El camino se detenía como la firma de un agonizante sobre un testamento de última hora.
Es de la novela de Richard Brautigan El monstruo de Hawkline. Un western gótico (1974). Aunque diría que más que "gótico" es fantástico. O mejor aún, patafísico. Ligeramente patafísico, si se quiere. El arranque argumental es el siguiente: dos extrañas señoritas gemelas del Este (de atrás) contratan a dos pistoleros para que se deshagan de un monstruo que hay alojado bajo su casa en un remoto paraje del northwest. Y no diremos más. Aunque está descatalogada, creo, vale la pena buscarla y pasar un rato con ella. Buen sentido del humor y muchos detalles que hacen pensar en una época (o en dos, según se mire).
La banda sonora, ¡cómo no!, de nuestros amados Quicksilver Messenger Service. Hacheros de Frisco. Country and western psicodélico, delirante y bigger than life (& movies). Ambos temas son de su segundo LP, Happy Trails. El primero es el que abre el disco, la primera parte de "Who do you Love" de Bo Diddley, inicio de la suite homónima que ocupa toda la primera cara. El segundo, "Happy Trails", que cierra y da título al disco, es una extravagante y corta versión de un tema del cowboy-cantante televisivo Roy Rogers.
Hace años, cuando oía "Who do you Love" me entraban ganas de tomar cualquier cosa. Ahora me conformo con un par de cervezas bien frías. Sigue siendo tan intenso como el primer día que escuché el disco.
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