Trimestre de poesía, programado por Usted es un Colectivo en la sala Heliogàbal (Barcelona).
Xavi Morte, acompañado por Marc Florensa (percusión, trompeta, guitarra acústica, más objetos varios) y Quico Manpel (contrabajo), presentaban el recital "Treu-me-la Joan", sobre la poesía de Joan Brossa. 19 de junio de 2011. (De haber estado Sergi Sirvent, el trío -con Florensa y Manpel- hubiera sido Povidona yodada, una formación iconoclasta a la que, lamentablemente, no podemos ver con demasiada frecuencia.)
Xavi Morte tiene una voz clara y fuerte. Daba gusto oir esos breves poemas de Joan Brossa (algunos afilados como una hoja de afeitar). Como contribuía a deletrear sus posibles sentidos (no había que ir muy lejos a buscarlos, por cierto). Se trata de poemas breves, tanto que a veces (despitado, y bien que me sentía esa tarde) no me daba tiempo de cortar entre poema y poema. Un poco desastroso, lo admito, ya que a veces se rompe un poema por la mitad (como, por otra parte, ocurre en otros clips musicales que hacemos en el hotel). Pedimos disculpas, sobre todo a Morte y a los músicos, pero, volvemos a insistir: con estos clips no pretendemos más que recoger unos instantes. Son como un catálogo de lo que vimos, nunca hemos pretendido hacer una reproducción exacta o fiel de ninguno de los acontecimientos de los que aquí dejamos testimonio. Esto no es una TV. ¡Dios nos libre!
Florensa y Manpel se aplicaron al difícil arte del acompañamiento del rapsoda. Tenían una especie de guión previo de cosas a hacer, aunque todo dentro de una dinámica improvisadora. Ambos músicos iban consultando unos papeles, que de hecho eran los mismos que leía Morte, es decir, los poemas de Brossa; iban mirándolos para ver donde entraban, o bien cuando paraban o se quedaba sonando la música. Pero, en todo momento se hizo presente que LO IMPORTANTE SON LAS PALABRAS. Una prueba de ello es que en los pasajes en los que sólo restaba la música, nunca huían del motivo que había sonado durante el acompañamiento previo, sino que se quedaban solos para diluirlo y hacerlo desaparecer.
Traté bastante a Brossa, y sé de buena tinta que no le gustaba nada que "musicasen" sus poemas como lo hacían los cantaautores -"microfonistas", como él los llamaba. En cuanto a los "contraculturales", decía que Pau Riba era simpático pero no le interesaba lo que hacía, e ignoraba absolutamente quién era Sisa -por lo menos cuando se lo pregunté-, que lo admiraba mucho. Pero me atrevo a suponer que no le hubiese desagrado esta aproximación que no "musica" sino que compone una especie de fondo sonoro hecho de apuntes musicales. Interesante.
ResponderEliminarhola Josep Maria,
ResponderEliminarno sé si le habría gustado o no a Brossa, pero creo que estuvo bien, que fue una cosa seria y en la que se podía apreciar que los tres ponían el máximo interés en que saliera así. lo que, cuando menos, ya es mucho.