lunes, 14 de febrero de 2011

Un comentario sobre Eisenman, MOPDtK y colgarle el muerto a los otros

Este tipo, Peter Eisenman, nos tiene fascinados. Ya hicimos una entrada con una de esas perlas que suele vertir en las entrevistas. El otro día, en La Vanguardia, volvimos a encontrarnos con otras tantas. Como ustedes sabrán, Peter Eisenman es el arquitecto de la Ciudad de la Cultura de Santiago de Compostela, una obra en la que se han disparado tanto el presupuesto como el tiempo de finalización de la misma de un modo bestial. Mucha, pero que mucha gente, ha tachado el proyecto de megalómano, pero Eisenman lo niega. Lean el enlace que les pongo aquí, que contiene algunos datos objetivos, y decidan lo que quieren pensar al respecto.



Entretanto, vamos a seguir con la mencionada entrevista. En un momento, el periodista le pregunta: "¿No cree que promotores y arquitectos debieran haber sido más contenidos en la bonanza previa a la crisis?".

La respuesta de Eisenman es: "Un momento. Los arquitectos no toman las grandes decisiones económicas. Los gobiernos elegidos por la gente, también los promotores privados, sí las toman. Nadie podía pensar en Santiago, once años atrás, cuando empezó la Ciudad de la Cultura, que hoy estaríamos en esta crisis. Además, ese proyecto es una acertada inversión de futuro. En el mes que llevan abiertos sus dos primeros edificios, 50.000 personas han ido a verlos. Si no piensas a lo grande, no llegarás a ser grande".

Es difícil encontrar una plasmación tan clara de los cínicos preceptos del capitalismo más asilvestrado. Este norteamericano ha encontrado en Europa un buen montón de gobiernos y clientelas pusilánimes -según sus palabras- que le dan lo que en los States ya no están para dar desde hace tiempo. Me fascina ese rentabilismo de las 50.000 personas, un record de asistencia puntual que cualquiera con dos dedos de frente puede ver que no es otra cosa que un espejismo que no va a servir para sufragar ni tan siquiera el mantenimiento mínimo de la desmesurada obra. También esa idea final tan yanqui del bigger than life, expresada lacónicamente y con una determinación inalcanzable.

Pero, lo que realmente nos ha movido a hacer esta entrada es ese lavarse las manos, ese colgarle el muerto a los otros, ese 'je ne suis pas responsable' que decían los jerifaltes nazis cuando eran preguntados sobre los campos de exterminio (y que nos mostraba tan bien Alain Resnais en su film Noche y niebla). Eso que también explica a la perfección el nombre de esa sorprendente banda norteamericana de jazz que estos días debe estar actuando por España: Mostly Other People Do the Killing, algo así como "principalmente fueron otros los criminales". Un concepto que no hace falta explicar, pues estamos de sobras familiarizados con él. Aburridos de tanto estarlo, diríamos.

(Nos gusta el estilo 'horno crematorio' de esta torre, una de las piezas de la Ciudad de la Cultura)

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