viernes, 7 de octubre de 2011

Creciendo...

Ayer recibimos un comentario de Don Ángel Lalinde, un viejo amigo (compartimos piso hace una porrada de años... ¿te acuerdas?) y un gran artista (y sé que esta palabra no le gusta mucho a él) gráfico. El objeto de su comentario, que hizo en la entrada que hace unos días dedicamos al fen suey, era el de brindarnos unas fabulosas imágenes que ha colgado en su blog Memoria salada (un blog de lo más recomendable, donde periódicamente Ángel va poniendo cosas que forman parte de su inclasificable trabajo). Su gesto es de una generosidad sustantiva, y si no vean las dos entradas que ha hecho y las imágenes que contienen. Véanlas en las ventanas emergentes, véanlas detenidamente y luego vuelvan aquí...

Mi taller 1

Mi taller 2

¿Saben lo que he sentido al ver sus fotografías? Respeto. Admiración. Me he sentido pequeño. Poca cosa. He visto que me queda tanto por aprender. Pero, al mismo tiempo he sentido gratitud porque me he dado cuenta de que todavía hay gente en la que inspirarse. Sí, amigos, hay personas que tienen que ser nuestros faros en cualquier ámbito de la vida humana. Y, sin duda, el licenciado Lalinde se nos ha mostrado con toda su luz, con magisterio, valentía y sin ambivalencia alguna. ¡No saben lo orgullosos que estamos de que alguien como él nos haya dedicado tamañas entradas! ¡Gracias, Ángel!

Y ahora, desde la humildad, vamos a aportar un nuevo granito de arena a esta nuestra noble causa.



¡Amigos, no flaqueemos! ¡No permitamos que nos digan cómo conducir nuestros asuntos! ¡Peleemos nuestra libertad! ¡Defendamos estas manifestaciones únicas de creatividad, de ingenio, de fecundidad y de trabajo!
Basta de dictaduras domésticas ¡¡¡ahora!!!

4 comentarios:

  1. si viviais juntos vuestro piso me lo imagino mas que ordenadamente desordenado. el caos coasi perfecto.
    pero, ¡te queda hueco para cuatro o cinco iconos!!!!! yo creo nuevas carpetas en el escritorio en el lugar donde estaban otras que para hacer sitio he metido en alguna de las ya existentes, siempre con la creencia que recordare la razón que ne llevo a relacionarlas... menos mal que esta la herramienta esa de buscar

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  2. cierto, Jesús, aún quedaba espacio para unas carpetas más. no quería cargar las tintas tampoco.

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