lunes, 12 de diciembre de 2011

Comentario del film To de re per a mandolina i clarinet

En el anterior post enlazábamos con el artículo que hemos hecho a partir de algunos de los films proyectados en el reciente festival In-Edit. Uno de ellos era To de re per a mandolina i clarinet, un trabajo dirigido por Jordi Turtós y que versa sobre la onda layetana. Como es un tema que siempre nos ha interesado mucho -aunque ya empezamos a estar un poco hartos de él, también hay que decirlo- hemos hecho un despiece de la crónica general poniendo en este post aparte lo dicho sobre este film. Leedlo sólo aquellos a los que interese el tema, el resto id a hacer un vermut. Ahí va.


Sobre To de re per a mandolina i clarinet, de Jordi Turtós

Por el tema tratado tenía muchas ganas de ver el documental To de re per a mandolina i clarinet, producido por Televisió de Catalunya con el concurso de TVE, y dirigido por el crítico Jordi Turtós. Como muchos sabrán “To de re per a mandolina i clarinet” era uno de los temas más conocidos de la Orquestra Mirasol y acabó convirtiéndose en la pieza emblemática de la “ona laietana”, movimiento musical breve pero fecundo que tuvo lugar en la Barcelona de mediados de los 70. Así que el tema era sobre la música layetana, Zeleste y todo lo que gravitó alrededor de ello. La Orquestra Mirasol fue el grupo que daría el pistoletazo de salida de esta movida y por tanto era de rigor un título que, además, va asociado a una inconfundible melodía. Y querría decir aún otra cosa antes de entrar en materia, y es que es de loar cualquier empeño en recuperar todo aquello que al parecer fue engullido por una laguna de la memoria del tamaño del mar Caspio. Y si se hace en una televisión (pública, pues para estas cosas las otras es como si no existieran), aún tiene más mérito pues todos sabemos como las gastan en esa clase de instituciones. Pero, no obstante esto, salí decepcionado. Esperaba otra cosa y sentí –una sensación personal, lo admito– que se había desaprovechado otra oportunidad de iluminar todo aquello. Veamos por qué.

Uno de los principales inconvenientes que pesa sobre To de re… estaría relacionado con el sesgo demasiado anecdótico que acaba tomando. El documental se articula sobre una plantilla cronológica en la que se comienza escuchando piezas importantes para la eclosión del movimiento, muchas de ellas provenientes de filmaciones televisivas, lo que está muy bien. Por ejemplo, la “Sardana flamenca” de Toti Soler, que pertenece a otro de los LP clave de esta movida (El gat blanc, 1973) o “No juguis amb set miralls” de la Mirasol. Al mismo tiempo van apareciendo fragmentos de entrevistas con algunos de los protagonistas. Y, en paralelo a todo ello, se filma una reunión protagonizada por tres músicos y un crítico de generaciones posteriores que se preguntan o hablan de los layetanos.

Los fragmentos musicales están muy bien, unos eran conocidos y otros no tanto (si se hiciera una versión en DVD sería estupendo en los extras poner las actuaciones íntegras), y en concreto es impagable un ensayo de Xavier Batllés y Víctor Ammann en la casa de Mirasol. La mayoría proceden de espacios de TVE, como “Popgrama”, “Musical Express”. A continuación tenemos las entrevistas con la gente de la época. Y aquí ya hay de todo. No es un problema exclusivo de este trabajo ni es responsabilidad de los realizadores el que haya gente que no acierte a decir nada interesante, pero llegado el caso no ha de temblar el pulso y hay que eliminar la aparición en cuestión. Tenemos por un lado músicos que militaron en grupos layetanos, también a la gente que llevaba la sala, sello y promotora Zeleste (Víctor Jou y Rafael Moll), que era el vector alrededor del que se aglutinó toda la movida, y para acabar hay gente que no se sabe muy bien que pinta, caso del ubicuo Pau Riba, que viene a decir que ni le gustaba ni le gusta la cosa layetana. Así pues, ¿qué hace ahí? Se podría argumentar que aporta una mirada crítica diciendo cosas como que los layetanos “tocaban de huevos pero, ¿qué querían decir?”; aunque a mí lo que esto me parece es más bien un chascarrillo. Finalmente, tenemos la reunión de jóvenes que dialogan sobre el fenómeno. El problema es que parecen peces fuera del agua. Básicamente por dos razones. La primera, porque todas esas secuencias están montadas como si fuera un vídeo clip, cabalgando los audios de un modo bestial (craso error). La segunda, porque sigo sin entender bien la selección de los personajes. Dos casos de los cuatro elegidos lo ilustran: por un lado está Roger Mas, que parece que le importa todo aquello y que se ha tomado la molestia de pensar en ello (de hecho a Mas se le utiliza como hilo conductor a través de una voz en off), y después tenemos a Ramon Faura, al que parece importarle un pito todo aquello. Conclusión: tampoco entiendo qué hace este último ahí. (Hay que vigilar porque esta gente tan enrollada que se presta a hablar de todo cada vez se parece más a los “opinadores” de TV).

Pero, lo que realmente echo en falta en este documental es algo de lo que adolecen muchos documentales sobre música, y es la dimisión de la parcela crítica. Es decir, si aceptamos que cuando se escribe un artículo ha de haber una óptica crítica, ¿por qué demonios cuando se hace un documental ha de obviarse dicha óptica? El problema aquí es que a excepción de determinadas intervenciones (Batllés, Amargós, Saura) nadie explica realmente el sino de aquella interesante música, lo diferencial (que creo que es algo mucho más amplio que lo del tema de las raíces). Se explican anécdotas, cosas divertidas, etc., y parece que hay una gran preocupación en interpretar aquella parte de la historia musical en continuidad dentro de la Historia musical de Barcelona. O esa obsesión con hablar de la canço. ¡Si la mayoría de ellos la debía aborrecer! Otra cosa es que la música del segundo LP de Ovidi Montllor (Crònica d’un temps, 1973) parezca en algunos momentos el Bitches Brew, como señala Sisu Coromina de Tarannà, uno de los “jóvenes” de la reunión. Pero esto se explica porque los músicos que en aquel momento acompañaban a Ovidi eran Batllés y Ammann, que estaban a tan sólo unas semanas de montar la primera Mirasol. En cambio, se obvia un aspecto que creo que hubiera sido mucho más relevante, como es enfocarlo de un modo transversal con respecto de experiencias similares que se estaban produciendo en distintas partes del mundo en ese mismo momento (por ejemplo, la RTB de Belgrado en Yugoslavia, las formaciones eléctricas de Urbaniak en Polonia, el sonido de Canterbury en Inglaterra, Oregon en EE. UU., Pascoal en Brasil, etc. etc. etc.), ya que también trabajaban con presupuestos como: el jazz-rock o la fusión entendidos como un recipiente en el que verter lo local, lo particular (y no se trata de priorizar una cosa u otra, pero en este caso es tan importante la ensalada como la ensaladera). Porque, de lo contrario, parecería como si lo layetano hubiera sido una cosa de ciencia infusa. Y, claro, esto no funciona así.

Buena parte del jaleo en realidad viene por esa definición de “layetano” que un buen día se sacó de la manga Gato Pérez, creo que más como un ardid comercial que como la descripción de una forma musical (hay que decir que a principios de los 70 Gato trabajaba en una discográfica). Pero, lamentablemente ya no sabremos nunca el por qué de “layetano”, es algo que el Gato se llevó consigo. Pero, lo que sí cabría hacer es poner algo de orden en aquel heterogéneo grupo de músicos, y tampoco se hace en el film. Porque, ciertamente la mayoría practicaban esa especie de fusión con raíces (unas raíces que no sólo sujetaban lo folk sino también la tradición culta), aunque con diferencias muy notables entre los grupos (la Dharma, Iceberg, Música Urbana o Blay Tritono no tenían nada que ver entre ellos), pero luego estaban todos aquellos que iban por libre, como el cantautor galáctico Sisa (hablamos de la época de sus Qualsevol nit pot sortir el sol y Galeta galàctica), el neofolk tan especial y original de La Rondalla de la Costa, el rock’n’roll más urbano y poético de Oriol Tramvia, o los pioneros de la cosa del baile que fueron la Orquestra Plateria, por no hablar de las inacabables jams rockeras de Esqueixada Sniff (más inspiradas por la pomada o las barretxes que por el ácido, todo hay que decirlo). Como digo, un jaleo. Lo más curioso del caso es que días después del estreno en el festival, en una entrevista al director Jordi Turtós, este daba un punto de vista muy válido sobre todo aquello, apuntando que la incorporación de las raíces musicales tal vez vino dada de un modo más natural del que cabe pensar y que pudo ser debido al hecho de que los músicos –esencialmente progresivos en aquel momento– estaban adquiriendo una solvencia importante. Un punto de vista interesante y que sin embargo no está en To de re… Me extrañó, la verdad. Y hubiera preferido más comentarios de este tipo, del propio Turtós o de su guionista, Roger Roca, que algunas intervenciones que bajo mi punto de vista caen demasiado en lo “folklórico”. Es una pena, pues la intención era buena y es necesario un trabajo como este. El problema de fondo me parece que sigue siendo muy común a este tipo de producciones, y es que se naufraga ante las convenciones del medio televisivo. Por ejemplo, ese artificio que se va espolvoreando por todo el documental y que consiste en reconstruir la sala Zeleste. Un recurso que ni cuenta ni aclara nada, sólo supone un gasto y trasluce que lo espectacular ha neutralizado el juicio.

Siguiendo de un modo cronológico, la cosa acaba con una serie de divagaciones corales alrededor de la cuestión de por qué se fue al garete todo aquello. Y aquí hay de todo: la irrupción de la música de baile, la profesionalización que esto comportó, la victoria del individualismo sobre el colectivismo, el punk, Madrid… «Tants caps, tants barrets», que se dice en Catalunya. De todos modos, lo más probable es que desapareciera porque tenía que desparecer, y porque ya había desaparecido o estaba despareciendo en otros países. La mayoría de los músicos que en los 70 estaban en bandas de fusión se pasaron, ya en los 80, a lo acústico y a una especie de “neoclasicismo”, una recuperación de modelos o géneros jazzísticos del pasado (en algunos casos actualizándolos y en otros no). Otra cosa es, ¿por qué durante tantos años nadie habló de aquello, dando la impresión –como apunta Zarita– que se les había condenado al ostracismo? Al menos To de re per a mandolina i clarinet viene a paliar eso.

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De las 8 pelis que he tratado este año, la extensión del comentario de To de re... ha sido la mayor con diferencia. Esto se explica por lo que comentaba antes acerca de que es un tema frente al que estoy epecialmente sensibilizado. Vuelta a leer la reseña esta mañana, creo que lo de menos en ella es el tema layetano en sí, y se centra más en el método empleado. No sé si es una buena óptica o no, pero es la que surgió del visionado. A veces, la cosa es también el viaje que haces hacia ella. El asunto es la manera de explicarlo. Y especialmente en los contenidos históricos, todo aquello entre lo que media un lapso de tiempo. Con la historia andamos siempre a vueltas. Somos un animal esencialmente histórico. No obstante, el enfoque que me interesa de la historia es el que se conjuga en presente/futuro. El que nos cuenta más sobre lo que somos que sobre lo que fue. La historia como brújula con la que dirigirnos. No soy historiador. Por eso me preocupó la visión que entendí se desprendía del film, pues me remitía a la inconsistencia actual. Pero es sólo mi opinión, ni más ni menos. Y, por supuesto, prefiero estar equivocado y poder decirlo.

Ah, una última cosa, aquellos que no hayan visto el documental todavía pueden hacerlo en una página de TV3:
http://www.tv3.cat/videos/3798930

15 comentarios:

  1. Coincido en muchas de las cosas que Vd apunta en su entrada aunque quizà no estaria de más considerar que el "metraje" del documental no ofrece todo el espacio necesario para ofrecer una panoràmica más completa. Quisiera manifestar en el tono más humilde posible que en estos últimos tiempos he observado que los documentales de o para TV3 no es suficiente que se hayan producido en la casa sino que deben parecerlo. Esta sumisión a la ilustración estética condiciona a menudo el resultado.Ello explica la figura de Roger Mas abriendo la cortina del Zeleste a punto de descubrir el Santo Grial Layetano. Por otro lado estoy convencido del talento del Sr. Turtós y doy gracias a Dios que haya sido el encargado, y no otro, de dirigir este documental. Seguramente el respeto o amor que logra desprender el documental hacia aquella época se deba a esto último. Chin-chin, Sr Jack.

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  2. veo de encontrar algo de tiempo y y lo veo :-). sabes que el tema me interesa. estos documentales suelen ser bastante autocomplacientes (onanismo en sus mejores momentos). dudo muy mucho que pretendar sacar toda la sustancia al tema. como aficionado foraneo (y sin haberlo visto) quiza yo echaria en falta el que alguien que lo viera/viviera desde fuera (intentando ir a conciertos y festivales, comprando discos, siguiendo la info...) diera un punto de vista desde la lejania.
    hace poco hicieronun reportaje de la movida madrileña en tve. se coemnto que ean una serie de cuatro que incuian uno sobre el underground barcelones (que ignoro si se refiera a este, osea que podria ahber otra vision), a la movida gallega...

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  3. estoy viendolo. el hecho de que este en catalan no me es mayor problema. lo entiendo bastante bien (no lo hablo en la intimidad, eso si). no termino de entender al cuarteto de la tertulia. en el sentido de que no me parecen tipos representativos o informados como para estar ali enmedio. el libro ese de la bcna vista por nazario y amigos creo que de lo qeu conozco es lo mejor hecho sobre esos años. curiosamente, llevo medio documental visto y no ha aparecido ninguina cita sobre la prensa (disco expres) que fue quien difundio la historia. igual me estoy adelantando pero dejar fuera eso........

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  4. terminado de ver. flojo. muy flojo. lo incompleto de sus poliedricas visiones posibles quedan resumido en el tema final el to de re. digamos que solo se ha incluido el estribillo. el punto de ese tema estaba en el reprise. con esa trempera (palabra muy usada en la epoca). falta dearrollo y vision. el minutaje podria ser una escusa. pero incluso urdangrin se va a escusar :-)

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  5. A mi me ha llegado la onda de que, en principio, se planteó un paquete de trece monográficos, con la finalidad de abarcar toda la etapa musical de la forma más fiel y documentada posible. No sé si es o no cierto, prero si lo es, al final se redujo todo a un solo episodio.

    A mi me gustó el trabajo de Turtós. Otra cosa bien distinta es lo que podría haber dado de sí. Y dicho sea de paso, la actitud de los 'opinadores', un poquito prepotente en según que casos, y la verdad, hasta molesta cuando quien opina no tiene la autoridad moral para hacerlo. Ya puestos, también se podría convocar a los músicos de la onda laietana para que opinen - filmados en un monográfico - sobre ellos.

    La gran diferencia entre unos y otros radica en que los opinadores 'tienen voz' -¿oficial?- y nosotros solo treinta años de silencio.

    RZ

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  6. Estoy de acuerdo que la aparición de los cuatro opinadores es como mínimo desafortunada. Creo que ellos no son conscientes de la imagen que proyectan de enteradillos de salón. Hablan de la música de aquellos tiempos tan poco lejanos como si tuvieran un coprolito en las manos y se sorprendieran de que en vez de una piedra se trate de un cagarro de dinosaurio. Sobran y aburren. Y huelen a ukelele.

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  7. bueno, parece que todo el mundo parece coincidir en que la inclusión de esa reunión de "opinadores" era como mínimo "desafortunada", por emplear el término que usa Ramon. por el mail normal me han llegado otros comentarios que también señalan esto.
    de todos modos, voy a decir algo positivo al respecto. la idea no estaba mal, pillar a unos jóvenes y que hablen desde hoy de aquello. y creo que al menos dos de los presentes están más que justificados: el Roger Mas, por más que parezca lo que parece, se le ve que ha pensado en aquello y que ha oído los discos; y Sisu de Tarannà, estaría justificado porque la música de su grupo tiene algunas conexiones claras con todo aquello; los otros dos, vamos, ni haciendo pa amb tomaquet.
    el problema es que no se les deja hablar. sus intervenciones no respiran. hubiera sido mejor pillar sólo a esos dos y preguntarles con calma: a ver Sisu, como ves el tama de las raíces en la música desde tu perspectiva actual? y, bueno, eso hubiera sido mucho más útil que tratar de montar una reunión que nunca ha tenido o tendría lugar.
    en cambio, de los protagonistas, hay algunos que también sobran, y no diré nombres.
    es verdad eso de que el documental debía formar parte de una serie de 13 y tal, pero eso tampoco es justificación, porque si al final te quedas con uno, pues lo tratas como lo que es. no obstante, yo creo que por el período, los grupos tratados son lo que son y están bien. son los más representativos. tampoco hay que ser puñetero y empezar que si falta uno, o falta el otro, o hay que hablar dels 3 tambors, como le soltó al Turtós alguien después de la proyección. vamos, eso es demencial.
    lo que ocurre es que el sesgo por el que se opta es seudo sociológico, "ved estos músicos y lo que les pasaba", pero sin acabarlo de ser. claro, de ese enfoque últimamente hemos tenido muchas cosas, que si expos, libros de memorias, artículos... los 70 están de moda, vamos.
    en cambio, de la cosa layetana, musicalmente hablando, no ha habido tanto. recordar lo de "Anamnèsia", pues fue un poco el primero de los acontecimientos relacionados con la recuperación de la ona laietana. fue aquel concierto en el que, quizá con más voluntad que pericia, unos músicos rindieron homenaje a temas de algunos grupos layetanos. parte de las charlas de preparación y demás aparecieron luego en el documental "B-side". y visto ahora creo que todo en conjunto fue una experiencia interesante y necesaria. después llegó el libro de Àlex Gómez-Font. y ahora "To de re". o sea que relativamente es poca cosa, por eso reclamaba el que se hubiera incidido más en la(s) música(s) propiamente.
    creo que en breve tendremos dos libros más al respecto, otro de Àlex y otro de una gente que no diré quien son pues no sé si quieren que de momento se sepa.
    tampoco se trata de ser un tiquis miquis, pero creo que está bien comentar y discrepar, como hace en Francia (y así de bien les va a ellos en la cosa de la cultura). por otra parte, en este puto país parece que el que discrepa siempre lo hace con ánimo aniquilador, y no es así (o no debe serlo, volvamos a mirar a Francia).

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  8. En aquest documental m'han sobrat coses i n'he trobat a faltar d'altres. Anem a pams: per una banda, i em sap greu dir-ho, em sobren els comentaris dels implicats -no parlem ja dela contertulianos. En general es tendeix a la batalleta i s'aporta substancialment poc al que és la cosa laietana. Es cau, com acostuma a passar quan s'intenta parlar dels 70 i del rrotllo en general -intents que, ves quines coses, sempre ens arriben de gent que va estar pululant per allà i que ara, fregant la seixantena es dediquen a recordar- en una espècie de melanconia d'una edat d'or que insisteix a dibuixar-nos un escenari de la òstia, el colmo de llibertarisme i el bon rotllo. Imatge transfigurada on han d'aparèixer Riba i Sisa, peti qui peti. Això, o que qui els entrevista no té la intenció d'anar més enllà de la superficie. Això, o és que els músics senzillament es dediquen a fer música i una explicació crítica hauria de venir de mans d'algú que des de fora en donés una visió de conjunt. Què interessant, i més entenedor, hagués estat aprofundir en les relacions musicals que s'establien amb altres moviments afins d'arreu (tal com assenyalava el senyor Torrance)! Ara, també recordo que la conversa entre Saura i Batllés al documental B-side va acabar donant molt de sí. És a dir, que fa falta paciència, saber el que es vol explicar i deixar que els músics parlin i parlin i parlin per a treure suc de l'assumpte (per exemple, i en el documental ni s'apunta, com les ànsies de certa idea de col·lectivisme d'alguns va portar a la disgregació del que mai havia estat un grup homogeni). I he trobat a faltar, per sortir d'aquesta idea de que el laietanisme va ser com un bolet que va sortir un dia i després nunca más se supo,que es preguntés als músics sobre la seva posterior evolució. Ens explicaria moltes coses saber com és que Batllés va formar la Rondalla de la costa i dedicaria els seguents anys a certa manera de mirar-se la música tradicional; com és que Saura, després de Blay Tritono s'apunta a l'escola Phonos i dedica els següents anys a una certa manera de mirar-se la música experimental; com és que a Zarita -i altres laietanos- el trobem quatre anys després formant part d'una banda com Naïf; com és que el senyor Amargós continua fins ara fent el mateix que feia amb Música Urbana -més ben vestit; i encara com, el laietanisme pur i dur -aquesta nòmina de quatre grups-, també s'explica i molt, des de grups i discs no afins com Perucho's, BAF i Tropopausa. En general això, una mirada crítica de l'assumpte.
    Salutacions cordials a tots.

    E. Pacheco

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  9. ¡hombre, dichosos los ojos, Pacheco! ¡Endemoniado él!
    tienes razón en todo eso que apuntas, pero entonces estaríamos hablando de otro documental y, sobre todo, mucho más largo.
    no sé, es una opción, pero creo que si la idea era como en este caso hacer una cosa exclusivamente sobre Zeleste y la movida layetana, lo que contiene "To de re" creo que está bien. puede que haya quedado alguna cosa fuera, pero eso siempre pasa. lo que no haría es poner a Perucho's por ahí en medio, ya que ellos mismos ya se preocupaban entonces de poner distancias. sí, es verdad que estuvieron a punto de sacar un disco con Zeleste, pero eso fue un espejismo. un momento de debilidad por parte de alguien (del grupo o de la sala, o de ambos).
    otra cosa sería si se quiere hacer algo más amplio sobre toda la década y todos los estilos, entonces sí que estaría bien plantearlo incluso como una manera de deshacer la maldita etiqueta de "layetano".
    en la reunión esa que mencionas de Batllés y Saura, se dicen cosas interesantes. especialmente una cosa que dice Batllés, y es que justo antes de Zeleste la vida musical en Barcelona era rica (pobre, pero rica, ya me entienden), y que lo de las "concepciones monolíticas (aquí creo que deberíamos de leer layetano, aunque él no lo diga) producen lamentablemente ganadores y perdedores".
    esta idea creo que está muy bien y podría ser un buen punto de partida, pero no para este documental, que no lo pretendía, sino para alguna otra cosa.
    y aún dice otra cosa, y es que en este país se es muy ingrato con los mayores. él siente que lo fue con los suyos, y probablemente el olvido veló a los layetanos se deba a esa ingratitud (proverbial, por remarcarlo).
    ¡salud!

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  10. por cierto, Pacheco, ¿no has pillado la pista de los A.P.? era "craso error".

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  11. Cert, senyor Torrance, no incloiria als Perucho's en un documental sobre els laietans (que algú faci, si s'atreveix, un documental sobre el free. Crec que vosté té certa experiència al respecte). No, em referia a que parlar dels laietans des de la perspectiva d'altres grups coetanis ens faria entenedores segons quines coses. Per exemple, el que diuen panflets -tan irònics i gamberros com es vulgui- com el de la Onda Galaico Pirenaica o Zeleste gangrena palpable potser són capaços de fer parlar als laietans més que els propis laietans. I això, convidar a revisar B-side, que entre moltes coses, té aquest encert de la sobretaula entre Batllés i Saura (més el generacionalment posterior Nubla i un convidat de pedra que fa molt bé el seu paper).
    Qué n'és de fi vosté i les seves alusions a A.P.!!

    E.Pacheco

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  12. Té raó amb això dels manifestos sobre Zeleste, no ho havia pensat i sí que podria quadrar bé en aquest cas. Fins i tot, semblar ser que els Perucho’s feien una adaptació d’un conegut rock’n’roll d’els Teen Tops, canviant-li la lletra i fent protagonistes a en “Víctor Jou, su secretaria y sus boy scouts”, je je.
    En endavant, les referències als A.P. les aniré filtrant només en els articles d’època.

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  13. El Sr. Pacheco apunta, entre otras cosas, que echa de menos en el documental una referencia a la influencia de lo layetano en los tiempos posteriores. Si se examina algún elemento del pasado es por que nos parece interesante por su transcendencia en lo actual. A mi el documental me parece más que correcto y que posee diversas virtudes. Lo que ocurre es que, a mi entender, lo más interesante de aquella época no es la cosa layetana si no la existencia de Zeleste que la hizo posible. Quiero hacer notar que Zeleste provocó más cosas. Ejemplos: el álbum de Tropopausa es Zeleste (ahora reeditado por Picap, magnífico regalo de Navidad, por cierto), los panfletos crítico-gamberroides de Onda Galaico Pirenaica se editaron para acompañar a conciertos que se dieron en Zeleste. Manel Joseph, en el documental, nos habla de la Taberna Galáctica referiéndose a Zeleste. Tiene razón, luego las cosas cambiaron y hubo un proceso de selección y reclasificación. Pero el núcleo seminal está en Zeleste. Y este Zeleste abierto a todo desde el free hasta el flamenco, desde la fusión hasta la música contemporánea es Víctor Jou. Ahora visto con la perspectiva del tiempo pasado lo más insólito es un tipo silencioso que abre un local en tiempos revueltos y prácticamente lo ofrece a todo el mundo. Y en una especie de marketing budista provoca en cinco minutos –históricamente hablando– más sinergia musical que todas las políticas culturales en los años de la democracia y su puta madre. Y otra cosa que creo que insinúa, en cierto modo Don Pacheco, los setenta eran una mierda, al menos como ahora.

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  14. eso de Víctor Jou es interesante que lo menciones, pues él siempre ha dicho que el modelo que traía de Londres era el del Marquee, una sala por la que pasó todo cristo. piensa en un grupo de esos ingleses importantes, y ahí tocó a finales de los 60 o principios de los 70. ahí se podía oír a Hammill y sus Van der Graaf, a un cantanta de glam-rock, una banda de sinfónico o un grupo de rock duro de esos medio garrulos.
    así que de alguna manera, esa era la idea inicial de Zeleste, al menos la idea de Jou. no obstante, eso parece que es así en los primeros años, pero después, supongo que cuando empiezan a editar discos, o vaya, no sé en qué momento, está algo extendida la idea de que aquello era una "mafia" en donde sólo podían tocar los de la misma cuerda "layetana". estaría bien saber hasta que punto esto es cierto o no.
    pero, lo que parece claro es que el señor Jou no fue el promotor de lo layetano, sino simplemente el que tuvo la idea del local.
    lo de lo layetano, strictu senso, sería más bien cosa del Gato y, a partir de un determinado momento, del Moll. supongo.

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  15. y como continuación al comentario anterior, querría contar una anécdota de cuando hicimos el trabajo de Perucho's.
    un día llamé a Víctor Jou y le pregunté por el grupo y abiertamente por qué pasó con el maldito ep.
    fue por teléfono, así que no le veía la cara, pero por el tono de voz me la imagino como si en ese momento hubiera visto pasar un ángel. un flash, vamos. debió pensar, y este tío con qué me viene a hora.
    total, esa vez lo dejamos ahí y le pasé mi teléfono. al cabo de dos días me llamaba pare contarme todo lo que buenamente recordaba y para subrayarme que él nunca había vetado a los Perucho's. y parecía síncero.
    la cosa es que, pensando en eso, y oyendo luego a otra gente que contaba esa manera de funcionar poco jerárquica y en la que todo el mundo metía baza que era característica de la sala Zeleste, una explicación podría ser que alguna otra persona de allí diera al traste con el proyecto de editar el disco de Perucho's.
    no digo que fuera así, sino que es una posibilidad.
    viendo el documental de To de re, hay una foto que me tiene intrigado. es cuando cuentan lo de la sala aquella con el teléfono y una mesa, donde todo el mundo entraba y hacía sus cosas. y, de repente, aparece una foto de la sala, tal y como cabía imaginarla, y con un único personaje sentado en el momento de la instantánea: Rafael Moll.
    pensé, tate, aquí hay tomate.

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