. Papa Dupau (guitarra eléctrica, trompeta y voces) y Spazzfrika ehd (batería, efectos y voces).
Además de Za!, que actuaron los días 13 y 14 de agosto, también han sido programados en la Zappanale de este año los barceloneses Filthy Habits Ensemble y el valenciano Caballero Reynaldo.
domingo, 15 de agosto de 2010
Guitarrowing: Gnostic Gem, de Sir Richard Bishop
Nada como una tormenta de verano. La agitación necesaria para quitarse el lazo de bochorno y apatía. Un escalofrío reparador, en los brazos, bajo las perneras de unos pantalones livianos.
"Gnostic Gem", del disco Improvika de Sir Richard Bishop (Locust Music, 2004).
"Gnostic Gem", del disco Improvika de Sir Richard Bishop (Locust Music, 2004).
viernes, 6 de agosto de 2010
La aguja y el globo
Para el arquitecto holandés Rem Koolhaas, “la aguja y el globo representan los dos extremos del vocabulario formal de Manhattan y describen los límites exteriores de sus opciones arquitectónicas”.
En 1999, el joven trombonista alemán Nils Wogram proponía al veterano trombonista alemán Konrad "Conny" Bauer (hermano de otro trombonista igualmente alemán, Johannes) formar un dúo que tendría la virtud de poner en contacto no sólo a dos generaciones y a dos estupendos instrumentistas sino dos formas de hacer muy distintas: una que arranca de la escena de la extinta República Democrática y que se abrocha con todo el panorama free y de música improvisada que se desarrollaría en la Alemania occidental en los 70 y 80 (Konrad, n. 1943), y la otra que se presenta como un nuevo individualismo, lúcido y muy competente, que sabe moverse entre la vanguardia y la revisión creativa de la tradición (Nils, n. 1972). Tras unas sesiones, y en vista de los buenos resultados obtenidos, Wogram enviaba una cinta a Robert D. Rusch, productor y editor del sello CIMP (Creative Improvised Music Projects).
A mediados de septiembre de ese mismo año, Wogram y Bauer llegan a Redwood, en el estado de Nueva York, para grabar en The Spirit Room, el estudio de grabación de CIMP. Dos jornadas, las del 12 y 13 de septiembre de 1999, de las que surgirá el cd Serious Fun, compuesto por 16 improvisaciones cortas, dinámicas y con buenas dosis de diversión dentro. La grabación de los trombones es maravillosa y se debió al ingeniero de sonido de la casa y hermano del productor, Marc D. Rusch.
El disco es presentado, incluso en el mismo dibujo de la cubierta, como un combate cravaniano entre dos trombones. En cierto modo, sí es un duelo, pero no sé si en ese primer sentido más evidente o en otro más oblicuo. En las notas del disco, Wogram dice que toda la música es improvisada aunque algunas partes parezcan compuestas: “Tratamos de llevar estructuras a la improvisación y hacer de ello composiciones instantáneas”. Dejarse llevar o marcarse unas pautas, sin que ni una cosa ni la otra acaben por vencer. Sería más propiamente un combate entre las dos pulsiones que cada uno de los músicos lleva dentro, creo yo.
Volviendo al libro de 1978 Delirio de Nueva York. Un manifiesto retroactivo para Manhattan (Gustavo Gili, 2004), Koolhaas cuenta como en 1807 es nombrada una comisión con objeto de emprender la tarea de diseñar el futuro urbanístico de la isla de Manhattan, diseño que aún hoy es vigente y característico de la ciudad. En 1811, mucho antes del plan Cerdà para Barcelona, se publica el Mapa de la ciudad de Nueva York e isla de Manhattan, que se articula como una retícula sobre 13 avenidas y 156 calles, lo que supone un total de 2028 manzanas, en lo que para Koolhaas es una especie de contra-ciudad europea. Y dice:
“La retícula es, sobre todo, una especulación conceptual.
“Pese a su aparente neutralidad, supone un programa intelectual para la isla: con su indiferencia respecto a la topografía, a lo que existe, reivindica la superioridad de la construcción mental sobre la realidad.
“El trazado de sus calles y manzanas anuncia que el sometimiento de la naturaleza, por no decir su extinción, es su verdadera ambición”.
Se trata de un auténtico programa de futuro, pues hacia 1850 apenas hay nada construido por encima de la calle 42 “salvo por la retícula omnipresente: Excepto cerca de Wall Street, parece casi rural: casas aisladas desperdigadas por unas manzanas cubiertas de hierba”.
No obstante, por esa época, y para evitar la posibilidad más que real de una explosión demográfica, se hacen planes urgentes para reservar como parques algunos solares. El mayor es, naturalmente, Central Park, cuyo proyecto data de 1853. También se va a construir siguiendo esa misma visión programática: “Central Park no es sólo la principal instalación recreativa de Manhattan, sino también el testimonio de su progreso: una conservación taxidérmica de la naturaleza que exhibe para siempre el drama de cómo la cultura deja atrás la naturaleza.”
Dentro de esa trama sobre la que se va a edificar Manhattan, “la aguja es la construcción más delgada y menos voluminosa con la que se puede marcar un lugar dentro de la retícula; combina el máximo impacto físico con un insignificante consumo de terreno”. Mientras que “el globo es, matemáticamente, la forma que encierra el máximo volumen interior con la menor superficie exterior”.
Esa retícula condicionará por siempre el futuro de la ciudad. En Nueva York se desarrollará toda una panoplia de soluciones y artefactos, como los rascacielos, nuevos medios de transporte colectivo (subterráneos, a nivel y elevados) o los ascensores, en una carrera tecnológica ambivalente: “incluido en su éxito está el espectro de su posible fracaso”. Lo que era imposible se mantiene alejado del desastre por un solo grado, por un nuevo ingenio en cada caso.
Disculpad pero, todo eso del conflicto naturaleza/cultura, la tensión entre el instinto y la planificación, o entre el impacto (aguja) y la receptividad (globo), la fuerza totalizadora de las ideas y los recursos técnicos que sirven para salvar escollos, me hace hace pensar en la improvisación, en general, y en Wogram y Bauer, en particular.
“The Trail”, “Industrial” y “Serious Fun”, del disco Serious Fun (CIMP #212, 2000). En los dos primeros cortes surgen patrones de un modo rápido pero natural, se van cuadrando libremente y en alguna ocasión parece que vayan a colapsar. En el tercero puede que sí haya algo de ese duelo funambulístico que anuncia la portada, un suceder de impactar y recibir. Nils Wogram (canal derecho) y Konrad Bauer (canal izquierdo).
El día siguiente a la grabación de este disco, el 14 de septiembre, se les unía a Wogram y Bauer el contrabajista Dominic Duval para una sesión de la que surgiría el disco Serious Fun + One (CIMP #221, 2000).
En 1999, el joven trombonista alemán Nils Wogram proponía al veterano trombonista alemán Konrad "Conny" Bauer (hermano de otro trombonista igualmente alemán, Johannes) formar un dúo que tendría la virtud de poner en contacto no sólo a dos generaciones y a dos estupendos instrumentistas sino dos formas de hacer muy distintas: una que arranca de la escena de la extinta República Democrática y que se abrocha con todo el panorama free y de música improvisada que se desarrollaría en la Alemania occidental en los 70 y 80 (Konrad, n. 1943), y la otra que se presenta como un nuevo individualismo, lúcido y muy competente, que sabe moverse entre la vanguardia y la revisión creativa de la tradición (Nils, n. 1972). Tras unas sesiones, y en vista de los buenos resultados obtenidos, Wogram enviaba una cinta a Robert D. Rusch, productor y editor del sello CIMP (Creative Improvised Music Projects).
A mediados de septiembre de ese mismo año, Wogram y Bauer llegan a Redwood, en el estado de Nueva York, para grabar en The Spirit Room, el estudio de grabación de CIMP. Dos jornadas, las del 12 y 13 de septiembre de 1999, de las que surgirá el cd Serious Fun, compuesto por 16 improvisaciones cortas, dinámicas y con buenas dosis de diversión dentro. La grabación de los trombones es maravillosa y se debió al ingeniero de sonido de la casa y hermano del productor, Marc D. Rusch.
El disco es presentado, incluso en el mismo dibujo de la cubierta, como un combate cravaniano entre dos trombones. En cierto modo, sí es un duelo, pero no sé si en ese primer sentido más evidente o en otro más oblicuo. En las notas del disco, Wogram dice que toda la música es improvisada aunque algunas partes parezcan compuestas: “Tratamos de llevar estructuras a la improvisación y hacer de ello composiciones instantáneas”. Dejarse llevar o marcarse unas pautas, sin que ni una cosa ni la otra acaben por vencer. Sería más propiamente un combate entre las dos pulsiones que cada uno de los músicos lleva dentro, creo yo.
Volviendo al libro de 1978 Delirio de Nueva York. Un manifiesto retroactivo para Manhattan (Gustavo Gili, 2004), Koolhaas cuenta como en 1807 es nombrada una comisión con objeto de emprender la tarea de diseñar el futuro urbanístico de la isla de Manhattan, diseño que aún hoy es vigente y característico de la ciudad. En 1811, mucho antes del plan Cerdà para Barcelona, se publica el Mapa de la ciudad de Nueva York e isla de Manhattan, que se articula como una retícula sobre 13 avenidas y 156 calles, lo que supone un total de 2028 manzanas, en lo que para Koolhaas es una especie de contra-ciudad europea. Y dice:
“La retícula es, sobre todo, una especulación conceptual.
“Pese a su aparente neutralidad, supone un programa intelectual para la isla: con su indiferencia respecto a la topografía, a lo que existe, reivindica la superioridad de la construcción mental sobre la realidad.
“El trazado de sus calles y manzanas anuncia que el sometimiento de la naturaleza, por no decir su extinción, es su verdadera ambición”.
Se trata de un auténtico programa de futuro, pues hacia 1850 apenas hay nada construido por encima de la calle 42 “salvo por la retícula omnipresente: Excepto cerca de Wall Street, parece casi rural: casas aisladas desperdigadas por unas manzanas cubiertas de hierba”.
No obstante, por esa época, y para evitar la posibilidad más que real de una explosión demográfica, se hacen planes urgentes para reservar como parques algunos solares. El mayor es, naturalmente, Central Park, cuyo proyecto data de 1853. También se va a construir siguiendo esa misma visión programática: “Central Park no es sólo la principal instalación recreativa de Manhattan, sino también el testimonio de su progreso: una conservación taxidérmica de la naturaleza que exhibe para siempre el drama de cómo la cultura deja atrás la naturaleza.”
Dentro de esa trama sobre la que se va a edificar Manhattan, “la aguja es la construcción más delgada y menos voluminosa con la que se puede marcar un lugar dentro de la retícula; combina el máximo impacto físico con un insignificante consumo de terreno”. Mientras que “el globo es, matemáticamente, la forma que encierra el máximo volumen interior con la menor superficie exterior”.
Esa retícula condicionará por siempre el futuro de la ciudad. En Nueva York se desarrollará toda una panoplia de soluciones y artefactos, como los rascacielos, nuevos medios de transporte colectivo (subterráneos, a nivel y elevados) o los ascensores, en una carrera tecnológica ambivalente: “incluido en su éxito está el espectro de su posible fracaso”. Lo que era imposible se mantiene alejado del desastre por un solo grado, por un nuevo ingenio en cada caso.
Disculpad pero, todo eso del conflicto naturaleza/cultura, la tensión entre el instinto y la planificación, o entre el impacto (aguja) y la receptividad (globo), la fuerza totalizadora de las ideas y los recursos técnicos que sirven para salvar escollos, me hace hace pensar en la improvisación, en general, y en Wogram y Bauer, en particular.
“The Trail”, “Industrial” y “Serious Fun”, del disco Serious Fun (CIMP #212, 2000). En los dos primeros cortes surgen patrones de un modo rápido pero natural, se van cuadrando libremente y en alguna ocasión parece que vayan a colapsar. En el tercero puede que sí haya algo de ese duelo funambulístico que anuncia la portada, un suceder de impactar y recibir. Nils Wogram (canal derecho) y Konrad Bauer (canal izquierdo).
El día siguiente a la grabación de este disco, el 14 de septiembre, se les unía a Wogram y Bauer el contrabajista Dominic Duval para una sesión de la que surgiría el disco Serious Fun + One (CIMP #221, 2000).
miércoles, 4 de agosto de 2010
domingo, 1 de agosto de 2010
El haz y el envés
Finalmente, tras pasar unos días a mediados de agosto en la dacha de La Selva (que diría mi amigo Raúl Mao), viajaremos a Praga (este tipo de decisiones las toma Wendy). Hay muchas cosas que admiro en la cultura checa, desde Kafka y el Golem a algunos de sus cineastas, como Menzel y Chytilová, el primer Forman, El incinerador de cadáveres de Herz, y también la gran banda underground -en su caso sí tenía sentido la palabra- surgida en plena Primavera de Praga, Plastic People of the Universe. ¿Las Mothers checas? Tal vez no sea lo más exacto, pero lo que sí es cierto es que tomaron el nombre del tema "Plastic People", que se publicó en el disco Absolutely Free (1967) de The Mothers of Invention.
La canción "Plastic People" es el envés de otra muy popular que se titula "For What it's Worth", escrita por Stephen Stills para su grupo Buffalo Springfield y aparecida en 1966 en el primer album de éstos. Stills la hizo a raíz de unos disturbios que hubo ese mismo 1966 en el Sunset Strip de Los Angeles, zona de bares y de gente joven, debido a una ordenanza que limitaba el horario de cierre de los establecimientos. Músicos y clientes, hippies básicamente, se manifestaron varias noches y la policía los reprimió con desmesurada contundencia. Estos acontecimientos se conoccen como "Sunset Strip curfew riots", o los "disturbios del toque de queda".
En su canción, preciosa, Stills da una imagen un tanto ingenua. Por su parte, Frank Zappa, al que no caían muy simpáticos los hippies, y que también escribe una estupenda canción, nos invita a mirar un poco más en profundidad, dando la vuelta a las cosas para tratar en la medida de lo posible de verlas en su totalidad. En cualquier caso, dos temas estupendos.
"For What It's Worth"
"Plastic People"
Ah, y la Pilsner Urquell, que probablemente sí sea la mejor cerveza del mundo (al menos entre las lager).
La canción "Plastic People" es el envés de otra muy popular que se titula "For What it's Worth", escrita por Stephen Stills para su grupo Buffalo Springfield y aparecida en 1966 en el primer album de éstos. Stills la hizo a raíz de unos disturbios que hubo ese mismo 1966 en el Sunset Strip de Los Angeles, zona de bares y de gente joven, debido a una ordenanza que limitaba el horario de cierre de los establecimientos. Músicos y clientes, hippies básicamente, se manifestaron varias noches y la policía los reprimió con desmesurada contundencia. Estos acontecimientos se conoccen como "Sunset Strip curfew riots", o los "disturbios del toque de queda".
En su canción, preciosa, Stills da una imagen un tanto ingenua. Por su parte, Frank Zappa, al que no caían muy simpáticos los hippies, y que también escribe una estupenda canción, nos invita a mirar un poco más en profundidad, dando la vuelta a las cosas para tratar en la medida de lo posible de verlas en su totalidad. En cualquier caso, dos temas estupendos.
"For What It's Worth"
"Plastic People"
Ah, y la Pilsner Urquell, que probablemente sí sea la mejor cerveza del mundo (al menos entre las lager).
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