jueves, 29 de abril de 2010
Сталкер
Nunca pierde esta película. En cada visionado, cada año que pasa, fascina más. Se puede percibir mejor que nada es sobrero ni gratuito. El film hace entrar al espectador en su "zona" de un modo calmado, hipnótico. Como en un trance. La visión cinematográfica de Tarkovski es integral. Todos los aspectos del cine son valorados. Y, el sonido, sobre todo. Ese sonido que, junto a los pocos pasajes musicales de su colaborador Eduard Artemiev, confieren a la película una densidad física. Como en la escena en la que el stalker y sus dos viajeros están a punto de adentrarse en la Zona montados en un motorriel. El traqueteo de las vías es aprovechado como punto de partida para la composición musical.
“La zona es un sistema muy complejo. Con sus trampas, todas mortales. No sé que pasa aquí cuando no hay ningún ser humano, pero basta que entren personas para que todo se ponga en movimiento. Desaparecen las trampas viejas y aparecen nuevas. Lugares que eran seguros se hacen intransitables. El camino se pone fácil o complejo hasta lo imposible. Esto es la zona. Quizás parezca caprichosa, pero ella es tal y como la hace el estado de ánimo del ser humano. A veces, la gente ha tenido que regresar desde la mitad del camino. Hubo quiénes perecieron en el umbral mismo del cuarto. Pero, todo lo que ocurre aquí no depende de la zona sino de nosotros”.
Así trata de describir la Zona el stalker, que interpretó Alexander Kaidanovski en una actuación magistral, llena de dolor, pesadumbre y desesperanza.
La cuestión de la Zona es significativa en un país, la entonces Unión Soviética, llena de "zonas" marcadas por el secretismo militar, los avistamientos ufológicos o las fugas radiactivas, lugares cuya existencia las autoridades trataban de silenciar por todos los medios.
Сталкер (1979) fue el segundo largometraje en que Tarkovski mostró su particular visión de la ciencia ficción. Si Solaris estaba ambientada en el espacio, está lo estaba en la tierra, en un futuro del que no se nos deja entrever más que desolación. También Kubrick haría sus dos films de ciencia ficción, también uno ambientado en el espacio (2001: una odisea del espacio) y otro en nuestro futuro aquí (La naranja mecánica).
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Aunque no siempre, señor Torrance, tratándose de cuestiones del cinematógrafo, su criterio es ley para un servidor. Intentaré ver este Tarkovsky el fn de semana. Gracias. RZ
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