Palabras para los jóvenes (que zurzan a los "viejos"). Palabras para decirles que vayan olvidándose del rock, que en los últimos tiempos sólo es pose y latiguillos. Si quieren emoción, intensidad, a escuchar este tema, que hoy en directo me ha puesto la piel de gallina.
Pero, antes, otro consejo. Antes de oír el tema, si tenéis algo por casa para meterse, adelante. Siempre hay por casa algún blister con algo bueno, una olvidada piedra escondida, o una botella de alcohol fuerte. Así que, primero, ingieran, fumen, aspiren (o si son de la aguja, pues hagan lo propio). La cosa no es para encontrar más maravilloso este tema, sino para que les sea más fácil imaginar cómo suena en directo. Busquen, o sino hagan un esfuerzo de imaginación.
"Una excusa", blues escrito por Agustí Fernández y que se incluye en el primer disco de los sorprendentes Free Art Ensemble. No quieran saber lo que es en directo, con esa línea de tres trompetas llorando, meciendo la melodía, acariciándose las unas a las otras. Sensual y triste como pocas cosas.
Todo esto viene al caso porque acabo de verlos, me he tomao unas copas para celebrarlo, y porque he recordado que uno de los miembros de la FAE me dijo hace unos días que buscaban, que necesitaban bolos. ES UNA VERGÜENZA lo que ocurre en este país con los "programadores" (por llamarlos de algún modo) de los festivales de jazz. Unos tarugos que siguen sin pillar la película.
Señores, tienen a esta gente por aquí, no son caros, parecen simpáticos.
Pero, como el ojo de la aguja da para lo que da, por eso interpelamos desde aquí a los jóvenes: llamadlos para vuestros pequeños locales. Intentadlo al menos. Son para llorar de buenos. No os arrepentiréis.
Por fin tenemos la edición de Moisés Moisés en La Olla Expréss. ¡Joder! ha costado un huevo y parte del otro, pero ya está.
Ha sido un trabajo largo, costoso, más de un año y medio en el que naturalmente ha habido fases de inactividad. En total, bastante más que la anterior edición de "Barcelona Documentos Musicales" que preparamos con Eli, la de Perucho's. Para la edición de Moisés Moisés, se nos incorporaba un tercer miembro al núcleo duro de trabajo, Pep Pascual, miembro original del grupo. Grosso modo podemos decir que Pep se encargó de todo lo relativo a la edición de audio, Eli de la parte gráfica y la producción, y un servidor de la parte literaria.
Por momentos, se veía tan lejos el final. No se trataba de reeditar un disco, tal y como habíamos hecho con el rojo de Perucho's, sino de crear algo que no había existido nunca. Además, se trataba de la primera vez que se iba a editar algo de Moisés Moisés en formato grande. Había mucho material donde escoger, pero la mayoría eran directos que tenían que ser extraídos de cintas de k7. Ahí el trabajo de Pep fue fundamental. Él se encargaba de seleccionar y proponernos unos temas. Y lo hacía a partir de varias condiciones a tener en cuenta. En primer lugar, elegir un repertorio que fuera representativo, característico del grupo. No es que fuera muy problemático esto porque, por suerte, los temas principales de la banda estaban recogidos en una cinta u otra, pero había que ordenarlos, elegir entre versiones, etc., etc. Un segundo parámetro a tener en cuenta es que el conjunto de la selección reuniera muestras de todas las formaciones (que únicamente fueron tres). Hay que decir que de esas grabaciones de directos en audio sólo se encontraron muestras de las dos primeras, Conrado T. Costa/Pep Pascual/Oriol Perucho y Conrado/Pep/Jordi Golmayo. Por más que se buscaron, no apareció nada de la última, ya con Eduard Altaba y Quicu Samsó. Esto era especialmente importante para Pep, que quería dejar constancia de todas ellas, bien fuera por afán documental, bien por justicia para con los distintos miembros. Finalmente, aún había una tercera consideración a tener en cuenta, que creo que Pep también se tomó muy en serio, y era que el conjunto de lo recopilado debía resultar llamativo, debía tener gancho.
Es decir, hacer esta edición podía parecer fácil pero no lo era en absoluto, dados estos condicionantes que acabo de exponer. A pesar de ello, según recuerdo, a Eli y a mí siempre nos pareció bien las selecciones y órdenes que hacía Pep, y que fueron variando poco a poco hasta tomar la actual forma. Hay que decir que durante el proceso Pep y Oriol Perucho se encontraron alguna vez y tomaron alguna decisión que después sería tenida en cuenta. Para acabar con la cuestión del audio, nada de todo esto hubiera servido de mucho sin un buen trabajo de masterización. Y ahí volvimos a contar, como habíamos hecho con el de Perucho's, con Albert Guitart que desde su estudio Alb logró restituir la vivacidad, contundencia y brillo de los directos de la banda, obteniendo un sonido claro y con cuerpo.
Había también toda la cuestión de los extras, fotos, material gráfico, vídeos, y alguna que otra sorpresa. Hay que decir que conseguimos reunir todo ese material, que es el que integra el segundo disco (dvd) de la edición, con rapidez y bastante pronto. Pero, una vez más, esas supuestas "facilidades" no iban a hacer más que complicar la labor. ¿Por qué? Porque había que decidir qué se ponía, que debía ir y que no, qué era esencial o revelador del trabajo de Moisés Moisés. Y, al mismo tiempo, en ese línea de decisión, había dos elementos perpendiculares que volvían a condicionarlo todo. El primero, la calidad de algunas piezas de ese fondo (y muy especialmente del videográfico); el segundo, el presupuesto.
Vamos a hablar ahora de esto último, el presupuesto, que es una cuestión siempre de crucial importancia. El presupuesto, que no era mucho, también condicionó las distintas etapas del trabajo. Hay que decir que es esta una edición eminentemente underground, o como quieran llamarla. No es que se haya querido que esto fuera así expresamente, sino que no cabía otra posibilidad pues ningún sello -apostaría por ello- se hubiera interesado en un disco como este. Y creo que no me estoy equivocando.
Naturalmente, cuando se trabaja así lo único con lo que se cuenta de un modo seguro es con el cariño. Uno puede estar sujeto a los distintos vaivenes de la producción, aceptando aquello de que "Dios proveerá", pero lo que no puede hacer es dejar en las manos de la providencia el destino final de lo que se quiere publicar. Había que seguir y, a lo sumo, hacer dos planteamientos: uno de mínimos, sólo con el cd de audio (que de hecho pienso que es lo básico); el otro, con ese segundo disco de bonus. Quiero decir que esta edición de Moisés Moisés se sostendría perfectamente sólo con el cd. La música que contiene es tan brillante y tiene tal entidad que estoy convencido de ello. El segundo disco lo que nos permite es profundizar en el grupo, conocerlo desde otras perspectivas complementarias, simplemente.
De la parte de diseño, el envoltorio y todo eso, se encargó, como ya he dicho, Eli. Nuevamente, los discos y todo el contenido viene enfundado en una de esas características cajas de cartón que confieren al conjunto un aire de regalo. Me parece que, como ya ocurría con lo de Perucho's, es la mejor manera de presentar el trabajo de Moisés Moisés.
En el capítulo de textos, del que más o menos se encargó un servidor, decir que a diefrencia de en la edición de Perucho's, aquí decidimos encargar algunos textos a distintas personas, músicos, periodistas o amigos de ellos. La ocasión lo merecía, ese hecho de que fuera todo rigurosamente inédito, pero aún había otro factor temporal que la respaldaba, y es que el fenómeno Moisés Moisés estaba más cercano al presente que lo de Perucho's (funcionaron entre 1987 y 1991, mientras que Perucho's lo hicieron en los 70). Esos diez años de diferencia, aproximadamente, entre ambos grupos, hacían que mucha gente con la que hablaba para preparar el texto central tuviera recuerdos e impresiones muy vívidas de Moisés Moisés, cosa que no pasó nunca con Perucho's, de los que la gente no recordaba cosas, tenía lapsos importantes de memoria, etc. Así que en vistas de esto, confeccionamos un listado de gente a la que encargarle un texto libre sobre el grupo (de la cosa más histórica y engorrosa ya me encargaba yo, y preferíamos que nuestros invitados hablarán con mayor o menor brevedad pero con total libertad). Llegados aquí, queremos agradecer su aportación literaria a Francesc Díaz i Melis, Ramon Solé, Quim Casas, Jordi Turtós, Karles Torra, y a los Koniec Xavier Maristany y Joan Saura (lamentablemente, Joan nos dejaría poco después de entregar su texto, yéndose sin haber llegado a ver esta edición completada). Asimismo, el que fuera miembro fundador del grupo, el compositor y primer baterista Oriol Perucho, abre la sucesión de textos con una impresión muy rápida y actual de la música de Moisés Moisés.
En fin, Eli, Pep y yo, con el aliento en algunos momentos de Serpai Soler, lo hemos hecho lo mejor que hemos podido. Seguro que hay fallos -tenemos consciencia de algunos que no diremos-, que quizá se podía haber hecho mejor, y todo lo que queráis, pero el resultado es este, y ya podemos ofrecérselo al respetable.
No me queda más que decir que escuchada ahora, la música de Moisés Moisés tiene una vigencia absoluta: es inteligente e inmediata, directa y sugestiva. Participa tanto de una cierta vanguardia como de lo popular. Lo creo de verdad. Su música es radiante y me hace pensar en las pocas cosas verdaderamente buenas que da esta ciudad. Sin duda, Moisés Moisés forman parte de esa colección que, a mi modo de ver, hace que valga la pena Barcelona. Su música sorprenderá a mucha gente, como de hecho sorprendió a los propios Pep y Oriol cuando la volvieron a escuchar después de 20 años.
Por último, decir que ha sido un privilegio para mí trabajar con Eli y Pep, por más que ha habido momentos algo deprimentes (je je je). Con Eli, volver a hacerlo; y con Pep, hacerlo por primera vez, demostrándome que es un tipo sensible, divertido, con su punto de locura, pero a fin de cuentas cabal (además de con una gran capacidad de trabajo).
Como dato final, y antes de ver el teaser que ha montado Pep, decir que esta edición la hemos dedicado a Conrado T. Costa (1964-1991) y a Joan Saura (1954-2012).
Filthy Habits Ensemble interpretando la suite Historia del soldado de Igor Stravinski.
Segundo día de su presentación, 10 de abril de 2013 en Jamboree (Barcelona).
Comentario en Tomajazz. Imágenes de Joan Cortès.
Nunca he sabido precisar qué sensación me provoca este tema, si melancólica o moderadamente esperanzadora. Probablemente sea una mezcla de ambas cosas, algo difícil de definir. En todo caso, siempre pienso en un nuevo día. El cómo será éste, ya no lo sé...
"Trio", de King Crimson (Starless and Bible Black, EG Music, 1974).
Robert Fripp, melotrón; David Cross, viola; John Wetton, bajo eléctrico; Bill Bruford, nada.
Esta impro fue recogida en directo en Amsterdam. Viene firmada por los cuatro Crimson, incluso por el baterista Bruford, que oyendo como evolucionaban sus compañeros decidió estarse callado (¡cuánta gente debería tener el buen juicio que él tuvo entonces, especialmente en días como hoy, en que nuestros políticos suelen echar su homilía dominical!).
[Silence]
FIRST VOICE (_Very softly_)
To begin at the beginning:
It is spring, moonless night in the small town, starless and bible-black, the cobblestreets silent and the hunched,
courters'-and-rabbits' wood limping invisible down to the
sloeblack, slow, black, crowblack, fishingboatbobbing sea.
The houses are blind as moles (though moles see fine to-night
in the snouting, velvet dingles) or blind as Captain Cat
there in the muffled middle by the pump and the town clock,
the shops in mourning, the Welfare Hall in widows' weeds.
And all the people of the lulled and dumbfound town are
sleeping now.
"Note to Selves", de The Red Krayola (Introduction; Drag City, 2006).
Mayo Thompson acompañado por Stephen Prina, Tom Watson, Noel Kupersmith y John McEntire, más el acordeón de Charlie Abel.
Tema de luminosidad refractada.
Como el entelado cielo de este domingo, por lo demás, apacible.
Bridges Trio lo forman Guillem Callejón, a la guitarra, Dimas Corbera, al contrabajo, y Alfons Bertran, a la batería. Su música es amable y sin sobresaltos. Hay algo de la ligereza del pop, tanto en el sonido como en algunos de los temas, pero practicado con la pericia (que no técnica) del músico de jazz.
Debutaron hace unos años en Quadrant Records con un disco homónimo en el que ya presentaban este sonido que les caracteriza. Hace dos años, y en el mismo sello, publicaban un segundo trabajo titulado Mans. En este disco la evolución es notable, tanto por lo que se refiere a las composiciones en sí como a las cosas que se desprenden de la propia música. Tal vez algún tema suene falto de brio, pero en general tiene algo encantador. Además, para este segundo registro contaron como invitado especial con David Soler, que toca en todos los temas. El sonido de su guitarra, y sobre todo de la pedal steel, confiere a la música algo de nubosidad, algo algodonoso y dulce.
Vamos a poner el tema "Big Mike's" (Brewed Coffee 24h. Denton, TX), escrito por Callejón. Un tema en el que la relación que se establece entre los dos guitarristas me recuerda al concierto en dúo que ofrecieron ambos hace unas semanas. Está impregnado de una cierta americana, y de hecho el título se refiere a un garito de una pequeña ciudad de Texas.
En la actualidad están a la espera de grabar y editar su tercer disco. Esta vez el invitado será el saxofonista norteamericano Chris Cheek y lo editará el sello Petit Indie. Pero para ello antes han de conseguir un poco más de pasta, así que han habilitado un crowdfunding en la plataforma verkami para aquellos que quieran colaborar. Aún quedan un par de semanas para que venza y no les falta mucho para lograrlo, así que si alguien se anima lo puede hacer aquí.
Y a continuación, el tema que cierra el disco, que son unos extractos de una improvisación libre que realizaron durante las sesiones de grabación de Mans. Esta impro entera se puede oír y descargar en el siguiente enlace: entire Free Session recorded on July 2011. Contiene pasajes muy recomendables.
Poco a poco se va reactivando la web de Cuadernos de Jazz. Es el mejor homenaje que podemos hacerle a Raúl: mientras el cuerpo aguante, seguir con su tarea.
Para empezar, Fetén. Rare Jazz Recordings from Spain 1961-1974, un disco que apareció a finales del año pasado y que tiene un gran interés. Se trata de un recopilatorio de jazz español de los años 60 y 70 que ha editado Javi Bayo para Vampisoul/Munster Records. Buen trabajo el que está haciendo el sello en este sentido. Hace unos meses ya hablamos a propósito de ello de Tensión, una compilación dedicada al underground español de los 80, y dentro de poco volveremos a hacerlo de un proyecto que ha preparado Jaime Gonzalo sobre la música de vanguardia barcelonesa de aquellos años y cuya aparición es inminente.
La reseña de Fetén en Cuadernos de Jazz y, entretanto, ahí van dos temas.
El primero, "Bosna Calling", del grupo de Dusko Goykovich. Fue grabado en Barcelona en 1971 y la banda la formaban el propio Goykovich (trompeta), Ferdinand Powell (saxo tenor), Tete Montoliu (piano), Robert Langereis (contrabajo) y Joe Nay (batería).
El segundo es "Asteriscs", tema escrito por Ricard Miralles y perteneciente al LP Nits de Jazz al Jamboree que en su día publicó Edigsa. Se grabó en 1968 en el emblemático local de la plaza Real, con un grupo integrado por Ricard Roda (saxo alto), Ricard Miralles (piano), Enric Ponsa (contrabajo) y Joan Josep Tudurí (batería).
Hay un título de disco que siempre me ha gustado: Self Determination Music, del grupo de Bobby Bradford y John Carter. Pensé en él a propósito de lo ocurrido la noche del pasado 30 de marzo en el concierto en solitario que ofreció el contrabajista Masa Kamaguchi en el Txinkana de Barcelona.
La asociación me vino justo antes de que comenzará la actuación. Era la hora prevista y sólo estábamos tres personas en el local: el propio Masa, el dueño y yo mismo. Álex, el del bar (creo que se llama así), le sugirió a Masa retrasar el concierto media hora, para ver si venía más gente. Era jueves, pero un jueves raro, jueves santo, que a estos efectos vendría a ser como un viernes. Ya saben, en las vísperas de festivos la gente sale a cenar, lo hace todo más tarde, está más relajada. La respuesta de Masa, sin ser demasiado acusada, fue categórica: movió la cabeza en negación. Estábamos junto a la barra, me miró y dijo, "estás tú, ya está bien". Justo en ese momento estaba pensando en decirle todo eso de los jueves y los viernes, y que tal vez era una buena idea lo que había propuesto Álex; pero inmediatamente me di cuenta de que no tenía sentido intentarlo, la decisión estaba tomada, y tras ella se adivinaba una determinación que no dejaba lugar a dudas. Todo esto ocurrió en unos segundos, pero ese simple gesto terminó por modular por completo la percepción que tendría del concierto.
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Masa se dispuso al fondo de la pequeña sala. Me senté frente a él, a tan solo dos mesas de distancia. La primera de las tres improvisaciones de la primera parte la vi, creo, solo. Después llegaron algunas personas más, pero la línea que había emprendido el contrabajista japonés no variaría en lo sucesivo.
Fue un set conciso y en el que el tiempo (el tiempo que se tomaba el músico, pero también el tiempo entre las cosas que apuntaba) jugó un papel esencial. Los sonidos, las notas, como entes físicos que se relacionan con el entorno, y que por tanto transcurren a la espera de respuestas, de reflejos. Y ese feedback no sólo se da con el oyente sino también dentro del mismo músico. Parecía como si el contrabajista estuviera realizando un diálogo consigo mismo, y no haciendo un monólogo. Masa deja pistas de ello en sus solos: entonaciones con la boca, con las facciones de la cara, su ensimismamiento es total. Siendo como es la suya una música enraizada en el jazz, es como si tratara de suplir esa "falta" de partenaires que es tan decisiva y característica del jazz. Tradicionalmente, el solo en grupo es de las cosas que mejor definen el jazz; pero el solo sin acompañamiento, ya no lo veo tan claro, o al menos no hay una tradición arraigada. Así que, de alguna forma, este solo de contrabajo hacía pensar en cosas relativas al jazz, a lo que ha sido pero, sobre todo, a lo que es -o puede ser- hoy. Pensar (e imaginar) qué es lo que no está ahí, frente a nosotros. Lo que está proyectando el músico como si estuviera en un imaginario grupo. Así que lo que antes era la "parte de un todo", es ahora la cosa en sí. No hace falta decir la dedicación que se requiere.
Naturalmente, el concierto no consistió en nada de esto. Esto sólo son algunas cosas que me fueron sugeridas por la música, por el músico, y por la relación entre ambos (y con nosotros... al final llegó más gente, como he dicho, no mucha más, pero más). Por fortuna, Masa ofreció una música muy destilada, en la que los sonidos más que relacionarse parecía como si se esperaran los unos a los otros. Y trabajó con ahínco para lograrlo. Trabajo pulsando y pulsando, con frecuencia con ambas manos muy cerca, sobre el mastil y reposando sobre la tabla. Por mucho que las notas diera la impresión que se arremolinaban, o que se apelotonaban, siempre terminaban poniéndose en su sitio. (Improvisación: vértigo y velocidad). Sin efectos y sin echar mano de técnicas extraordinarias consiguió una gran 'amplitud'. Como el anterior concierto que le había visto hacer sin acompañamiento, el del otro jueves también fue altamente sugestivo, aparte de un buen autorretrato del artista.
Cuando lo programamos el verano pasado en dúo con Tom Chant en el Roxanne de Gracia, estuve hablando con él de sus solos, pues unos meses antes había tenido ocasión de verlo en ese formato. Me dijo que no había hecho muchos, pero que le interesaba ir practicando esa modalidad. Incluso pensaba escuchar algunas cintas y tal vez editar un disco así. Al respecto del concierto de la otra noche, al acabar dijo que le habían salido unas cosas que estaban bien. Lamentablemente, no se grabó. Nadie pensó en ello.
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Por cierto, este fue el último concierto en el Txinkana del breve ciclo «Sons feréstecs» (algo así como sonidos salvajes, agrestes, indómitos... una feliz denominación que sugirió un servidor) que venían programando Ivo Sans y Albert Juan. Otra mala noticia para los aficionados al free de la ciudad.
Masa en el Juan Sebastián Bar de Huesca, 14 de marzo de 2013.
(Foto: Jesús Moreno, publicada originalmente en su blog desde mi cadiera).
Recientemente han aparecido dos interesantes artículos sobre grupos de la Barcelona de finales de los 70. De dos grupos muy distintos entre sí, además. De una parte, en la web sense nom, Juanjo S., autor de la serie sobre Suck Electrònic Enciclopèdic, acaba de publicar un spin-off de la misma con el grupo Adictonía como protagonista. Adictonía fue una formación que se movió entre la psicodelia y el rock sinfónico y progresivo, y algunos de sus miembros tuvieron conexiones con otros músicos de la época y parecida cuerda, como los mismos Suck, Magenta, Neuronium o Albert Giménez.
El otro trabajo, firmado por Jesús Brotons y colgado en la página de Vice, no puede ser más distinto: se ocupa de una de las formaciones más descabelladas y esperpénticas del primitivo punk barcelonés, Els masturbadors mongòlics, al frente de los cuales estaba el inefable Miracle, dibujante delirante y follonero oligofrénico.
Leyendo estos artículos me reafirmo en mi creencia de que pocas cosas hay más surrealistas que las vicisitudes que solían rodear a los grupos de aquellos años en nuestro país.