El ciclo "Músiques disperses" se inició el otro día con un buen concierto. E inesperado, pues los Surfing Sirles, que debían haber abierto el ciclo, se cayeron de la programación a última hora. En su lugar, se armó in extremis el concierto de los clarinetistas Tim Hodgkinson, que se hallaba en Barcelona visitando a su hermano, y Víctor Nubla. Hodgkinson tocó un clarinete y Nubla el requinto y se hizo cargo de los efectos. Buen concierto. Se fueron creando cosas en común que traslucían el peculiar mundo de cada uno de ellos: absurdo y cabaretero, el de Tim, tapafísico y psicoheavy, el de Víctor. Hicieron dos largas impros y un encore breve. Aquí va el bis.
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