domingo, 26 de agosto de 2012

Lecturas: Emulsió de ferro, Macrovolum/Macromassa, Poblenou

"No he recordat fins fa uns minuts que precisament avui hi ha actuació dels Macrovolum a la sala Parking, ben bé a prendre per cul, més enllà de la cúpula de tro cantonada Pere IV."

"L'actuació acaba en un ambient d'estupefacció controlada de la qual brollen mostres d'entusiasme sense control. Una reacció habitual, per altra banda."

"Aprofita per fullejar l'exemplar de La Vanguardia. Prescindeix de les tèbies fotografies de polítics decidint què fer amb tota la merda que carreguen a les espatlles i s'atura a la secció local, on de tant en tant floreix alguna perla. Més d'un tema dels Macrovolum ha començat posant fil a la'gulla en els racons més inhòspits d'aquesta secció."

Tres fragmentos de la pirmera novela de Sebastià Jovani, Emulsió de ferro (La Magrana, 2009), un "policíac ben cuit" ambientado en el barrio de Gracia. El protagonista de la misma es el detective-clarinetista Víctor Neige, un trasunto (o así) de Víctor Nubla.
Víctor Nubla y Juan Crek (que en la novela aparece como Craker) formaron Macromassa (ergo Macrovolum) en 1976 (y todavía siguen), también en el barrio de Gracia.
En 1978 aparecía su primer disco, el single Darlia microtónica (que en el libro se llama Petúnia microestàtica), que no era más que un extracto de unas actuaciones que habían hecho en la sala Màgic de Barcelona en septiembre de 1976. Además de Nubla (todavía llamado en el disco Agoom An-huba, saxo sintetizado y wah-wah) y Crek (audiogenerador), les acompañaba el Doctor T-azul (Albert Giménez, guitarra eléctrica y efectos).
La novela transcurre en unos pocos días de noviembre de 1976, supuestamente un mes después del "exitoso" stage de Macromassa en la sala del Borne.

Este fue uno de los primeros discos que compré. No el primero, primero, pero quizá sí entre los 30 o 50 primeros (y así me he quedado).
Siempre he querido escribir algo sobre él para el blog, pero no sabía muy bien que decir (demasiadas imágenes arremolinándose ahí dentro, tal vez). No obstante, hay una imagen de la ciudad de Barcelona que asocio con el sonido de la Darlia.





Esta foto, que pertenece al fondo del Arxiu Històric del Poblenou, nos muestra una imagen del distrito de Sant Martí de Barcelona a principios de los años 40. Ese edificio moderno que surge desde la mitad del margen derecho hasta el centro de la fotografía, y que en ese extremo aún está a medio construir, era la nueva fábrica de la Hispano-Olivetti, que entró en funcionamiento el año 1942. Justo arriba, al fondo de todo y semiocultas tras el humo, pueden verse la Torre de les Aigües y la gran chimenea de la vieja fábrica Macosa. A la izquierda, en el cuadrante superior, puede verse la nave de Can Jaumandreu y detrás puede apreciarse la torre del reloj de Can Ricart.
Dirán, hombre, entre los años 40 y finales de los 70 hay un largo trecho. Pero, no se crean que en ese tiempo había cambiado mucho la cosa. Recuerdo haber visto el Poblenou más o menos así, e incluso ya entrados los 80.
Era una ciudad industrial, gris y agresiva, y esta imagen lo refleja bien. Como también lo hace la Darlia.


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