domingo, 24 de julio de 2011

Sólo hay un paso del saxofón al cuchillo

Esta pasada semana, los del History Channel (un canal más bien casposo y que me da cierta tirria) dedicaron un día al "mundo del jazz", o algo así, y lo hicieron proyectando un par de documentales. Uno de ellos era To Russia with Jazz - Benny Goodman in the USSR (A Rusia con jazz), una producción alemana de 2010 dirigida por Konstanze Burkard, que trataba de la gira que la orquesta de Benny Goodman realizó por varias ciudades (Moscú, Sochi, Taskent, Tiflis, Leningrado y Kiev) de la vieja Unión Soviética entre finales de la primavera y principios del verano de 1962. Dicha gira tuvo lugar en el marco de unos acuerdos de intercambio cultural que habían firmado unos años antes los gobiernos de Jrushchov y Eisenhower, dentro de aquello que se denominó deshielo (el mandatario ruso lo llamaba "coexistencia pacífica"). Sin embargo, la situación se volvería a congelar en seguida, a raíz del incidente del avión espía norteamericano U2 sobrevolando la URSS en mayo de 1960. No obstante esto, los acuerdos de intercambio siguieron adelante y después de que los soviéticos deshecharan a las orquestas de Louis Armstrong y Duke Ellington viajaría finalmente la de Goodman en mayo de 1962, ya con Kennedy de presidente.

El documental en sí no es gran cosa. Se nos cuentan las impresiones que dejó dicha gira en los músicos así como el impacto que tuvo en los aficionados soviéticos al jazz y, cómo no, las consabidas absurdidades de los burócratas del partido, siempre dispuestos a evitar que sus invitados tuvieran contacto con la población. Pero todo esto se nos presenta de un modo más bien convencional, previsible. Lo más destacado son las imágenes en súper 8 que grabaron algunos de los músicos, entrañables films amateurs a los que, no obstante, no se les saca ningún provecho, quedando todas esas imágenes en algo puramente anecdótico.

Portada del disco de RCA que recoge la primera actuación de la orquesta
en el Palacio de Deportes del Ejercito Soviético, el 27 de mayo de 1962.

En uno de los paseos que los músicos hicieron por la ciudad de Moscú, que fue origen y final de la mini gira, Benny Goodman sacó su clarinete en la plaza Roja e improvisó mientras había el cambio de guardia de los soldados que custodian el Kremlin. Se armó cierto revuelo, pues los moscovitas no estaban acostumbrados a toparse con músicos callejeros y menos aún si tocaban jazz. Lo bonito de la portada de este disco es que ilustra ese momento que alguno de los músicos de la banda inmortalizó con su cámara.

Aparte de esto, en un documental en el que se entrevista a muchas personas (músicos de la banda de Goodman, promotores, aficionados al jazz soviéticos, etc.) siempre queda alguna perla dicha por uno u otro. En este caso vamos a quedarnos con un dicho que se comentaba en los círculos represores de la URSS, y que recuerda el historiador del jazz Vladimir Feyertag:

"Sólo hay un paso del saxofón al cuchillo."

No quiero ni pensar cómo de armados hubieran venido los policías a hacer una redada el día de la actuación de Sin Anestesia (recuerden, ¡10 saxofones 10!).

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